Esta serie es la Biblia del feminismo hecha para hombres
ÉRASE UNA VEZ...
¿Recuerdas cómo empieza Sexo en Nueva York? Como el más clásico y común de los cuentos de hadas: «Había una vez una periodista inglesa que llegó a Nueva York...». Carrie escribe su primer artículo, relatando una de las tantas historias de amor esporádicas, fugaces y comunes, pero esta vez sin el final feliz. La mencionada periodista, tras ser conquistada por un hombre con el que compartió semanas de gran pasión e incluso la engaña, comprando un apartamento donde ella soñaba con formar una familia, èl desapareció repentinamente. Sentada a la mesa, la periodista le cuenta su calvario a Carrie, y Carrie concluye: «Entonces me di cuenta de que nadie le había dicho que en Manhattan el amor había muerto». Así que, después de ver la serie completa, las dos películas y la secuela, si no entiendes por qué las protagonistas acaban atrapados en matrimonios embalsamados, aventuras interminables, una monotonía nauseabunda y, como Carrie, el la soledad, es porque has olvidado que «el amor ha muerto en Manhattan». Sexo en Nueva York no es una serie más de televisión, como pudiera parecer; si la analizamos, encontramos un auténtico manual de supervivencia sexual y sentimental para todo tipo de mujer (soñadoras, desventuradas, decepcionadas, inexpertas, inadecuadas, ingenuas, emprendedoras, desvergonzadas, despreocupadas, tradicionalistas o liberales, santas o pecadoras…etc…etc)… adelante, hay espacio para todas.
EXCLUSIVIDAD E INCLUSIVIDAD
¿Qué es lo primero que ves en una mujer? El trasero.
¿Qué es lo primero que ves en un hombre? La cartera.
Muchos seguramente dirán que no es cierto. Obviamente, cada persona ve cosas diferentes a primera vista, pero generalmente, a nivel social y superficial, los hombres se fijan en el potencial sexual y las mujeres en el potencial financiero.
Elisabeth era atractiva e inteligente, apenas llega a New York de Londres y en seguida conoce a uno de los solteros màs codiciados de la ciudad. Tim era un banquero y ganaba unos 2 millones al año. Analicemos: porque era codiciado segùn la presentaciòn de la serie? por su dinero obviamente. Tiene tanto dinero que compra una casa para hacer creer a Elisabeth que sus intenciones son serias. Pero despuès que se la goza y se la merenda a la chica hasta ya no màs, èl desaparece.
Esta es la primera historia que abre Sex and the City. Este preámbulo presenta toda la trama de la serie: el amor es exclusivo, pero el sexo es inclusivo. El fracaso de las relaciones radica en no comprender la diferencia entre estas dos palabras.
La palabra "conquistar" es muy peligrosa. Su significado original era "buscar con cuidado", "solicitar", "encontrar". Posteriormente, este significado pasó a indicar la acción de obtener algo mediante la fuerza y el esfuerzo o el engaño, como "derrotar", "ganar" o "controlar con armas". Lo mismo ocurre a menudo en las conquistas románticas: el otro es simplemente una presa para ser presa. Sexo en Nueva York comienza con una historia de amor de este tipo. Basta con analizar el diálogo entre Tim y Elizabeth, cuando se conocen por casualidad en un evento artístico:
- Tim: Me parece que te he visto antes en algún lugar
- Elisabeth: oh, lo dudo, yo recién llegue de Londres
- Tim: De Londres? ah sì, esa es mi ciudad favorita
- Elisabeth: Lo es
- Tim: Por supuesto
- Elisabeth: Sabes, tal vez sea verdad que nos hemos visto antes.
A la final ningún hombre conquista una mujer, es ella que da la ultima palabra y cuando se deja conquistar es porque es ella que lo ha decidido. Esas frases tan artificiales y prefabricadas (te he visto antes, tu ciudad es mi preferida) se leen a kilómetros que son anzuelos para atraer la presa, para romper el hielo de una conversación.
UNA SERIE SUPERFICIAL LLENA DE PROFUNDIDAD
"Sex and the City" es una serie de televisión que examina la vida sentimental, sexual y social de cuatro amigas neoyorquinas, explorando temas a menudo considerados tabú. La serie, que debutó entre 1998 y 2004, es conocida por abordar discusiones sobre sexo, relaciones, monogamia, bisexualidad, maternidad, envejecimiento y, especialmente, la dinámica de poder entre hombres y mujeres, todo ello ambientado en el contexto de la vida social y profesional de la ciudad de Nueva York, pero visto desde una perspectiva femenina. La serie tuvo un enorme impacto cultural, ayudando a normalizar las discusiones sobre sexo y redefiniendo el rol de la mujer en la sociedad, dando espacio a las voces femeninas y diferentes perspectivas sobre el amor y las relaciones. Su único defecto es que su visión y concepción a menudo se evalúan centrándose en el lujo, las apariencias y el valor material de las cosas. Habla sólo de una realización material, y nada del aspecto interior o espiritual de la personalidad. Esto también hace que la pareja y su mundo sentimental carezcan de trascendencia y, por tanto, también sean superficiales, pero esto es precisamente lo que experimentamos en nuestra sociedad actual. Si lo analizamos, podemos encontrar una serie de temas realmente fascinantes y profundos, de lo contrario sigue siendo un mundo superficial que gira sobre sí mismo sin otro propósito que el de recopilar experiencias sin sacar provecho de ellas, sin crecer, sin evolucionar, como las masas en general.
Cuando Elisabeth cuenta la historia del fin de su amor con Tim mientras Carrie apaga su cigarrillo diciendo que el amor ha muerto, se crea una sincronicidad perfecta y la escena es simplemente fabulosa: la historia de amor se encarna en un cigarrillo que tarde o temprano termina y tu corazón se convierte en un cenicero.
DESPUÉS DE 27 AÑOS, ¿QUÉ HA CAMBIADO, LA CIUDAD O EL SEXO?
La historia no se puede escribir con los acontecimientos presentes. Debemos esperar que pase el tiempo para comprender las consecuencias y los efectos de un fenómeno determinado. Un experimento que todos aquellos que no sean muy jóvenes deberían probar es volver a ver Sex and the City después de 25 años. Las seis temporadas y quizás, si quieres hablar realmente en serio, incluso las dos películas basadas en la serie y un revival llamado "And Just Like That...", que explora las vidas de las protagonistas en los años siguientes. ¿Por qué? porque descubriremos que lo que en un principio era una propuesta de mentalidad revolucionaria quizás no era tan revolucionaria después de todo, porque los personajes quedan enredados en preconcepciones, prejuicios y condicionamientos sociales que aún hoy somos incapaces de superar y al final la ciudad sigue siendo la misma y también el sexo igualmente de traumatico, porque es la mentalidad de la gente la que no cambia a nivel social.
LOS DOS CUENTOS DE HADAS DE NUEVA YORK
La comparación entre "Sexo en Nueva York" y la película "Desayuno con diamantes" es casi obligada, dado el primer monólogo de la intrépida Carrie Bradshaw inmediatamente después del tema principal: «Bienvenidos a la era de la antiinocencia. Nadie desayuna con diamantes y nadie tiene historias que recordar. Desayunamos a las siete de la mañana y tenemos historias que intentamos olvidar lo más rápido posible». En la película "Desayuno con diamantes", Holly Golightly (Audrey Hepburn) es una socialité excéntrica e ingenua que busca su lugar en el mundo. Mientras tanto, lleva una vida salvaje de alta sociedad, excesos y pequeños trucos, que incluyen pasar tiempo con caballeros ricos que no ama. Sería pues el quinto personaje prototipo, similar a las cuatro protagonistas de Sexo en Nueva York: mujeres solteras y glamurosas que se cuentan sus sueños profesionales, sus dudas románticas y sus extraños problemas amorosos, todo ello salpicado de abundantes escenas de sexo más o menos explícito. Sexo en Nueva York es una serie de culto porque marcó a una generación de mujeres que ya no buscan al Príncipe Azul, sino que construyen su propio camino y gestionan no sólo su propia vida sino también la de los Príncipes Azules que encuentran en el camino. Creemos que su forma de vida quedó entonces condensada en la famosísima progenitora Bridget Jones. En cierto sentido, Sex and the City es una celebración del cambio de estatus social y económico que experimentaron las mujeres en la década de 1990, pero al mismo tiempo demuestra brillantemente sus limitaciones y contradicciones.
EL ACERTIJO DE LA ESFINGE
¿Cómo llegamos a este lío? Hay miles de mujeres como ésta en la ciudad, quizá decenas de miles. Todos las conocemos y pensamos que son increíbles: viajan, pagan impuestos, gastan 400 dólares en un par de sandalias de moda y están solas. Es como la pregunta de la Esfinge: ¿por qué hay tantas mujeres solteras maravillosas y ningún hombre soltero maravilloso?
- Carrie -
Así empieza Sexo en Nueva York, con una pregunta bastante existencialista sobre el significado de lo que los humanos consideran fantástico en sus vidas, es decir, el matrimonio, que es como una ratonera: los que están dentro no saben como salir, y los que están fuera (los solteros) no ven la hora de entrar. La respuesta de la Esfinge a la pregunta de Carrie sería compleja: quizá a los hombres no les interesan las mujeres fantásticas porque la mayoría solo quiere divertirse, o quizá el instinto animal del hombre no fantástico le ha enseñado que el matrimonio no es más que una construcción sociocultural que a la larga no tiene nada que ver con el sexo. Así, fantásticas mujeres solteras y fantásticos hombres casados descubren que el amor, la única fantasía posible, es lo que los divide y los aísla dentro de una estructura social donde el amor no es fantástico porque está vacío de espiritualidad y es visto solo como un requisito burocrático de la pasión y del sexo en particular.
Al hombre le asusta la mujer de éxito, si quieres pescar a un sujeto,
debes cerrar la boca y aceptar las reglas.
- Charlotte -
UN BUEN PERIODISTA SIEMPRE EXPLICA BIEN LO QUE NO SABE
Carrie Bradshaw, narradora de cada episodio, es presentada como un ícono social vagamente intelectual, porque hace reflexiones muy profundas pero a menudo las concluye de manera completamente superficial porque siempre termina abajo, en su fijación amorosa o psíquica por los zapatos de $400 con los que camina kilómetros para regresar a casa a pie porque no tiene $10 para un taxi. Carrie escribe una columna titulada Sexo en Nueva York en el semanario neoyorquino conocido en la ficción como New York Star, una columna en la que elabora y narra, junto a las suyas propias, las vicisitudes sentimentales de sus inseparables compañeras de aventuras, y éste es el tejido de toda la serie. Carrie es el prototipo de amiga narcisista, cuya personalidad se caracteriza por una fuerte dependencia de las relaciones, pero utiliza estas relaciones para construir su mundo periodístico y ponerse en el centro de la atención de todos, protegiéndose así de su soledad descontrolada. Ella proyecta psicóticamente el vacío de no poder encontrar un hombre digno, en unos zapatos caros, por lo que ante la ausencia de amor se llena de zapatos y ropa (tengo el armario lleno y no sé qué ponerme), y asì cae en un vórtice maníaco de compras, de ahí su incapacidad para administrar sus finanzas y una tendencia a centrarse excesivamente en sus propios problemas. Mr. Big es su talón de Aquiles, a medio camino entre el cinismo y el romanticismo, volviendo siempre a él para hacer lo que ella siempre criticaría en otras mujeres: renunciar a su independencia.
- Miranda: Hay que aceptar que vivimos en una cultura que impone patrones de belleza imposibles.
- Carrie :Sì pero a los hombres les parece posible
- Charlotte: No puedo abrir una revista sin verme gorda, gorda, gorda
(Charlotte odia sus muslos, Miranda le dice "dame tus muslos y te doy mi cuello", Carrie dice a Miranda que le de su cuello y ella le darà su nariz.... todas se quejan de si mismas, menos Samantha y todas esperan la lamentela de Samantha)
- Samantha: ¿Què?
- Carrie: ¡pues vamos!
- Samantha: ¿Que pasa si me gusta como soy?
TEN SEXO COMO UN HOMBRE, ES DECIR, SIN SENTIMIENTOS
No entendí. ¿Todos los hombres querían en secreto que sus mujeres fueran promiscuas y emocionalmente distantes? Y si realmente estaba teniendo sexo como un hombre, ¿por qué me sentía tan insegura?
- Carrie -
Las mujeres emancipadas asumen que son tratadas sexualmente sólo como objetos de placer, de modo que los hombres son capaces, casi por instinto natural y animal, de disociar el amor del sexo, y por tanto, tener sexo sin sentimientos. Esto es en parte cierto, porque el sexo pertenece a la esfera física y externa, mientras que el amor es un resultado espiritual, psíquico e interno. Haber vinculado el amor, que es el final de un viaje, al sexo, que es el punto de partida, ha hecho que las relaciones humanas sean desequilibradas, falsas, esquizofrénicas, neuróticas. Por eso, a menudo tenemos que fingir amor para poder tener sexo. Es el moralismo social el que ha negado a la mujer su dimensión de transgresión, permisible sólo para la mujer libertina, mientras que la mujer buena se priva de esta dimensión indispensable para su hombre. Virginia Woolf lo había entendido bien, como Carrie: las buenas mujeres privan a los hombres de sus instintos más puros y salvajes, los instintos animales sin los cuales no pueden ser buenos, mientras que la mujer libertina y pervertida les devuelve este instinto. No es de extrañar, pues, que los hombres, sobre todo los buenos, también busquen en secreto un poco de transgresión.
LA PUTA ES SOLO UN HOMBRE SIN ESCRUPULOS
Carrie se considera una antropóloga sexual y trata de comprender al hombre teniendo sexo como un hombre, es decir, sin sentimientos. Se presenta la oportunidad perfecta: Encuentra a Kurt, un ex suyo que encarna a la perfección el ideal de hombre que solo quiere sexo sin ataduras y que la había convertido en un mero pasatiempo sexual engañándola. Carrie lo seduce y le devuelve el favor: lo utiliza como un objeto. Esto la hace sentir poderosa y ella confunde ese poder con el feminismo, pero ella no es más que otro hombre vestido de mujer, la mujer se rebaja al nivel del hombre y copia los defectos machistas, aquellos que tanto critica y desprecia. En muchas ocasiones en la serie, las mujeres simplemente juegan el juego de los hombres y son mujeres que piensan como hombres. No se trata de igualdad de derechos, sino más bien de un aplanamiento de estándares y una nivelación de vicios y defectos. Carrie finalmente descubre que Kurt no sólo no se siente ofendido, sino que está feliz de haber sido utilizado, asì ella queda decepcionada por su falsa apariencia de poder sobre el hombre. Entonces Carrie conoce a Mr. Big, un camaleón sentimental que pone en jaque sus teorías al confesar que un hombre sólo puede tener sexo con sentimientos si está enamorado. Aquí surge el amor como aquella promesa eterna en la que es grato y apropiado creer.
NO HAY MUJERES FEAS, SOLO MAL VESTIDAS
Carrie Bradshaw arruinó a toda una generación de chicas que veían en ella un prototipo de feminidad imitable, pero no lo es. Aquí están los 5 falsos mitos que nos dejó el ícono de Carrie:
1. Carrie es una mujer común y corriente, nada especial, ni siquiera puede ser catalogada como una belleza, es solo que siempre está bien vestida y bien maquillada, luego encima tiene un arco iris de peinados que le favorecen todos, tanto cortos como largos, ondulados o lisos, sale de la cama por la mañana con el pelo como recién salido de la peluquería; entonces siempre usa zapatos que le den personalidad, pero no siempre puedes vivir con tacones de 12cm todo el día y todos los días.
2. En la serie vemos que come de manera desordenada, sobre todo cuando está nerviosa y lo peor es que no engorda nunca, so es una chica de gimnasio y tiene un cuerpo atlético, es su constitución biologica, su fortuna. Dime ahora ¿cuántas falsas esperanzas puede esta cosa infundir en los que quieren seguir dietas?
3. Otro de sus falsos mitos: se gana la vida escribiendo una columna en un periódico, lo que le permite alquilar un monoambiente y arrasar en las fiestas más caras y los locales de alta sociedad (que conste: un buen artículo hoy cuesta 50 dólares, solo si lo escribes para los periódicos más prestigiosos; si no, solo te dan 10 dólares, mientras que un monoambiente cuesta nada menos que 500 dólares).
4. Mientras todas las mujeres buscan el amor de su vida, Carrie es buscada por Mr. Big, cuyo misterio es que este hombre no existe en la realidad (es demasiado para ella) y ¿de quién sería la culpa si todas lo esperan un hombrea asì?
5. Para una mujer la amistad es la mitad de su alma, pero ella tiene 3 amigas en lugar de una y ella es el perno y centro narrativo de su unión, aun así es la más egocéntrica y siempre evolucionará de manera negativa (and just like that) hasta convertirse en una escritora famosa y snob, pero a nadie le gusta estar con un snob. Sin embargo, lo que nos hace creer es que sus amigos, su novio y todos los que la rodean pueden realmente tolerar sus arrebatos y comportamiento histéricos e infantiles. Las personas que se comportan como Carrie Bradshaw, en realidad, a menudo las manda a la mierda, pero afortunadamente para ella, tiene verdaderas amigas.
En conclusión: Carrie es la figura perfecta de un feminismo que no es real, ni coherente, ni concluyente, ni correcto, ni posible y, por tanto, mucho menos imitable.
- Miranda: Cuando llegas a los 35, te dices: "¿Por qué conformarte?".
He salido con esos tipos: gordos, bajitos y pobres. Al final, es lo mismo. Son igual de egoístas y groseros que los guapos.
- Charlotte: Cuanto más viejas nos hacemos, más exigentes nos volvemos, pero hay muchos menos hombres.
- Carrie: Chicas, ¿por qué somos tan cínicas? ¿Ya no hay romanticismo?
Samantha: Si un hombre se enfada en el trabajo, tiene los cojones bien puestos; si una mujer lo hace, le dicen que es histérica.
EL LADO FEO DE LA BELLEZA
"Si tan solo una foto de una mujer pudiera poner en crisis a personas racionales, ¿qué poder tenía exactamente la belleza? Me parece muy interesante que cuatro mujeres hermosas en carne y hueso pudieran intimidarse por fantasías superficiales" (como fotos de modelos publicitarias). Esta reflexión de Carrie plantea el enorme problema psicológico que la publicidad ha impuesto a las mujeres de hoy, quienes deben encajar en ciertos cánones de belleza, de lo contrario, no existen; sí, deberían esconderse y no ser vistas como tan feas. Pero es la misma mujer quien promueve esta atroz batalla contra su cuerpo, cada vez que critica y juzga a otras mujeres... y este es uno de los pasatiempos favoritos de las mujeres. De hecho, la vejez es el infierno de las mujeres porque no hay lugar para la belleza, su paraíso. Carrie, accidentalmente y por casualidad, pasa la noche durmiendo con un modelo, Derek, y descubre que, aunque es guapo, es un chico solitario. Entonces comprende que la belleza es fugaz, pero hace una comparación superficial: "Empecé a comprender que ser bella es como tener un apartamento de alquiler controlado con vistas al parque: completamente injusto y generalmente concedido a quienes menos lo merecen... Me retracto de lo dicho. La belleza es fugaz, pero un apartamento de alquiler controlado con vistas al parque es eterno". Como suele ocurrir, no hay espacio para la belleza interior, esa que perdura para siempre más allá del apartamento. Carrie hace reflexiones profundas, pero conclusiones muy superficiales. Es aquí donde Mr. Big aparece irónicamente y vuelve a poner a Carrie en jaque mate: «Hay muchísimas mujeres increíbles en esta ciudad (sobre todo modelos), pero la cuestión es que, después de un tiempo, quieres estar con la que te hace reír», es decir, la que tiene un alma hermosa, belleza interior.
TE AMO, PERO ME AMO MÁS A MÍ MISMA - Samantha -
Samantha tiene una agencia de relaciones públicas, es la más segura de sí misma y la más desinhibida sexualmente: Ella es quien, en sus palabras, tiene “sexo como un hombre”, es decir, sin implicación emocional, porque aunque es segura de sí misma y está sexualmente liberada, tiene un profundo miedo a las relaciones románticas. Es conocida por su franqueza, carisma e independencia. Ella es segura y se ama a sí misma, lo que hace que muchos la odien, pero ella sabe que eso es pura envidia de su espontaneidad, algo que la gente falsa no soporta. Samantha suele ser impetuosa y directa, pero también muy leal con sus amigas. Ella siempre está dispuesta a apoyar a sus amigas, incluso cuando sus elecciones son diferentes a las de ella, porque es la más madura y equilibrada, sabe lo que quiere. Ella se define como trysexual, es decir, está dispuesta a probarlo todo al menos una vez, y por eso también se entrega al amor lésbico porque, como dicen sus amigas, no hay hombres con los que haya soñado. A lo largo de la serie, Samantha evoluciona, comienza a enfrentar sus miedos y a abrirse a la posibilidad de una relación más profunda, y finalmente aprende a amar y dejarse amar. Aunque no sea imitable, sigue siendo uno de los personajes más admirados y queridos de la serie.
CASADOS VS. SOLTEROS
El episodio se centra en las personas casadas, vistas como un grupo que se mantiene unido para proteger su estabilidad, ya que las mujeres, especialmente, ven a las solteras como una amenaza potencial: encontrar un hombre casado es garantía de estabilidad. En otra publicación, analizamos la necesidad de transgresión, especialmente por parte de los hombres, y la buscan incluso con amantes y prostitutas. Carrie afirma: «En todo matrimonio, hay una habitación que plantea la pregunta: '¿Cuánto tiempo queremos ser solo nosotros dos?'... Cada día, millones de personas sufren por la monogamia. No se conoce una cura». ¿Recuerdan la fiesta que organizó Sean para presentar a Carrie a sus amigos? Parecía un Arca de Noé (solo parejas casadas y mujeres celosas protegiendo a sus maridos delante de dos solteras: Samantha y Charlotte). En esa fiesta, Samantha reconoció a varios hombres casados con los que se había acostado. Recordemos la conversación entre ella y Miranda en otra ocasión:
- Samantha: Todas las parejas casadas terminan por dejar de tener relaciones sexuales.
- Miranda: Eso no es cierto, has tenido sexo con mucha gente casada.
- Samantha: ¡Por eso lo sé!
Así que el problema con la gente casada es el sexo (el matrimonio es la tumba del sexo), pero lo esconden tras su estabilidad social; el problema con la gente soltera es lo contrario.
Carrie Bradshaw: "Entonces, ¿tu y yo quizàs vamos en serio?"
Mr. Big: "Quizás".
El chico correcto es una ilusión, tienes que empezar a vivir tu propia vida.
- Samantha -
Si analizamos esta frase, quizá empecemos a comprender el agujero negro de ilusiones en el que se ha encerrado Samantha: para ella, el hombre adecuado no existe, es una ilusión, así que alternativamente convierte toda su vida en una ilusión, viviendo como un hombre decepcionado que desafía todo y a todos. Carrie dijo: "Samantha tenía el tipo de confianza en sí misma engañosa que llevó a hombres como Ross Perot a postularse para presidente". Mientras Ross Perot pensaba que podía hacer cualquier cosa con dinero, Samantha pensaba que podía alcanzarlo todo a través del sexo, pero esto también era una ilusión.
Una de las mejores cosas de vivir en una ciudad como Nueva York es poder escaparse.
- Carrie -
En nuestra búsqueda de identidad personal, cada uno de nosotros absorbe el entorno que nos rodea y toma de él algunos sustitutos que llenan nuestros vacíos: la fuerza de mi equipo de fútbol, la belleza de mi actor favorito, la armonía de mi grupo musical, el misterio de la iglesia donde rindo culto, el poder de mi ciudad, etcétera. Todas estas etiquetas son sólo paliativos que usamos para sentirnos mejor. Sex and the City es un himno de grandeza a la ciudad de Nueva York y quien mejor creó un ícono de lo sublime de Nueva York fue Woody Allen. No olvidemos que en esta serie el punto focal y central es la isla de Manhattan que de alguna manera refleja simbólicamente lo que todos somos: islas que intentamos relacionarnos sin perdernos nunca en el otro porque primero nos perdemos en nosotros mismos. En la masa, la gente se disuelve, ya no tiene personalidad, pero incapaces de afrontar su soledad interior, se sienten bien y seguros hacinados en esas junglas de cemento llamadas metrópolis, aunque permanezcan siempre solos por dentro.
SOY SOLTERO POR DESICION DE LOS DEMAS
Uno de los temas recurrentes en la serie es el enfrentamiento y la lucha entre solteros y casados. Carrie lo expresó bien cuando dijo: “Tal vez la lucha entre solteros y casados sea como la guerra en Irlanda del Norte: somos más o menos iguales, pero de alguna manera hemos terminado en bandos opuestos”. Los solteros se enorgullecen de su libertad e independencia, pero a menudo buscan relaciones (es su instinto natural de comparación con el otro, la única manera de crecer internamente), mientras que las personas casadas se enorgullecen de su estabilidad y fidelidad, pero a menudo demuestran un anhelo nostálgico de más libertad e independencia. En el fondo, el problema es el miedo a estar solos con nosotros mismos, que nos empuja a permanecer en relaciones sentimentales insatisfactorias, o a ahogarnos en compromisos, actividades sociales y laborales, distracciones de redes sociales y la búsqueda de compañía y pasiones desechables. Lo que no se dice es que tanto las personas solteras como las casadas deben afrontar su propia soledad, incluso las personas casadas a menudo se encuentran solas a pesar de estar en compañía, porque la soledad es un estado mental esencial a la propia identidad. Sólo quien sabe estar a solas consigo mismo puede disfrutar de la compañía. De lo contrario, estar solo se convierte en una condición psicológica cuando uno la soporta y no la supera.
Quizás todos los hombres sean una droga:
A veces te deprimen y a veces, como ahora, te hacen volar.
- Carrie -
EN EL AMOR NADIE ES ADULTO
"Los hombres de cuarenta y tantos años son como el crucigrama dominical del New York Times: complicado, engañoso, y nunca estás realmente seguro de haber adivinado la respuesta". Carrie hace algunos cálculos sobre la escala de edad, los llamados hombres maduros en realidad son demasiado experimentados o heridos, por lo tanto tímidos y nunca descifrables. Charlotte había adivinado: "Cuanto más tiempo pasa, más se reduce nuestra selección a un grupo pequeño, por desgracia". Ese pequeño grupo está formado por personas o bien demasiado heridas por demasiadas decepciones, o bien personas con un carácter insoportable que nadie las quiere, o bien personas que ahora están consolidadas en su soledad como solteros confirmados, desilusionados no quieren nada serie o comprometido. Esto lleva a las mujeres de mediana edad a jugar con veinteañeros, como dijo Carrie: "¿Son los veinteañeros como el éxtasis? Samantha, Miranda y yo consumíamos ocasionalmente chicos de veinte, pero ¿no nos estábamos metiendo en algo que sería abrumador? Nos atraían hombres más jóvenes por varias razones, pero no pude evitar preguntarme: ¿Qué veían en nosotras?". Los jóvenes ven a las mujeres maduras como sexo libre, mujeres que saben lo que quieren, mentoras con las que pueden experimentar, aprender y crecer. De manera freudiana, también las ven como una madre sin tabúes. Tener relaciones sexuales con mujeres u hombres jóvenes es un tabú porque uno no quiere admitir que busca en ellos su juventud perdida. Carrie concluye acertadamente: «Acababa de entrar en un capítulo interesante de mi vida: era demasiado mayor para los chicos de mi pasado y demasiado joven para los hombres de mi futuro».
En el amor todos siempre tenemos que aprender algo, nadie es experto.
¿UNA MENTE ABIERTA FUNCIONA A 360°, COMO EL SEXO?
Uno de los episodios más memorables es el 4° de la primera temporada, cuando Charlotte se muestra insegura y se ve atrapada en la duda sobre una petición de sexo anal. La noticia golpea fuerte a las cuatro amigas, por lo que inmediatamente forman un bastión del consejo de mujeres.
Las prácticas sexuales son una cuestión de gustos, y no hay disgusto en el gusto si cada uno se atiene a su propia opinión y nunca quiere imponer sus propios gustos a los demás. Es una cuestión personal y subjetiva. Carrie no se arriesga, es periodista y por eso hace más preguntas que respuestas. Miranda, por otro lado, como abogada, ve el sexo anal como una cuestión de dominio y poder: «Si te lo mete, habrá un desequilibrio de poder, y al final, o gana él o ganas tú. Así que hay quienes dicen que 'quien tiene la polla tiene el poder', pero el problema es: si te lo mete por el culo, ¿te respetará más o menos? ¡Esa es la cuestión!». Pero las mujeres también tienen el poder de decir no, y esto ha creado un tabú al que el poder de los hombres siempre sucumbe. De hecho, a menudo se le llama sodomización porque se considera erróneamente como someter al otro a la fuerza, sin considerar el componente de placer consensuado para ambos. Sigue siendo pues una visión típicamente animal. Samantha, en cambio, es más práctica, funcional, desinhibida y da las respuestas más fluidas y naturales, como una niña. Cuando habla, resulta desconcertante: «Mira, solo digo que esa también es una parte del cuerpo que fue creada para experimentar. Experimentar es fabuloso... Por delante, por detrás, qué más da, un agujero es un agujero». ¿Y Charlotte? ... Charlotte es a menudo una tonta fingida que se esconde detrás de su puritanismo legal, pero entendió la esencia del problema y lo demuestra en su respuesta:
"Me temo que si no lo hago, me dejarás, y si lo hago, seré la que se gusta el sexo anal. Y no quiero ser la que le gusta el sexo anal porque, ya sabes, los hombres no se casan con chicas que lo hacen por detrás. ¿Quién ha oído hablar de la Dama que Hace Sexo Anal?" Se ve el problema moral: a la mujer buena se le ha negado la oportunidad de vivir su dimensión transgresora, por lo que el hombre que la necesita encuentra la transgresión en su amante, mientras que la esposa termina siendo solo madre de hijos y, psicológicamente, el hombre no experimenta placer en tener sexo con la figura materna, por lo que el matrimonio a la larga se convierte en la tumba del sexo. Charlotte se preguntó en qué momento las relaciones se habían vuelto tan complicadas. Añoraba los días en que a la cena le seguía el postre, no el lubricante.
TODOS SOMOS PROSTITUTAS - Karl Marx -
Carrie se siente en deuda con Amalita tras haberle regalado un par de zapatos, salvándola de quedarse sin tarjeta de crédito. Por lo tanto, no puede rechazar su invitación a cenar. Amalita es una mujer encantadora que frecuenta clubes y fiestas de lujo, así que es un honor para Carrie aceptar la invitación. Lo que Carrie no sabía es que estos regalos eran una trampa, porque en realidad, Amalita es un proxeneta que liga con mujeres de clase alta y las ofrece a sus clientes adinerados de forma discreta, silenciosa y diplomática. Carrie muerde el anzuelo y, en esa cena, queda cautivada por un atractivo arquitecto francés y pasa la noche con él. Por la mañana, encuentra 1000 dólares en la mesita de noche: el pago por sus servicios. Carrie sin saberlo se ha convertido en una prostituta de lujo. Karl Marx dijo que todos siempre vendemos algo: el granjero vende la fuerza de sus brazos, el cantante vende su voz, la modelo vende su imagen, la prostituta vende pasiones, el sacerdote vende esperanzas, el político vende promesas, etcétera. ¿Qué vendió Carrie? ¿Su ingenuidad, su soledad, su gratitud, o simplemente pagó sus zapatos recibiendo otros 1000 dólares con interés sexual? La reflexión entre amigas tiene algunas conclusiones fascinantes:
- Carrie: Teníamos una conexión fantástica. Luego me deja dinero. No lo entiendo. ¿Qué tengo de especial que me grita "puta"?
- Miranda: ¿Además de los mil dólares en la mesita de noche?
- Samantha: El dinero es poder. El sexo es poder. Así que recibir dinero por sexo es simplemente un intercambio de poder.
- Miranda: No le hagas caso a Camille Paglia, la zorra de la ferretería.
Samantha: Tenemos derecho a usar cualquier medio para obtener poder.
Miranda: Bueno, menos acostarnos con alguien.
Samantha: ¿No es eso precisamente lo que te ayuda a competir?
Charlotte: ¡Vamos, eso sería explotación!
Samantha: Entonces, definitivamente es legítimo para los hombres.
Carrie: Entonces, estás invocando un doble rasero: las mujeres pueden usar su sexualidad para progresar, pero los hombres no deberían aprovecharse de ella. ¿Entiendo bien?
Samantha: Solo digo que hombres y mujeres tienen las mismas posibilidades de éxito. Sigue mi razonamiento con atención. Entonces, el dinero es poder, el sexo también lo es, así que un trato de dinero por sexo es simplemente un intercambio de poder.
Miranda: Ten cuidado, esto se llama mistificación.
Samantha: Querida, los hombres dan y las mujeres reciben; biológicamente, está escrito así.
EL AGUJERO NEGRO DE LAS COMPRAS
"He decidido profundizar en mi teoría de que comprar es una forma de liberar el subconsciente creativo". Esta cita de Carrie, como siempre, es su autosugestión mental, que la convence de que está haciendo lo correcto y después termina haciendo algo mal. Todo lo que crea una adicción (alcohol, sexo, drogas) es patológico, así que incluso el amor es una patología si es una adicción, al igual que la manía compulsiva de comprar. Comprar puede generar una sensación inicial de emoción y placer, que se desvanece rápidamente, dando paso a sentimientos de culpa, vergüenza y remordimiento. La presión social, la publicidad y los patrones de consumo pueden influir en el comportamiento, pero en última instancia, se trata del malestar interno y psicológico de la persona: la ansiedad, la depresión, la baja autoestima, la sensación de vacío y la insatisfacción pueden ser factores desencadenantes o agravantes. Por otro lado, la gratificación consumista es el leitmotiv de las vidas de las cuatro protagonistas, y en especial de Carrie, quien más lucha por determinar su éxito financiero y profesional. Carrie es un desastre administrando sus finanzas, tanto que en la cuarta temporada, cuando se ve obligada a comprar su propio apartamento, su amiga Charlotte le presta el dinero. A pesar de ello, una gran parte de su salario sigue destinándose a zapatos y bolsos de marca. Desde una lectura algo radical, se podría decir que Sexo en Nueva York plantea preguntas sobre las consecuencias del capitalismo en la vida privada de este nuevo ejército de mujeres atractivas, libres y adineradas.
LA VAGINA ES EL PORTAL DE LA EXISTENCIA
Neville Morgan, un artista del norte del estado de Nueva York, invita a Charlotte a visitar su granero. Charlotte es invitada a posar para el artista, quien está creando una serie de pinturas sobre la vagina: ¡una experiencia revolucionaria! «La vagina. La fuerza más poderosa del universo. La fuente de la vida, de todo placer y belleza». Esta teoría del pintor Neville podría parecer extraña, excéntrica, incluso una justificación para una obsesión morbosa y sexual, pero en realidad, el útero de la mujer es la fuente de la existencia humana, y la palabra «vulva» proviene del vacío, que es la misma configuración del universo, donde un agujero negro es la fuente de la nada de todo lo que existe.
El final del capítulo es divertente cuando todos los amigos de la galería sienten curiosidad por descubrir qué pintura corresponde a la vagina de Charlotte en la colección de pinturas... pero la sorpresa es que Charlotte tiene tanta personalidad que Neville incluso pintó un tríptico para ella.
PD: El tríptico, al estar compuesto de tres partes, puede ampliar el significado de la obra, permitiéndote explorar temas o detalles adicionales que no serían posibles en una sola imagen.
"Dicen que una imagen vale más que mil palabras, pero en este caso, me quedé sin palabras." - Carrie -
CALCOLARE LA PASSIONE SENZA PASSIONE
Un altro meraviglioso dialogo tra donne. Carrie sta per uscire con Mr Big, ma il suo vestito scoperto scopre a grida la sua voglia di sesso.
– Charlotte: Io credevo che facessi sul serio con lui. Non puoi andarci a letto al primo appuntamento!
– Samantha: Eccola con le sue regole. Le donne che hanno scritto quel libro non se le scopava nessuno. Hanno inventato queste stupide teorie per far sentire in colpa quelle che scopano.
– Charlotte: Se fai sul serio con qualcuno devi tenerlo sulla corda per almeno cinque appuntamenti.
– Carrie: Ah, sono aumentati!
– Charlotte: Certo! Perché il numero di appuntamenti da far trascorrere senza fare sesso è direttamente proporzionale all’età della donna.
– Miranda: Lascia stare la matematica, basta che non lo scopi la prima volta e va tutto bene.
– Carrie: La terza volta.
– Charlotte: Troppo presto. Se vai a letto con un uomo al primo appuntamento la relazione sarà solo sessuale.
– Samantha: Guarda la realtà. Un tizio ti può lasciare lo stesso, sia che lo scopi la prima volta o che aspetti la decima.
– Miranda: E quando mai hai avuto un decimo appuntamento?
– Charlotte: Almeno a quel punto sei coinvolta emotivamente.
– Samantha: Esatto, insomma, non è meglio saperlo subito se il sesso funziona prima di stare male emotivamente?
– Miranda: Il romanticismo non esiste senza del buon sesso!
- Carrie: Rimandare la gratificazione non è segno di maturità? Non posso farmi condizionare dalle regole. Io seguo le mie emozioni! Insomma, molte delle più grandi storie d’amore sono cominciate andando a letto al primo appuntamento, credo.
LA MONJA FRACASADA QUE DESEA AMOR (Y SEXO TAMBIÉN)
Charlotte York es el personaje que encarna el deseo de amor romántico y una vida de cuento de hadas, con especial énfasis en la tradición y la búsqueda del Príncipe Azul, el todo envuelto bajo un velo de moralismo un poco rigido. Es una galerista de arte, optimista, sensible y tradicional, a menudo en conflicto con su fragilidad emocional. Su rasgo más pronunciado es su moralismo: sigue las reglas y se escandaliza ante ciertas transgresiones de sus amigas, pero, por otro lado, se contradice al experimentar discreta y diplomáticamente con la sexualidad (como exploraremos en la próxima publicación). Esto la convierte en una puritana falsa y convencional en su círculo social. En resumen, Charlotte es un personaje complejo y multifacético, pero posee algunos rasgos hermosos, como su optimismo a pesar de las frustraciones que tendrá que soportar. A medida que el personaje se desarrolla, se convierte en una persona que crece y acepta la vida con sus imperfecciones, adaptándose y aprendiendo a superar sus prejuicios y a aceptar el amor en formas distintas a las que había soñado románticamente.
EL ROMPECABEZAS DE CHARLOTTE
Para nosotras, Sexo en Nueva York es, como dicen en latín, un verdadero compendio de la psique femenina. Dicho de otro modo, es un folleto donde encontramos las mil facetas de los cambios hormonales de una mujer, sus infinitas perspectivas de ver, sentir, intuir e incluso contradecirse (por eso es una serie recomendada especialmente para hombres; aquí se aprende mucho sobre cómo comprender el rompecabezas femenino). Muchos siempre hablan de estas cuatro mujeres como ejemplos positivos o negativos de feminismo o feminidad, pero en realidad, si las analizamos a las cuatro, tienen sus pros y sus contras, así que son mujeres en evolución. Veamos tres ejemplos, impactantes para nosotros, pero menos obvios o visibles:
1. Charlotte descubre que Miranda se masturba con un vibrador. Charlotte, la puritana o mojigata, dice: «No usaré esto, guardaré mi deseo por alguien a quien amo», siguiendo así siempre sus normas morales y éticas. Entonces, al ver el vibrador, la ingenua Charlotte dice: "¡Oh, mira qué tierno! Pensé que era un aparato espeluznante, y además es rosado, como para niñas...". Estos son sus impulsos infantiles neuróticamente reprimidos. Finalmente, la idealista Charlotte, una vez que se ha encariñado con el vibrador y lo ha convertido en una relación exclusiva y fielmente obsesiva, dice: "Mi vagina se rompió... metafóricamente, con el vibrador. Me temo que si sigo así, nunca volveré a disfrutar haciéndolo con un hombre". Charlotte hace lo que quiere con el vibrador y siempre tiene orgasmos sin los problemas que causan los hombres.
2. Carri confiesa que no ha tenido sexo con Mr. Big en tres días, y entonces la puritana o mojigata Charlotte dice: "La mayoría de la gente le da demasiada importancia al sexo; esa no es la parte fundamental de una relación". La idealista Charlotte dice que está saliendo con Kevin, pero no tienen sexo, solo besos y abrazos, y eso es lo que los hace especiales. Pero entonces, cuando Kevin se muestra impotente en la cama, la ingenua Charlotte lo deja porque no puede vivir sin sexo.
3. Sexualmente, Charlotte parece ser la chica decente, modesta, tímida e incluso torpe o ridícula (la mojigata). Su enfoque del sexo es el de una virgen victoriana (la idealista). En cambio, te sorprenderá saber que en la primera temporada de Sexo en Nueva York, mientras Samantha, la devoradora de hombres, se acostaba con ocho hombres, la santurrona de Charlotte (la ingenua) se acostaba con seis hombres (Carrie con cinco y Miranda con tres). Sin embargo, Charlotte lo hace como debe ser: para encontrar marido, así que se lava las manos (y la vagina) como Pilatos y siempre permanece inocente, modesta, justa, decente y con aire virginal. Para nosotros, es una falsa y puritana tonta que se engaña a sí misma por encima de todo. Samantha es mucho más sincera y transparente, pero aunque confiesa que tiene sexo por diversión, ¿nadie cree que sea la causa correcta?
PD: Charlotte tuvo los encuentros más transgresores sexualmente en la primera temporada: Sean, el ex de Carrie, alguien que le propuso sexo anal, Michael que quería sexo oral, otro que quería un trío, una aventura con un pintor judío, y en fin hizo la modela con su vagina para otro pintor. Podríamos llamarla tradicional y conservadora, pero para nosotros es todo lo contrario.
NO HAY NADA COMO LA MALA PUBLICIDAD
"¡Tranquila, cariño, tranquila! ¡Nadie en Nueva York se fija en un autobús hasta que está a punto de ser atropellado!"- Samantha -
Esta frase reconfortante que Samantha dirige a Carrie oculta la verdad. ¿Qué hace Carrie en sus artículos? Salpica barro, lágrimas, dolor, secretos íntimos, dudas y verdades demoledoras a cada ciudadano en las calles de Nueva York, justo lo que el autobús le hace a ella cuando el grafiti de un pene como micrófono en su boca le da a Carrie la voz para entender que son el amor y el sexo los que la están golpeando, salpicándola con el charco de sexo neoyorquino.
LAS 4 REINAS DEL TAROT
Resulta realmente curioso y singular analizar a nuestras cuatro protagonistas de Sexo en Nueva York comparándolas con las cuatro reinas del Tarot en los arcanos menores:
Miranda, Reina de Bastos, siempre buscando estabilidad y seguridad en su carrera (Tierra), siempre rígida (como un palo), lista para golpear y reprender con sus leyes, pero como reina sin rey, siempre está caótica, perdida; el palo no tiene raíces, es inestable.
Carrie, Reina de Espadas, siempre intentando cortar por la mitad sus pensamientos y reflexiones con el hilo afilado de la razón, siempre quiere comprender (fuego), pero en su afán de discernimiento (filo de la espada), a menudo lo quema todo y a todos. Como reina sin rey, y por lo tanto inconclusa, suele ser parcial, emite juicios subjetivos y a menudo se contradice (se corta con su misma espada o palabra).
Charlotte, Reina de Oro, para ella, el valor (oro) prevalece. Todo debe regirse por la moral (es el agua de la gestación), pero sin un rey, se hunde en un torrente de experiencias sin valor, de mal gusto y baratas, y como muchos moralistas, al final debe conformarse con algo de escaso valor.
Samantha, la Reina de Copas, vive de su corazón (la copa), que siempre rebosa de pasión y emoción. Por eso su elemento es el aire, una libertad que se extiende hasta el libertinaje. Por eso, sin un rey, corre el riesgo de ahogarse en su propia copa.
LAS MAMADAS SON UNA TRADICIÓN ORAL
- Miranda (a Charlotte): ¿Me estás diciendo que nunca haces esto?
- Carrie: Hace malabarismos, gira los platos, pero no hace mamadas. No es mi comida favorita, pero ya sabes, la pido de vez en cuando, y con el hombre adecuado, no me importa.
- Miranda: El sexo oral es genial para las mujeres; puedes venir sin preocuparte por quedarte embarazada. Pero si no se lo haces a él, ¿cómo esperas que te lo haga a ti?
- Samantha: ¡Y la sensación de poder es tan excitante! Es cierto, estás de rodillas, pero lo tienes agarrado por los huevos.
- Charlotte: No quiero.
- Miranda (a Charlotte): ¡Ay, no me digas! Es solo por eso que se lo hago, asì lo hace a mi...
Como dije antes, es cuestión de gustos, no de asco; cada uno hace subjetivamente lo que quiere y le apetece. Como la propia Charlotte le dice al hombre que le exige sexo oral: "¿De verdad querrías que hiciera algo que no quiero?". Esto sería egoísmo unilateral y explotación. Sin embargo, a nivel energético, la boca (Yang +) y los genitales (Yin -) son los puntos polares y extremos de la sexualidad. Al unirse, producen un circuito cerrado alterno (la clásica postura del 69). Aquí, la corriente energética es alterna, lo que significa que el diálogo (oral) entre la pareja a nivel físico es más profundo. ¿Imaginas cuando una pareja incluso no se besan màs y la unión de los genitales permanece? Es una relación similar a la prostitución: dura poco o el sexo es poco frecuente y tiene poca energía; de hecho, drena el alma. La aversión, el miedo, la repugnancia, el desprecio u otros sentimientos hacia el sexo oral son siempre una repercusión de un bloqueo psíquico en lo que Freud llamó la fase oral (beber, fumar, logorrea verbal, malas palabras, masticar chicle obsesivamente, anorexia, bulimia, taciturnidad, etc.)
EL AMOR NO ES CIEGO, VE CON CLARIDAD, LA PASIÓN ES CIEGA
Carrie Bradshaw, a pesar de ser una periodista sin escrúpulos con un don para captar cada matiz posible de las relaciones románticas de los demás, parece miope, o a veces ciega, al analizar su relación con Mr. Big. A lo largo de la serie, parece que ella es la que sufre, y él es el que oculta la verdad, egoísta, sin compromiso y emocionalmente inaccesible. De hecho, su nombre no aparece hasta el final (Mr. Big es la abreviatura de Big Love, porque Carrie lo reconoció como el amor de su vida desde el primer momento en que se miraron a los ojos), porque sin nombre, sigue siendo casi una entidad esquiva. Sin embargo, se encontraron en el lugar correcto en el momento equivocado: Carrie necesita estabilidad mientras él se recupera de un matrimonio inestable; ella quiere construir mientras él necesita descansar de los escombros. Ella crea un drama por un pedo que se tira en la cama y no aprecia la ligereza e ironía con la que él lo recibe. Actúa como una niña celosa del fantasma de su exesposa, incluso entrometiéndose con su ridículo deseo de conocer a su madre (¿qué hombre ateo acompaña a su madre a misa todos los domingos? Es demasiado perfecto para Carrie en la primera temporada).
Carrie, con esta premisa: «En una ciudad de infinitas opciones, a veces no hay nada mejor que saber que solo tienes una», ella confiesa que quiere poseer a Mr. Big como su único hombre y le da un ultimátum: «He estado en el carrusel, he pasado por las puertas giratorias, siento que he conocido a alguien con quien puedo quedarme quieta un minuto, y... ¿te quedas quieta conmigo?». Pero ella no ve que él está quieto, sobre todo, consigo mismo porque necesita reencontrarse. Para entenderlo mejor, deberíamos analizar la personalidad hermética de Mr. Big. Carrie con sus caprichos asfixia la espontaneidad de Mr. Big.
MR. BIG
Su verdadero nombre es John, que se revela solo al final de la serie, cuando se convierte oficialmente en un hombre con un amor verdadero. Mientras tanto, Carrie y sus amigas lo llaman Mr. Big, que significa eufemisticamente "gran amor" (El apodo "Big" proviene de su condición de figura imponente e inalcanzable, casi un "gran magnate" Mr Big=grande Señor, pero con doble sentido charlatan es un grande amorsote). Parece bastante introvertido y habla poco, a pesar de ser una persona de la alta sociedad porque trabaja en finanzas. Solo se le ve con algunos amigos del trabajo, su madre en la iglesia y Carrie. Un poco distante, un poco solitario; en un episodio, incluso aparece completamente solo durante una celebración de Nochevieja, aunque no le importa demasiado. Tranquilo, reflexivo y prudente. Es bien sabido que arma los pedazos de un matrimonio fallido (primera temporada). Es normal que sea un hombre decepcionado que camina con cuidado, mientras que Carrie corre como una mariposa, enamorada del amor, siempre dispuesta a buscar nuevas aventuras. Ella lo fascina porque tiene una vida plena, una mente llena de reflexiones y una interioridad que busca la profundidad; nunca se cansa de luchar por algo. Quizás ella lo complementa un poco. Carrie, quien ha hecho de la comunicación y las relaciones interpersonales su profesión, es mucho más extrovertida que él. Él es casi frío y a la defensiva.
Mr. Big y Carrie se encontraron en el lugar correcto en el momento equivocado, porque aún tenían que madurar. Hay que estar en el mismo punto de la vida para conocerse, estar en sinfonía y decidir seguir juntos. Pero ella estaba demasiado segura de sí misma, y él se sentía inseguro de ella. Màs adelante analizaremos la ruptura de su relaciòn (Cuando ella se traiciona, él la reconocerá como la indicada: entonces serán las personas adecuadas, aunque sea en el momento equivocado: la traición de Carrie con Mr. Big cuando ella estaba por casarse con otro).
El primer diálogo entre Mr. Big y Carrie es inolvidables:
- Mr Big: a que te dedicas?
- Carrie: dices a parte de salir a fiestas?
- Mr Big: Sì, queria saber en que trabajas
- Carrie: Este es mi trabajo, soy una antropologa sexual.
- Mr Big: Eres una prostituta?
PD: No olvidemos que la primera vez que se conocieron por casualidad, ella estaba recogiendo los objetos que habían caído de su bolso al suelo y Mr. Big, ayudándola a recogerlos, "cogiò" un paquete de condones y se los devolvió a ella.
LA MONOGAMIA ES CUESTIÓN DE ALMAS, NO DE CUERPOS
Carrie está confundida, en Mr. Big siente la necesidad de un solo amor, pero ve una realidad inquietante: "¿Tienen los hombres una aversión innata a la monogamia? ¿O es algo más? Me preguntaba, en una ciudad como Nueva York, con sus infinitas posibilidades, ¿se había vuelto la monogamia demasiado exigente?". La foto que incluimos para esta publicación parece contradictoria porque, además de docenas de encuentros casuales, Carrie tuvo cuatro grandes amores o relaciones ligeramente más estables en la serie, por lo que la monogamia no es ni masculina ni femenina, es simplemente infantil. ¿Por qué? Todos queremos ser vistos como únicos, extraordinarios, indispensables. Una parte de nuestro ego nos dice que somos un Dios digno de ser el único (esta es la raíz del monoteísmo); de esta adoración también surge el poder (esta es la raíz de la monarquía), y este poder necesita estabilidad (esta es la raíz de la monogamia). Pero el amor está en perpetuo conflicto con la monogamia, que es una cuestión espiritual, mientras que la pasión es una cuestión física, y somos biológicamente polígamos. Esto es lo que nos dice nuestra conciencia, que en nuestras fantasías más íntimas apreciamos y deseamos múltiples personas. El problema es que el amor, para crecer, requiere esta confrontación única y absoluta con otra persona: el otro, el amado, se convierte en quien solo puede ser, en lo absolutamente único. «No se puede amar a dos señores», dijo Jesús. Pero para tener amor monógamo, se necesita una obsesión psicótica (tener sexo con la misma persona toda la vida es para maniacos) y una dimensión espiritual que encuentra en el otro una dimensión infinita y, por lo tanto, libertad. El fruto de la monogamia es la libertad, pero la mayoría de quienes tienen relaciones monógamas se sienten limitados y condicionados porque no aceptan que necesitan crecer en la pasión y carecen de una dimensión espiritual, la única capaz de soportar el peso del amor. La monogamia es la fuerza del amor que se conforma con un solo amor, sabiendo que puede amar a muchos. Pero en una sociedad monoteísta, monárquica y monástica (la raíz del ego que quiere estar solo consigo mismo), un amor capaz de aceptar otros amores es imposible.
PD: ¿Es posible amar a dos personas? Por supuesto. ¿Amar a una y enamorarse de otra? Por supuesto. ¿Estar enamorado de dos? No, porque enamorarse es un viaje unidireccional de hormonas cerebrales. Con el enamoramiento, nace una fuerza terrible que tiende a fusionarnos y nos hace irreemplazables, únicos para el otro. La monogamia no es solo una unión física, sino también un vínculo de almas que al principio se confunde con una descarga hormonal química. Cuando las hormonas también desaparecen, el instinto de monogamia física permanece solo un valor espiritual, pero el fisico nos pide siempre algo màs.
Es increíble lo desinhibida que puede volverte una máscara.
- Carrie -
Nuestra conciencia no teme al pecado, solo teme ser juzgada mientras peca. Simplemente libera este miedo y emergen nuestros instintos más ocultos: animales y salvajes, demoníacos e incluso ingenuos. Pirandello exploró maravillosamente el concepto de identidad personal a través de las máscaras: «Dame una máscara y te mostraré quién soy». Hay muchos desinhibidores en nuestro inconsciente: el alcohol (un borracho suele decir la verdad), las drogas, la euforia, pero también, como en el caso de Charlotte, una fiesta transgresora con máscaras. Piensa en los carnavales donde la gente no se avergüenza de vestirse de mujer aunque sean hombres, porque son momentos exorcizados donde puedes decir lo que piensas o experimentar lo que sientes sin ser juzgado. No estás identificado, así que tu conciencia está a salvo. Piensa en las conversaciones en redes sociales, incluso los tímidos pueden actuar con audacia. Pirandello veía la vida como una representación teatral continua, en la que los individuos se cubrían las caras para interactuar con el mundo y con los demás. Incluso alguien como Charlotte, sin filtros y con máscara, estaba dispuesta a tener un trío sexual y a involucrarse con una mujer.
"Me di cuenta de que los tríos son tan populares solo porque son fáciles. Lo difícil es la intimidad." - Carrie -
TU SOLO NECESITAS DECIRME LA VERDAD
YO SOY LA ÚNICA QUE DICE LAS MENTIRAS
(lema de una abogado)
Miranda, racional y centrada en su carrera, es una abogada exitosa con una visión extremadamente cínica de la vida, y especialmente de los hombres, dispuesta a trabajar 15 horas al día solo para convertirse en socia del team donde trabaja. Por lo tanto, es una mujer escéptica, desconfiada, pragmática, racional y muy funcional. Sin embargo, cuando encuentra el amor, su personaje sufre una transformación: Miranda, quien se queda embarazada fuera de una relación estable, termina casándose con el padre del niño porque no se ve otra opción de final feliz. El trabajo, tan importante para ella, queda relegado a un segundo plano frente a su familia, y su hijo la obliga a encontrar un nuevo equilibrio entre el trabajo y la vida personal. En el décimo episodio de la primera temporada (El Baby Shower), cuando Miranda estaba en la cúspide de su emancipación femenina, recordamos la fiesta de embarazo de Laney, donde la misma Miranda profetiza con amargura: «Quizás sea la madurez o la sabiduría que llega con la edad, pero la bruja de Hansel y Gretel... es muy incomprendida. Es decir, la mujer construye la casa de sus sueños y estos mocosos vienen y se la comen». Así que su querido apartamento de Manhattan es abandonado por un clásico hogar infantil en Brooklyn.
4 MUJERES, 2 PUNTOS DE VISTA, 1 MAPA EMOCIONAL
Quienes ven esta serie superficialmente solo ven un programa frívolo que entretiene explotando el sexo y la solidaridad entre mujeres, promoviendo la emancipación femenina, la moda, el consumismo y la vida fácil. Pero Sexo en Nueva York es mucho más: es una mirada cruda y cruel a la perspectiva femenina, acompañada de una ironía mordaz y una sincera comprensión emocional. Se requiere una mirada verdaderamente introspectiva para comprender entre líneas las infinitas facetas de la psique femenina, lo que Freud llamó el continente perdido. Carrie, Samantha, Charlotte y Miranda son como los puntos cardinales, 4 maneras y mundos de vivir y ver tanto el mundo del amor como el amor del mundo, por lo que hay espacio para que cada mujer se encuentre a sí misma, reflejada y reconocida, o revele las huellas, los rasgos y los reflejos de todas las mujeres, incluso en sentido contrario, es decir, mujeres que, siendo totalmente los opuestos a las 4, nos enseñan a no caer en la incertidumbre de Carrie, la ligereza de Samantha, la intransigencia de Miranda o la frivolidad de Charlotte.
CARRIE MARCA TERRITORIO EN TIERRA DE NADIE
"A la mañana siguiente, en casa de Big, empecé a pensar. Si las cosas que dejamos atrás se convierten en los restos arqueológicos de nuestra historia sexual, tenía derecho a dejar algo aquí. Los hombres prehistóricos dejaron grafitis en cuevas para demostrar su existencia. Dejé un secador de pelo. Y no solo eso. Puede que el hombre haya descubierto el fuego, pero la mujer descubrió cómo jugar con él". Carrie predica independencia y libertad, pero emocionalmente es una niña, y cuando encuentra a un hombre independiente, como Mr. Big, lo obliga con sus métodos furtivos y ambiguos a declarar su dependencia de ella. Dejar el secador de pelo, un par de calzones, cepillos de dientes y otros objetos en el apartamento de Big es una forma invasiva, violenta y egoísta de enmascarar territorio, de plantar una bandera de conquista, posesión y dominación.
Carrie es una especie de olla a presión que, para no desagradar a ningún hombre, a menudo se muestra tan afectada como una niña. Sus arrebatos fuera de este registro la convierten en el prototipo de la mujer que en cierto momento explota y hace locuras, excesivamente emocional, neurótica, impulsiva, irracional, poco objetiva y propensa a dejarse dominar por los sentimientos y las emociones: una caricatura terrible que siempre espera a que un hombre venga a salvarla, lo que de hecho sucede varias veces y también sirve como conclusión de la historia televisiva.
Por todo lo que hace o le sucede, incluso lo más horroroso, Carrie presenta un monólogo cómico que Samantha, Charlotte y Miranda deben presenciar y en el que deben participar: el resultado es a menudo —y de nuevo— hilarante, pero nada reconfortante, porque se niega la comprensión, quizás triste, pero necesaria para la evolución.
LA NORMALIDAD ES UN CONCEPTO ANORMAL
"Es extraño cómo la normalidad a veces te incomoda." Carrie
Carrie reflexiona sobre lo extraña que es la normalidad, lo incómoda que nos hace sentir cuando descubrimos las cosas tal como son. Una cosa es conocer a un chico en una discoteca entre las luces tenues y soñadoras, la música y las bebidas alegres; otra muy distinta es encontrarlo en casa, una casa desordenada con platos sucios, un baño manchado y sin papel higiénico. Así que deberíamos preguntarnos lo contrario: qué extraño es que creamos que el mundo de apariencias que nos cuesta construir es normal. Cuanto más sabemos de las cosas, más verdaderas son, pero no nos gusta la verdad. De hecho, Carrie concluye sus pensamientos con otro aforismo: "Las relaciones están bien hasta que se conocen". Sexo en Nueva York construye un mundo imaginario o arquetipo de mujer soltera y trabajadora, y debemos afrontar la idea de que eso no es bueno porque legitima la representación de una mujer adulta, ciertamente capaz de muchas cosas, pero completamente incapaz de cuidar de sí misma, más allá de su vestuario y su cabello. La realidad de la mujer trabajadora e independiente es mucho màs cruel que la vida de fiestas y lujos que nos muestra la serie.
¿CUÁNTO ME AMAS?
¿Alguna vez han visto en la vida de una pareja esa pregunta y esa duda persistente que a menudo surge: "¿Cuánto me amas?". O uno dice: "Te amo muchísimo" y el otro responde: "Yo te amo aún más". Pero ¿por qué? Brooke le dio la respuesta a esta fatídica pregunta a Carrie cuando dijo: "Es mejor casarse con alguien que te ame más que tú a él". En el amor, siempre hay quien ama más, y parece que quien más sufre puede volverse esclavo de quien ama menos. Por eso el consejo de Brooke se convierte en un cálculo mezquino y maquiavélico: usar el amor como prisión o arma de poder. Sabemos que el amor es adictivo, pero todo lo adictivo es patológico, no solo las drogas, el alcohol, el tabaco, sino también el amor. El amor verdadero es libertad, no dependencia; nadie es esclavo del placer ajeno. Las personas maduras y espirituales llegan a comprender que el amor no es una cuestión de cantidad (¿cuánto me amas? mucho, poco, nada) sino de calidad (siempre, a pesar de todo, incondicionalmente).
LA ZAPATILLA DEBE AJUSTARSE A LOS PIE DE CENICIENTA
Samantha por fin encuentra a alguien que no solo le toca los genitales, sino también el corazón. Le gusta mucho James, pero tiene un problema: los genitales también tienen que encajar, son como el zapato de la cenicienta. Cuando las dimensiones son extremas, ya sean grandes o pequeñas, surgen problemas, y como dice Samantha: El sexo es el barómetro de lo que está pasando en una relación. La conversación en la que les confía su decepción a sus amigas es fabulosa:
– Samantha: James tiene el pene pequeño.
– Carrie: Bueno, no es el fin del mundo.
– Samantha: Es muy pequeño.
– Miranda: ¿Cuánto?
– Samantha: Demasiado pequeño.
– Carrie: El tamaño no lo es todo.
– Samantha: ¿Siete centímetros?
– Carrie: Bueno...
– Samantha: Y erecto.
– Carrie: ¡Mmm!
- Charlotte: ¿Pero besa bien?
- Samantha: ¡Qué te importa si tiene un cosito como un lápiz!
Miranda: Espera, no nos perdamos en el problema, puedes superarlo.
Samantha: No quiero superarlo... ¡Me gustan las pollas grandes!
No hay mejor manera de terminar que con otra cita de Carrie: «Llega un momento en toda relación en que el romance da paso a la realidad».
EL AMOR ES UN FRUTO, SE ADQUIERE CON EL TIEMPO
El mayor error que cometemos es confundir el amor con la pasión. El amor es una fruta, y sabemos bien que una fruta es lo último que crece en una planta o un árbol; antes de eso, hay una serie de eventos y fenómenos que requieren tiempo para evolucionar y materializarse. Carrie, como la mayoría de la gente, desea un compromiso eterno de inmediato, seguridad absoluta. Tiene una necesidad infantil de sentirse la elegida, la diosa, la única, mientras su relación aún está en pañales. Entonces reflexiona y se convence de que es la persona indicada sin ningún mérito: "Estuve despierta toda la noche dudando de mi fe en la fe. Es decir, ¿acaso no siempre había tenido fe? Fe en que me dejaría entrar en su vida, fe en que me diría 'Te amo'. Se fue y llorè durante una semana. Entonces me di cuenta de que tengo fe, fe en mí misma. Fe en que algún día conoceré a alguien que esté seguro de que soy la indicada". A veces la cuestión no es si él o ella es la persona adecuada, sino si es el momento adecuado para serlo, porque el tiempo es el factor decisivo en el amor, y hoy, en la era del consumismo, no sabemos esperar al tiempo, el único que dice la verdad y revela quién tenía verdaderamente razón, porque el tiempo todo lo dice.
UN PEQUEÑO DEFECTO QUE CAUSA UN GRAN TRAUMA
Después de dos meses, a pesar de toda su dulzura y encanto, Samantha aún no había aceptado el pequeño defecto de James: su pene. Por desgracia, siempre habrá incompatibilidades en una pareja, ya sean físicas, de carácter o psicológicas. No somos perfectos, y es casi imposible encontrar a la persona que encaje a la perfección con nuestro ideal. El amor, sin embargo, tiende un puente; si esa brecha no se convierte en un océano, entonces tenemos que volver a la normalidad y rendirnos. Samantha tenía en parte de razón cuando dijo: «Para mí, cualquier tipo de relación se basa en mentiras e ilusiones mutuamente aceptadas». Por desgracia, a menudo la otra persona aún no es capaz de aceptar ciertas verdades, y hasta que llega esa madurez, nos vemos obligados a guardar esas verdades como piedras en los zapatos. Carrie reflexionó y dijo: "¿Tenía razón Miranda? En nombre de nuestra emancipación y sinceridad mutua, ¿quizás hemos excedido los límites de la decencia? ¿Aún hay ciertas cosas que nunca se deben decir en una relación?". Samantha finalmente decide decir a èl la verdad: "¡James, tu pene es demasiado pequeño!". ¿Y qué hace él? Las personas inmaduras reflejan sus problemas en los demás, así que James responde: "¿Se te ha ocurrido alguna vez que quizás el problema es tu vagina demasiado grande?".
MIRANDA ES AMBIGUA Y ATRAE LA AMBIGÜEDAD
¿Te has fijado alguna vez en el tipo de hombre que Miranda casi siempre atrae? Casi todos son tipos raros: a uno le gusta la pornografía, a otro le encanta hablar sucio en la cama, a otro solo le gusta fingir orgasmos, a otro le gusta que le den nalgadas, otro es exhibicionista y quiere que lo vean teniendo sexo en público, otro tiene que ducharse inmediatamente después del sexo, Skipper era tímido y demasiado joven, Steve, el camarero, se sentía demasiado pobre e inadecuado ante su éxito, etc. En resumen, Miranda atrae a hombres que aumentan su confusión masculina; es como si también necesitara encontrar hombres con los que validar su odio al mundo masculino. Entonces ella reflexiona y dice: "Lo siento, pero si un hombre tiene más de treinta años y es soltero, algo le pasa. Es darwiniano. O los están eliminando o están propagando la especie"
- Carrie: Bueno, ¿y nosotras qué?
- Miranda: Simplemente somos exigentes.
Miranda no es objetiva ni muy imparcial. A menudo juzga basándose no solo en sus emociones, sino también, sobre todo, en intentar sanar y justificar sus heridas. Así que tiene más de 30 años y algo le pasa; está en plena selección evolutiva darwiniana y no se da cuenta.
ESNOBISMO ESCONDIDO
A pesar de su explosiva modernidad, lo que Sexo en Nueva York no logró fue separar la autodeterminación femenina del modelo de "mujer blanca y rica". Sin embargo, en este análisis, no debemos caer en una trampa temporal: recordemos que la serie es producto de los años 90, una década que, si bien avanzada, también fue culturalmente conservadora. Juzgar la serie con los estándares actuales sería injusto. Sin embargo, cuando las cuatro están en la estética y hablan con esnobismo sobre la gente pobre, se dan cuenta de que son las mismas personas que les limpiaban los pies y las embellecían. Gracias a ellas, podían presumir de su belleza, y esta es la belleza de la clase baja, la clase media y los pobres.
SIEMPRE ESTAMOS SOLAS
Carrie escribió: «Aunque las mujeres no somos ajenas a la mistificación —cambiamos el color de pelo, la talla de sujetador y usamos piel sintética o abrigos—, no pude evitar preguntarme si el miedo a la soledad nos había llevado más allá de nuestros límites. ¿Acaso solo estamos fingiendo orgasmos? ¿O estamos fingiendo toda la relación? En resumen, ¿es mejor fingir que estar solas?».
Mucha gente no comprende que la otra persona en una relación es simplemente un medio para nuestra propia soledad, un lugar indispensable donde podemos encontrar nuestra individualidad y personalidad. La mayoría de las veces, buscamos una pareja para llenar un vacío, pero esto es un espejismo, porque con el tiempo, la otra persona se vacía y nos sentimos aún más solas. Una verdadera pareja son dos personas solitarias que nutren la soledad de la otra y crecen en ella a medida que se conocen a sí mismas. Las cuatro mujeres de Sexo en Nueva York viven engañadas por este espejismo: con la otra persona, nunca estarás sola. Samantha se había dado cuenta de que William nunca vendría, porque era uno de esos hombres que se inventan un futuro para conseguir lo que quieren en el presente. Se sentía expuesta, vulnerable, tonta.
– Samantha: «A veces necesitas no sentirte sola».
– Carrie: «Aunque duela, a veces es mejor estar sola que ser engañada».
NOS CONSUMIMOS CONSUMIENDO
"En una ciudad que se mueve tan rápido que recibes el periódico del domingo el sábado, ¿cómo puedes saber cuánto tiempo te queda? ¡Había tantas cosas que no había hecho! Nunca había estado en Grecia, no había terminado de pintar el baño, mi tarjeta de crédito aún no había llegado al límite. ¡Diablos, a veces apenas sentía que estaba viviendo!" - Carrie -
La vida en Sexo en Nueva York a menudo se ve en términos puramente consumistas: el sexo es un intercambio financiero, pagado en Cosmopolitans, viajes a París y regalos caros de Mr. Big. Personajes como Samantha experimentan el sexo en términos cuantitativos, términos que buscan el exceso. Fiestas, cenas, citas: todo es consumo. Incluso la gratificación sexual que las cuatro protagonistas buscan continuamente puede verse como acciones desechables y consumistas. Lo mismo ocurre con las relaciones, las amistades, los matrimonios y la amistad misma; todo es desechable, todo es eterno mientras dura.

TRAICIÓN
Un tema complejo y omnipresente. La traición es un fenómeno con múltiples causas, a menudo vinculadas a necesidades emocionales, psicológicas o relacionales insatisfechas. En resumen, se puede engañar por aburrimiento, insatisfacción, búsqueda de novedad o para compensar las deficiencias de la relación. Como siempre, el diálogo entre los cuatro protagonistas siempre ha aportado ideas fascinantes:
–Samantha: Los hombres engañan por la misma razón que los perros se lamen los huevos: porque pueden; es parte de la biología. Así que, en lugar de malgastar tanta energía condenándolos, quizás sea hora de que aprendamos a adaptarnos a la realidad de la situación.
–Carrie: La evaluación que una persona hace del acto de engañar es proporcional a la probabilidad de que esa persona engañe.
–Miranda: ¡Pero eso es relatividad moral!
–Carrie: Yo lo llamaría la magnitud del engaño.
–Samantha: Escuchen, chicas. El acto de engañar se define por el acto de ser descubierto. ¡Uno no puede existir sin el otro!
– Carrie: ¿No se suele decir: «Ojos que no ven corazòn que no duele»? En un mundo sin gravedad, donde todo es relativo, ¿qué constituye una traición?
JUGAMOS EN SERIO
La esencia del juego tiene dos dimensiones: una es no tomarse la realidad demasiado en serio, divirtiéndose sin pensar en las consecuencias ni los compromisos, una forma de exorcizar el mal que existe en la realidad y superarlo, o al menos soportarlo. Pero dentro del juego, como niños, nos tomamos las cosas en serio, intentando hacer y dar lo mejor de nosotros, por eso nos enojamos incluso cuando alguien hace trampa. El amor verdadero nunca deja de ser un juego, un juego sin reglas, impredecible, pero precisamente por eso, fascinante. Además, el sexo se convierte en el tablero de ajedrez, el campo de juego o batalla, la forma más seria y sutil de escapar de la realidad. Increíblemente, Charlotte, la más infantil, es quien da la respuesta más madura, mientras que Samantha, la más juguetona, da la respuesta más acertada. Miranda, con su mentalidad legal, solo ve riesgos en el juego, mientras que Carrie, como siempre, hace preguntas periodísticas pero no da respuestas:
– Miranda: ¡Escucha estas ideas! Las relaciones no se basan en juegos, sino en la comunicación entre personas maduras y sinceras.
– Charlotte: Si juegas, eres la más fuerte. Si sabes lo que haces, ¡puedes tener el control total de la situación!
– Samantha: El único lugar donde puedes controlar a un hombre es en la cama. Si les hiciéramos sexo oral a los hombres todo el tiempo, ¡gobernaríamos el mundo!
– Carrie: Y también tendríamos las manos libres para saludar a los dignatarios de la corte.
– Charlotte: O sea, creo que deberías jugar incluso cuando tienes una relación estable con un hombre.
– Carrie: Pasamos nuestra infancia jugando, pero ¿qué era? ¿Una especie de preparación para los juegos que jugaríamos de adultas? ¿Son las relaciones románticas como una partida de ajedrez? ¿Estrategias, jugadas y contraataques cuyo propósito es mantener al oponente en vilo hasta que podamos ganar? ¿Existe la posibilidad de una relación sincera, o es cierto que para que una relación funcione, hay que recurrir a los juegos?
PD: La cita de Samantha, "Si le hiciéramos mamadas a los hombres todo el tiempo, ¡gobernaríamos el mundo!" contiene un secreto tabú que pocas mujeres descubren: para un hombre, una buena mamada supera a la comida de su madre y de su abuela, y la mujer que lo alimenta mejor que su madre puede pedirle cualquier cosa; lo tiene en su puño (así como en su boca).
EL PODER ECONÓMICO DE LAS MUJERES
Uno de los temas más recurrentes en la serie es la independencia económica de las mujeres, su capacidad para forjar una carrera, mantener un statu quo y lograr estabilidad en la sociedad sin depender, como en la sociedad patriarcal, del apoyo masculino. Los conflictos de intereses siempre están presentes, incluso si lo que desean experimentar juntas es un sentimiento; desafortunadamente, en el mundo material, el dinero importa mucho. Aquí hay algunas reflexiones de las protagonistas:
–Charlotte: Si tú tienes una casa y él no, la estructura de poder se invierte, se desmasculiniza. No quieren una mujer demasiado autosuficiente.
–Carrie: Un hombre rico no tiene ciertos problemas si está en una relación con una mujer menos rica. Tomemos como ejemplo a Big y a mí. El dinero no tiene nada que ver. Es solo una cuestión de compatibilidad.
–Miranda: Si el hombre tiene más dinero, le beneficia, pero si la mujer lo tiene, es un problema. ¡Es un hecho, y es ridículo! ¡Quiero disfrutar de mi éxito y no quiero tener que disculparme por ello! (Su ruptura con Steve se debió precisamente a la brecha de poder económico entre ellos).
¿Sabías que hoy en día, al menos 1 de cada 3 mujeres sufre violencia económica, mientras que la violencia sexual y el acoso ocurren en un número menor de casos? En el ámbito laboral, las mujeres suelen tener salarios màs bajos trabajando lo mismo que un hombre, aún tienen la carga de la familia y los hijos que les impide progresar profesionalmente, y sufren discriminación porque, por muy independientes que sean económicamente, tienen que trabajar en un mundo dirigido por hombres y para hombres.
EL ZAPATO, SÍMBOLO DE PODER
Si algo hemos aprendido del cuento de Cenicienta, es que un zapato puede cambiarte la vida. Fetiche indiscutible, los zapatos son un instrumento de poder para la mujer, porque indican el camino a seguir, la certeza de tener los pies en la tierra, es decir, con confianza. En la serie, sabemos que Carrie gasta su dinero en zapatos (màs de 100 pares de 400 dolares, serian màs de 40 mil dolares que no tiene para comprarse un apartamento), pero la verdadera fetichista de los zapatos es Charlotte. Los tacones tienen la magia de elevar a las mujeres, dándoles coraje, autoestima, valores elevados y, por lo tanto, sueños e ideales. El momento más conmovedor es cuando una mujer se quita los zapatos y de repente se encoge ante nosotros. Se vuelve maravillosamente pequeña y, al mismo tiempo, su rostro cambia. Como siempre, Charlotte encuentra a los hombres más excéntricos por sus perversiones y gustos transgresores, y así es como encuentra a un fetichista de los pies. Son la pareja perfecta, como cuando el sádico se encuentra con el masoquista. Carrie concluye: "Cuando una mujer con fetiche por los zapatos conoce a un hombre con fetiche por los pies, la razón desaparece".
CUANDO EL HAMBRE Y LA NECESIDAD SE JUNTAN
Una escena verdaderamente hilarante y maravillosa, perfecta para la investigación antropológica de Carrie. Encuentra a un chico en la consulta del psicólogo, se gustan, se atraen y se convierte en otro encuentro casual, incluso sexual (de turno: adelante el próximo). En cuanto terminan de tener sexo, ella le pregunta: "¿Cuál es tu problema?". "Que después del sexo con una chica, pierdo todo el interés por ella", responde él, y le pregunta: "¿Y cuál es el tuyo?". "Que siempre atraigo a los hombres equivocados". Aquí están la mosca y la mierda, que en su desgracia se atraen mutuamente, pero no encuentran solución a su problema más allá del placer. Carrie analiza y escribe: "¿Fuimos todos víctimas de reflejos incondicionados, condenados a repetir inconscientemente los mismos patrones de relación? ¿Es así que nos comportamos? ¿Siempre salimos con el mismo tipo de persona?". Lamentablemente, sí, el inconsciente siempre nos lleva a repetir el mismo error hasta que lo superamos, es decir, hasta que descubrimos cuál es el problema, hasta que aceptamos nuestros límites, porque el problema no es que siempre encuentres gente tóxica, sino por qué te atraen los tóxicos. Y en la psique, es como en la escuela: hasta que no pasas de nivel tienes que repetir el mismo examen y no pasas al siguiente nivel; hasta que aprendes una lección, no avanzas".
Bueno, los hombres no pueden decir "Me equivoqué", en cambio envían flores.
- Charlotte -
– Charlotte: ¡Supongo que tu vagina sale en las guías turísticas de Nueva York! Es el lugar más concurrido de la ciudad, ¡siempre abierto!... Dije algo terrible
– Samantha: Sí, lo era. Ahora, si me disculpas, otro grupo de turistas pasará por mi vagina en diez minutos.
TODO CAMBIA EXCEPTO NOSOTRAS MISMAS
Una constante en esta serie es el cambio: cambian de ropa, de apartamento, de pareja constantemente, de ideas, incluso cuando encuentran a un hombre les gustaría que cambiara de personalidad (que dejara de ser tímidos, que se vistieran mejor, que fueran más apasionados, etc.), pero lo único que no cambian fácilmente es a sí mismos. Estos cambios suelen estar vinculados al crecimiento personal de los personajes y a sus experiencias en la búsqueda del amor y la felicidad.
De hecho, una cita memorable, pronunciada por un chico anónimo de la serie, uno de los que Carrie solía entrevistar, ha perdurado. Dijo: «Todas las chicas que he tenido quieren que cambie algo. Que cambie de trabajo, de amigos, de actitud... Lo único que cambio son las chicas».
Miranda: ¿Tuviste dos citas?
Carrie: ¿Cómo piensas hacer eso?
Charlotte: Cena temprano con el Soltero Número Uno, cena tarde con el Soltero Número Dos.
Samantha: ¡Dios mío, te estás convirtiendo en un hombre!
Carrie (voz en off): Al parecer, Charlotte había hecho más que romper un patrón. Incluso había cambiado de género.
Charlotte: No sé cómo voy a comer dos cenas seguidas.
Carrie (voz en off): Y así, sin más, vuelve a ser una mujer.
¿QUIÉN ES LA VERDADERA ANTROPÓLOGA SEXUAL?
Carrie narra las historias entrelazadas de esta serie, convirtiéndose en un ícono sexual gracias a su columna y autoproclamandose antropóloga sexual. Pero en realidad, la verdadera maestra sexual y quien ostenta la cátedra de la experiencia humana es Samantha. Carrie incluso insinúa cierta envidia hacia Samantha cuando dice: «La idea de que alguien más tuviera sexo fantástico y lo presumiera era más de lo que yo podía soportar (hablaba de Samantha). Así que decidí: si no puedes unirte a ellos... olvídalo y vete». Carrie, quien supuestamente representa a una periodista experta en sexo y relaciones, se revela menos abierta y muy crítica a medida que avanza la narrativa:
– Samantha: ¡Despierta, es el año 2000! En el nuevo milenio, no habrá etiquetas sexuales, solo expresión sexual. No hablaremos de acostarnos con hombres o mujeres; nos acostaremos sencillamente con personas.
– Carrie: O, en tu caso, parejas y triángulos (respuesta sarcástica pero moralista).
– Samantha: Mi querida mojigata, todos seremos pansexuales. Dará igual si somos gay o heterosexuales.
– Carrie: Simplemente ser bueno o no, ¿es asì verdad? (La respuesta de Carrie es típica de Charlotte, una moralista).
– Samantha: Exactamente.
Samantha, en su papel de antropóloga sexual, se ensucia las manos con el mundo de las pasiones, mientras que Carrie, en cambio, solo reflexiona y revela su sucia conciencia con sus dudas, escrúpulos morales y prejuicios muy velados y diplomáticos.
ME GUSTA GUSTAR. – Carrie
Algunas frases suenan tan fantásticas y maravillosas que te hipnotizan y, precisamente por eso, te impiden comprender el veneno que se esconde en su significado más profundo. Cuando Carrie dice que le gusta gustar (una frase recurrente en la serie), reconoce que su placer es lo que importa, aunque esa fue la respuesta que le dio a un hombre que le dijo: "Me gustas, eres agradable". Si alguien te dice que eres agradable, o le correspondes (tú también eres agradable, a mí también me gustas) o simplemente dices: "Gracias" si no quieres corresponder. Decir "Me gusta gustar" revela su egoísmo. Mucha gente no ama a la otra persona, sino lo que la otra persona les hace sentir; no te aman, sino que se aman a sí mismos por lo que les haces experimentar: "No te amo por quien eres, sino por quien soy yo cuando estoy contigo" significa que solo me amo a mí mismo, tu solo eres un medio para satisfacerme. Carrie está enamorada del amor y de sí misma, no de las personas con las que tiene una relación.
EL AMOR Y EL SEXO NO SIEMPRE SON COMPATIBLES
– Parece increíble. Puedes decirle a un hombre "Te odio" y tener el mejor polvo de tu vida, pero intenta decirle "Te amo" y probablemente no lo vuelvas a ver.
– Samantha -
Querida Samantha, el sexo también es un vehículo para desahogar la violencia. De hecho, los mejores polvos se pueden tener si te acuestas con una mujer cuyo marido la ha traicionado o con un hombre que está decepcionado de su esposa. Sin embargo, si el sexo se convierte en un prerequisito para el amor, entonces es obvio que una vez que has tenido sexo, es mejor escapar de la trampa de un amor que ya no puedes sentir ni experimentar, o quizás has fingido amor solo para tener sexo, como suele suceder. Cuando el sexo y el amor surgen juntos, entonces es el sexo más íntimo, reconfortante, tranquilizador, convincente y hermoso que existe, pero a menudo no siguen el mismo camino y se experimentan por separado.
LA AMISTAD ES LA FORMA MÁS SUBLIME DEL AMOR
Otro punto delicado y controvertido en las experiencias de Sexo en Nueva York es cuando una pareja termina su relación y, a pesar de saber que la otra persona sigue siendo valiosa, ni siquiera pueden seguir siendo amigos. ¿Pero por qué? Carrie reflexiona: «Más tarde, empecé a pensar no en el factor x, sino en el factor ex. En matemáticas, aprendemos que x es la incógnita. Si a + b = x, ¿a qué equivale una amistad con un ex? ¿Es una ecuación irresoluble? ¿O es posible transformar un amor apasionado en algo que simplemente pueda quedar en el estante de la amistad? No pude evitar preguntarme: ¿se puede ser amigo de un ex?».
En lo que llamamos amor de pareja, siempre hay un sentido de egocentrismo, amamos el otro porque algo nos conviene: te quiero porque eres guapa, buena, amable, me haces sentir bien, eres responsable, etc. Todas son cualidades que disfrutamos y de las que nos beneficiamos, pero el amor verdadero surge cuando aceptamos nuestros defectos, limitaciones, pruebas y no solo lo bueno, tambièn lo malo. De hecho, un amigo no es celoso, disfruta de tus victorias y se entristece con tus desgracias, no te juzga aunque no siempre esté de acuerdo con tus posturas, te perdona y no te juzga, por eso la amistad es un tipo de amor verdaderamente sublime, sin egoismo. Los verdaderos amantes siempre se convierten en amigos, aunque no sea al revés. De hecho, Samantha cree que la amistad entre un hombre y una mujer no puede existir, porque para ella, la pasión lo domina: "Nunca he podido ser amiga de un hombre. ¿Y por qué debería? Sales con mujeres, te acuestas con hombres". (Samantha)
Para Charlotte, la amistad viene después del amor, por eso no tiene ni amor ni amigos y este conversación entendemos porque ella es horrible:
– Charlotte: La amistad es la recompensa extra de una relación. Si no quieren una relación, no me tendrán como amiga.
– Carrie: Entonces, si no sirve como amante, ¿le niegas tu amistad para castigarlo?
– Charlotte: Eso suena horrible".
EL RACISMO SIEMPRE ESTÁ LATENTE
Incluso en la era de la civilización tecnológica, Estados Unidos aún no ha derrotado el problema del racismo, pero es una plaga mental que se extiende por todo el mundo. Incluso en África, hay pueblos que se denigran entre sí porque algunos son más negros que otros que son un poco menos negros (pensemos en Ruanda, el odio entre tutsis y hutus, donde también hay odio racial). En Sexo en Nueva York, el prototipo de mujer emancipada e independiente siempre fue el de la mujer blanca; sin embargo, en el único episodio que presenta a una mujer negra exitosa, hermosa y realizada, Adeena, es una perra porque es racista y odia a los blancos. Samantha entabla una relación con su hermano, Chivon, pero Adeena le declara la guerra. Nos preguntamos: si Sexo en Nueva York hubiera sido hecho hoy, con la mentalidad inclusiva, ¿quizás habríamos tenido una Carrie latina, una Miranda asiática, una Charlotte negra y una Samantha eslava? Samantha demuestra su madurez cuando dice que ella no ve colores, ella ve pasiones que son de todos los colores.
TÓXICA Y VOLUBLE
Carrie padece el síndrome del periodista: le interesan las preguntas que hace profesionalmente, no las respuestas que debe aceptar para crecer profesionalmente. Constantemente se engaña a sí misma y le exige a Mr. Big lo que inicialmente ella misma desdeña: está orgullosa de ser mujer, soltera, independiente y sexualmente liberada, y luego encuentra a un hombre igual a ella. Mr. Big es libre, soltero, independiente y quiere vivir sin complicaciones, y ella se convierte inmediatamente en la chica que busca compromiso, matrimonio, fidelidad, monogamia, anillos y declaraciones oficiales de amor.
El comportamiento de las cuatro mujeres hace alarde de una idea establecida, casi dada por sentada, de emancipación. En realidad, las protagonistas nunca se liberan del todo de la visión establecida de la feminidad y las relaciones entre hombres y mujeres, volviendo siempre a las categorías tradicionales y legitimando continuamente los modelos masculinos dominantes. Al final de la serie, las cuatro amigas han sentado cabeza o se han establecido según la norma: es decir, tienen un hombre a su lado. El arco narrativo permanece atrapado en un cuento de hadas, culminando en una relación amorosa estable y feliz. Claro, todos los personajes de la serie evolucionan y crecen, pero siempre llegan a la misma decisión, al mismo destino. Además, por mucho que Carrie no pareciera querer hablar de autoestima, nunca es ella quien toma las decisiones: simplemente se deja guiar por los hombres y los culpa de sus decisiones. Luego, como siempre, se desentiende del asunto: «Yo no elijo a los hombres equivocados. Ellos me eligen a mí».
Miranda le responde: «Entonces, ¿eres como una pista de aterrizaje para hombres disfuncionales?». Carrie no se da cuenta de que ella también es la mujer equivocada para todos sus pretendientes.
RETROSPECTIVA DE CELOS TÓXICOS
Analicemos la situación: Carrie y Mr. Big rompen, y mientras tanto ella se acuesta con cuatro hombres (el quinto tenía eyaculación precoz, así que no pudo, como dijo Samantha, aparcar el Cadillac en el garaje), pero Mr. Big reaparece con una chica que es su novia y con la que tiene serias intenciones. ¿Y qué hace Carrie? Se pregunta: «No es posible que el amor que yo sentía por Big sea el mismo que él siente por Natasha». Su frustración como mujer insatisfecha, perdedora, inadecuada en relación con Mr. Big, despierta en su interior, y se niega a aceptar que alguien pueda ser mejor que ella. Monta una rabieta dramática como una niña histérica en un restaurante, una afirmación absurda porque ya no eran amantes. ¿Y cómo termina el episodio y la temporada? De nuevo con una profunda reflexión en la que se convence de que va por buen camino cuando en realidad solo está haciendo lo incorrecto. Escuchemos esta declaración filosófica, una auténtica joya de la psicología en las palabras desperdiciadas de Carrie: «Y pensé algo. Vale, no había podido domar a Big, pero el verdadero problema era que él no había podido domarme a mí. Quizás algunas mujeres no están hechas para ser domadas, quizás necesitan mantenerse libres hasta encontrar a alguien igual de salvaje con quien correr». Palabras, y solo palabras, porque en la práctica confesó en la introducción que quería domar al caballo, un caballo libre como Mr. Big, y luego le da la vuelta a la tortilla y cree que fue él quien quiso domarla a ella, cuando èl se negó incluso a dejar objetos en su apartamento para no marcar territorio, le demostró libertad, espacio, distancia, privacidad... Él era un animal salvaje y libre, mientras que en el amor ella era solo una cavernícola que necesitaba un hombre en su guarida.
LA MORALIDAD NO FORMA PARTE DE LAS COSTUMBRES SOCIALES
En ciertas situaciones, es difícil posicionarse entre Samantha y Charlotte; son polos opuestos en el amor y la vida sexual. Charlotte cree, con razón, que una relación debe basarse en la honestidad y el diálogo. Este es un valor que permite la claridad sobre los sentimientos y las intenciones. Pero el tejido moral de la sociedad está ahora tan desprovisto de valores y lleno de oportunismo que Samantha quiere advertir a Charlotte para que pueda defenderse como un cordero entre lobos. Le dijo: «Si tuvieras 25 años, esto sería maravilloso, pero tienes 32, así que esto es una tontería». Samantha también tiene razón, porque después de salir con suficientes personas, te das cuenta de cuánto se mienten las personas a sí mismas y a los demás, así que incluso en una relación seria, no siempre se está seguro de tener honestidad y un diálogo sincero. Charlotte, a pesar de tener un gran potencial para desarrollar valores internos, se queda atrás en un mundo carente de ellos y a menudo pierde de vista las oportunidades de aprender, como en este otro diálogo:
– Charlotte: Creo que está mal acostarse con un hombre para cumplir una fantasía.
– Samantha: Cada hombre con el que te acuestas cumple una fantasía.
– Carrie: O una pesadilla.
Charlotte, al priorizar siempre la moral como requisito o prerequisito, se bloquea su propio camino; su moral se convierte en una carga que la vuelve pesada, torpe e inadecuada en muchas situaciones. Carrie hizo una pregunta muy pertinente:
"Charlotte, cariño, ¿no crees que quizá seamos los príncipes azules y que somos nosotros quienes tenemos que salvarnos?"
POLÍTICA Y MODA, AVARICIA Y HAMBRE
- Charlotte: "¡No puedo creer que salgas con un político, si ni siquiera votas!"
- Carrie: En realidad, buscan a los indecisos.
Carrie acababa de encontrar un nuevo novio en un episodio que empieza con estas palabras: "Pensé que hacíamos una pareja genial: yo soy experta en moda, él es político. En realidad, no hay mucha diferencia: ambos reciclamos ideas viejas y las hacemos parecer originales e inspiradoras". Las protagonistas consideran la política un tema aburrido y "cosa de hombres", como bien demuestra la conversación que tienen durante uno de los muchos almuerzos donde hablan de política (Miranda: "¿Desde cuándo te interesa la política?" Charlotte: "Es una forma interesante de conocer hombres interesantes") y los criterios que utilizan para elegir a quién votar en sus elecciones presidenciales (Samantha: "Siempre voto basándome en la apariencia de los candidatos. El país prospera mucho cuando hay un hombre guapo en la Casa Blanca). Es simbólico que la política albergue algo de suciedad que se convierte en un placer para ellos, y así también, este político, en privado, descubre Carrie que tiene una parafilia sexual que no tolera. "Es típico de los hombres en el poder; disfrutan siendo dominados y humillados." - Samantha
CARRIE Y SU NIDO DE NEUROSIS
Carrie es una mujer que sufre de graves complejos de inferioridad, pero lo peor es que quiere ocultarlos y alimentarlos creyéndose y sintiéndose superior. "¿Hay mujeres que solo existen para hacernos sentir mal?", se pregunta Carrie al ver a una mujer más guapa que ella. Otro ejemplo: Sean, el chico de turno, admite haber tenido una relación homosexual, y Carrie después de besarlo le pregunta: "¿Puedo besar mejor que un hombre?". Carrie siempre se compara con quienes ella cree que tienen algo que ella no tiene. Natasha es su pesadilla: el episodio en el que intenta descubrir algo en Natasha que podría ser inferior a ella y lo encuentra en una errata ortografica. Esto la hace feliz, y por lo tanto, superior.
Cuando su relación con Aidan va de maravilla, quiere encontrar cada imperfección para sentirse en paz. Para ella, esta relación no es buena porque todo está bien (ella dice: "si todo va bien entre nmosotros, esto quiere decir que algo anda mal), y se pregunta: "¿Y si no hay obstáculos? ¿Significa eso que falta algo? ¿Necesitamos drama para que una relación funcione?". Sí, Carrie es neuróticamente dramática, le pide a Aiden que esté menos disponible, pero cuando él no contesta el teléfono, se enfada y pregunta: "¿Por qué no me contestas?". "¡Dijiste que no tengo que ser tan disponible!", respondió él, y ella concluye: "No tienes que hacer lo que te digo". De hecho, a menudo èl la llama cariñosamente "Loca".
Por último, mencionemos la prominencia de ciertos comportamientos que apuntan a su fase oral: bebe mucho, fuma constantemente y a menudo dice tonterías, todas acciones relacionadas con la boca. La fase oral: según la teoría psicosexual de Freud, es la primera etapa del desarrollo infantil, que se extiende desde el nacimiento hasta aproximadamente los 18 meses de edad. Durante esta fase, la boca es la principal fuente de placer y satisfacción. Si un niño no se desteta correctamente, tenderá a ser malcriado y asfixiado toda su vida porque es celoso, ansioso, susceptible y muy dependiente de los demás, con tendencia a buscar consuelo y gratificación en las actividades orales. Por lo tanto, estará desequilibrado (siempre le falta algo en la boca). Sean, que estaba patinando sobre hielo con Carrie, le dijo: «Supongo que es más fácil mantener el equilibrio cuando no fumas». Carrie: «Fumar es lo único que me mantiene equilibrada».
GÉNERO, IDENTIDAD Y ORIENTACIÓN SEXUAL
Un tema recurrente en la serie es la confusión entre los géneros sexuales, como dijo Carrie: «Si las mujeres pueden convertirse en hombres y los hombres en mujeres, y puedes decidir acostarte con quien quieras, entonces quizá el género ya no exista. Si podemos tomar lo mejor del sexo opuesto y hacerlo nuestro, ¿se ha vuelto obsoleto el sexo opuesto?». En realidad, todo es lo opuesto; no está obsoleto; el sexo opuesto siempre será un punto de referencia para la comparación (Sin comparación, no hay evaluación, y sin evaluación, no hay juicio). A menudo nos confundimos porque no sabemos distinguir entre género sexual (es decir, cuáles son tus genitales, si eres hombre o mujer), orientación sexual (es decir, si te gusta un hombre o una mujer, o ambos, independientemente de tu género) y, finalmente, identidad sexual (cómo te sientes en tu interior, en tu alma, si eres femenino o masculino, independientemente de tu género, si eres hombre o mujer). Físicamente, todos tenemos un género (masculino o femenino), con la excepción de los hermafroditas, mientras que psicológicamente, todos tenemos una parte de la psique del sexo opuesto (las mujeres tienen una parte masculina Yang, por lo tanto, tendencias psicológicas masculinas: ingenio, confianza, practicidad, lógica, etc., mientras que los hombres tienen una parte femenina Yin, por lo tanto, tendencias psicológicas femeninas: cariño, dedicación, dulzura, empatía, pasividad, intuición, etc.) y eso no quiere decir que has perdido tu identidad y tanto menos tu orientación sexual. El fotógrafo Baird convence a Charlotte diciendo: «Te sorprenderás, Charlotte, cada mujer esconde un hombre en su interior». Pero para alcanzar nuestra dimensión psíquica del sexo opuesto, no necesariamente tenemos que volvernos homosexuales; es una cuestión psicológica, no física; por lo tanto de identidad, no de género. De hecho, una persona verdaderamente madura es aquella que integra las cualidades del sexo opuesto en su integridad psicológica (hombres sensibles, altruistas y maternales, etc., y mujeres seguras, decididas, reflexivas y emprendedoras, etc.). Cuando se confunden las identidades, surge el caos de hombres femeninos y mujeres masculinizadas, como ocurre hoy. Miranda dice una frase sublime (una advertencia y una precaución para las feministas): "¡Me cuesta tanto ser mujer en un mundo de hombres que no podría ser mujer fingiendo ser hombre en un mundo de hombres!"
EL CÓLICO DEL ROMANCE
¿Has oído ese paradójico proverbio: "Está triste y aburrida como una mujer con un buen hombre"? El romance tiene un encanto que nos hechiza, porque toca esa dimensión infantil y tierna que todos tenemos. Como a cualquier niño, le encantan los dulces. El romance y romanticismo es el chocolate del amor, pero cuando comes demasiado chocolate, te da cólico. ¿Recuerdas a Skipper? Es gracioso porque lo presentan como amigo de Carrie, pero cuando él y Miranda no funcionaron, ¡zas!, desapareció de la serie. Decía: "Siempre he creído que el amor lo puede todo. A veces hay que darle espacio, y eso es precisamente lo que faltaba aquí en Manhattan: espacio para el amor". Skipper era un romántico empedernido, el tipo de persona que misteriosamente no gusta y no funcionan mientras màs pasa el tiempo màs aburrido se vuelve para su pareja. ¿Por qué? Hay una naturaleza salvaje en nuestra psique, un espacio donde tanto hombres como mujeres necesitan una compañía que les dé un subidón de adrenalina (ese es el riesgo de vivir del hombre ancestral que todos llevamos por dentro). Esta suele provenir de un tipo un poco impredecible y grosero, el chico bastardo o de una mujer un poco libertina y transgresora, la zorra. Por lo tanto, un buen hombre y una mujer muy honesta matan esta dimensión dentro de nosotros al pasar del tiempo, pero esta dimensión es saludable y es parte de nuestra dimensión animal. Virginia Woolf lo describe magistralmente: «Una mujer demasiado decente mata la pasión de un hombre, y una prostituta se la devuelve». Así que no nos sorprende que hombres buenos como Skipper se sientan y se queden solos, y que personas igualmente buenas busquen en secreto su naturaleza salvaje.
LA VIRGINIDAD ES UNA ENFERMEDAD MEDIEVAL, VACÚNATE
La virginidad no es un sentimiento de pureza, aunque Charlotte lo idealice. Predica la virginidad como un valor que, como le recuerda Carrie, ya no posee. Cuando encuentra Tray, ella deja de tener relaciones sexuales (hasta ahora en la serie, se ha acostado con 16 hombres y, de hecho, dice sentirse virgen para Tray), piensa que podría "revirginizarse" si no tiene relaciones sexuales durante mucho tiempo. Carrie es más realista; para ella, la virginidad no es física, sino un estado de consciencia: "Aidan y yo nos habríamos acostado juntos, y habría significado algo. Ciertamente no era virgen, pero definitivamente estábamos en territorio virgen. Lo mejor de una nueva relación es que es como empezar de cero". La virginidad es la pureza con la que uno hace todo, siempre, no se pierde sino que se alcanza. La virginidad es un tabú en vías de desaparición, pero también es peligroso seguir perpetuándola, porque ya no tiene fundamento como valor moral. De hecho, se concibe claramente como una forma de condicionamiento mental que se opone a la libertad de las mujeres. La prueba es que solo hablamos de la virginidad femenina, nunca de la masculina. Carrie admite: «A los hombres que han tenido múltiples parejas sexuales no se les llama putas, como mucho mujeriegos o casanovas. A algunos incluso se les llama románticos». En otras palabras, la mujer virgen es honesta, el hombre virgen es un tonto inexperto. No es solo un tabú femenino, es sobre todo una obsesión psicótica y sexista inventada por los hombres para asegurarse de que la mujer que eligen es "pura". La virginidad es una garantía de no-usado, no-tocado, no-ensuciado, una marca que los hombres necesitan para su inseguridad mental. En este sentido, la virginidad física reduce a las mujeres a objetos de uso y consumo. La verdadera virginidad es espiritual, la del corazón, la que se recupera con los años y nunca se pierde, mientras que la del cuerpo solo tiene un significado material y consumista. La mujer que te ama siempre es virgen; la que no te ama, aunque sea virgen, no es pura.
Los valores morales de Charlotte la convierten en una mujer claramente neurótica, escrupulosa, pusilánime, moralista e hipócrita. Si la virginidad se convierte, como en la suya, en una enfermedad mental, ¿cuál es la cura? Samantha lo describe magistralmente, refiriéndose a Charlotte: "¡A esa tienen que sacarle el palo del culo y meterle una polla en el coño!".
- Samantha: ¡Prácticamente me persiguieron con antorchas como si fuera un FUCKENSTEIN!
– Carrie: No pueden desalojarte por tener sexo.
– Samantha: No, claro que no. Solo están celosas. Son un grupo de cariátides que no han tenido sexo desde Eisenhower. Y ven en mí algo que no pueden ser.
PD: Combinar el nombre del temible monstruo de Frankenstein con la alusiva frase Fuckenstein (una mujer monstruosa que aterroriza a las ancianas porque tiene buen sexo) fue una idea brillante y genial.
VE DONDE TE LLEVE TU CORAZÓN SIN DEJAR TU CEREBRO EN CASA
Todos dicen que "las mujeres usan el lado izquierdo del cerebro, el más emocional, mientras que los hombres usan el derecho, el más racional". ¿Pero es realmente tan científico? Parece que en asuntos del corazón, siempre hay una batalla entre lo que sabemos y lo que sentimos. ¿Qué deberías hacer cuando te encuentras oscilando constantemente entre el lado izquierdo y el derecho? En el amor, ¿es mejor seguir a tu corazón o a tu cerebro? - Carrie
Cuando te abandonan, el ego sufre y quiere que quien lo abandonó también sufra. Por eso Samantha dijo: "Con los ex, siempre hay una competencia; se llama '¿Quién de ustedes morirá de desesperación?'". Piensa en Carrie. ¿Por qué quiere volver con Mr. Big mientras está con Aiden? Porque quiere tener razón, quiere ir con Big para demostrarle que no la apreciaba, y se acuesta con su ego, no con Mr. Big. Se acuesta con Mr. Big para demostrarse a sí misma que vale más que Natasha. ¿Ves lo sutiles que son nuestras pasiones? A menudo no sabemos por qué actuamos, por qué tomamos ciertas decisiones, pero debajo de todo yace el ego que quiere reclamar su trono. Carrie lo percibe en los demás, pero no en sí misma, porque se pregunta por qué Mr. Big la persigue: "Ahora me quiere, ¿por qué no puede tenerme? Mi cerebro me decía que estaba enojada, pero mi corazón, mi corazón... y en un instante, perdí la cabeza". Es cierto que el corazón no miente, pero lo que quiere no siempre es verdad.
PD: Lamentamos que Carrie haya tropezado con uno de los errores más comunes del esoterismo psicoanalítico: en realidad, el hemisferio derecho del cerebro (ánima - Eva - Yin) es el femenino, mientras que el hemisferio izquierdo (ánimus - Adán - Yang) es el masculino. Carrie dijo algo bien, pero de forma incorrecta, porquè lo dijo al contrario.
Desde que nacemos, las mujeres modernas creemos que podemos ser y hacer lo que queramos: astronautas, gerentes de empresas de internet, madres a tiempo completo. Sin límites, con infinitas oportunidades, y aparentemente todo a nuestro alcance. Pero ¿es posible que la libertad de elección nos haya malcriado hasta el punto de volvernos incapaces de elegir? ¿Que una parte de nosotras esté convencida de que una vez que hemos tomado una decisión —un hombre, un apartamento fantástico, un gran trabajo—, otra opción desaparece? ¿Somos una generación de mujeres incapaces de elegir un solo plato de un menú excesivamente rico? ¿De verdad somos tontas insensibles delante de lo excesivo, o tenía razón Samantha? ¿Podemos tenerlo todo?
Carrie.
"Carrie, you're dating Mr Big, I'm dating Mr Too Big"
"Carrie, Tú estás saliendo con el Sr. Grande, yo estoy saliendo con el Sr. Demasiado Grande"
- Samantha -
EL MATRIMONIO NO GARANTIZA UN FINAL FELIZ, SOLO UN FINAL
- Samantha -
Una de las mayores tragedias sociales fue vincular el amor con el matrimonio; fue una estrategia política y religiosa. El matrimonio es simplemente una construcción social donde el Estado busca proteger y mantener el orden en una serie de fenómenos. Sin él, el sistema social caería en la anarquía y la rebelión totales. Sirve para establecer un vínculo donde la pareja cumple con su deber de brindar estabilidad y protección a los hijos y luego distribuir la herencia legalmente. El matrimonio es simplemente una cuestión de derechos y deberes mutuos. ¿Y el amor? Para tener un vínculo emocional, estabilidad emocional, el deseo de permanecer juntos y paz mental, no se necesita el matrimonio, solo el amor y la conciencia de dos personas maduras. El matrimonio nunca garantiza la fidelidad, mucho menos el amor, y mucho menos el sexo a voluntad. De hecho, el sexo es lo primero que se desvanece con el tiempo en el matrimonio, y por ello se convierte en un derecho marital (una obligación que te destruye psicológicamente con sentimientos de culpa), porque nuestra dimensión espiritual rechaza el sexo con el tiempo debido a la falta de un verdadero crecimiento interior, y lo físico pierde su pasión externa. Hacer que las jóvenes sueñen con el matrimonio es una de las peores ideologías culturales (Charlotte es un ejemplo de esta intoxicación mental), un auténtico lavado de cerebro. Es una tradición que tenderá a desaparecer con el tiempo, con la independencia económica de las mujeres y un creciente sentido de la conciencia. En este sentido, Sexo en Nueva York o bien traicionó su objetivo de mostrar a las mujeres que pueden encontrar la felicidad incluso sin matrimonio, ya que al final todas quieren casarse, o bien critica diametralmente esta tendencia cultural al exponer su falsa promesa de cuento de hadas de "felices para siempre".
MUJERES Y COCINA
"Lo único que he logrado hacer con éxito en la cocina es un desastre. Y varios incendios pequeños", dice Carrie. ¿Se han fijado alguna vez en la relación entre las mujeres y la cocina en Sexo en Nueva York? En Sexo en Nueva York, la cocina, un espacio tradicionalmente femenino, se vacía deliberadamente de presencia femenina para mostrar el alto grado de emancipación de las protagonistas. Las mujeres, liberadas de las ataduras de los roles femeninos tradicionales, tienen razón en no saber cocinar y en presumir de ello, asimilando descaradamente comportamientos tradicionalmente masculinos como una declaración abierta de igualdad. Carrie nunca ha cocinado, no tiene olla y guarda suéteres en el horno. La única vez que horneó un pastel, en la casa de campo de Aidan, no pudo terminarlo. Para Miranda, el café se prepara en la cocina y, como mucho, se abren paquetes de comida para llevar, que constituyen la cena cuando no va a un restaurante. La cocina de Samantha solo se destaca cuando su actual pareja (la artista brasileña), en un ataque de ira, rompe todos los platos diciendo: "No los necesitas, no sabes cocinar". Mientras tanto, la cocina de Charlotte cobra protagonismo solo cuando, para demostrarle al hombre que ama que puede ser una buena esposa, le prepara una elaborada cena kosher, Ella es la unica ama de casa. Por otro lado, vemos que Mr. Big y Aidan saben cocinar y preparan cenas espléndidas para Carrie.
LA EDAD HÍBRIDA ENTRE LOS 30 Y LOS 45
Sex and the City habla mucho de la independencia femenina, predica el poder femenino, lanza hashtags virales y escribe artículos sobre feminismo. Sin embargo, aún existe un marco social que impulsa a las mujeres, una vez alcanzada cierta edad, a buscar un "asentamiento". Hablamos precisamente de esa edad dantesca donde se hacen ajustes: "A mitad del camino de nuestra vida me encontré en un bosque oscuro, pues el camino recto se había perdido" (así comienza la Divina Comedia). Si el modelo de mujer propuesto en las primeras temporadas se inspiró en un deseo de revolución y reivindicación sexual, ya en las temporadas posteriores vemos personajes superficiales con personalidades egocéntricas y consumistas, atrincherados en la cima de esos estereotipos que inicialmente parecían estar a punto de ser demolidos. Al final de la serie, Samantha atormentada por el cáncer, Charlotte y Miranda están atrapadas en el mundo masculino de la familia, y Carrie permanece sola sin quererlo. Pero ¿qué hombre querría a alguien como ella —voluble, infantilmente inadecuada, perpetuamente insatisfecha y, además, exigente hasta el punto de los arrebatos histéricos, y por lo tanto tóxica— para siempre? Algunos permanecen solteros por decisión de los demàs que no te quieren.
Cerramos este post con una reflexión de la misma Carrie: «Si permaneces soltera el tiempo suficiente, en teoría deberías aprender más sobre los hombres, saber cuáles elegir y dónde conocerlos. Pero ¿cuándo puedes considerarte una «experta»? ¿No es nuestra soltería una señal de fracaso? ¿Y si todos esos años de soledad nos han envejecido, nos han confundido más o nos han destruido? ¿Nos estamos volviendo más sabias, o simplemente màs viejas?».
NIÑAS ETERNAS
Ya hemos analizado cómo Sexo en Nueva York moldeó a una generación de niñas que crecieron con estas cuatro mujeres como referente y modelo a seguir: el estilo siempre a la moda de Carrie, la carrera emprendedora de Miranda, el hedonismo despreocupado de Samantha y los ideales de amor de cuento de hadas de Charlotte. Pero en algunos capítulos, vemos una espléndida autocrítica de estas niñas que se inspiran en las protagonistas de Sexo en Nueva York. Carrie las encuentra ridículas, Miranda las ve inadecuadas, Samantha las encuentra vulgares, y Charlotte, más que ingenua como ella, también las mira como estúpidas. Carrie comprende el espejismo: mientras que muchas mujeres, a partir de cierta edad, quieren parecer eternamente jóvenes a toda costa, las jóvenes quieren parecerse a mujeres que ya son eternamente maduras. Son dos posturas extremas y, por lo tanto, erróneas.
AMISTAD ENTRE MUJERES
La amistad entre mujeres se ha considerado a menudo el punto fuerte de la serie, pero este rasgo es en realidad el más irreal de todos. Desde una perspectiva narrativa, Carrie es la voz de todo lo que les sucede a ella y a sus amigas, pero su personaje contribuye a una idea extremadamente tóxica de la amistad, que para ella significa sobre todo dos cosas: ser el centro de todas las conversaciones y tener a alguien a quien ver o con quien hablar por teléfono cuando está triste. La mujer es muy comunicativa por naturaleza y necesita encontrar a otra mujer en quien centrar su intuición, pero cuando esto no sucede, la comunicación se convierte en chismes y la conversación degenera en una constante autocompasión, critica y perfidias. Samantha y Charlotte son dos polos opuestos: una demasiado madura, franca, sincera y práctica, y la otra demasiado infantil, susceptible y engañosa; entre ellas, la amistad siempre es una paz bélica. Miranda se siente sola, confundida y muy rígida, pero dispuesta a escuchar a los demás, aunque no siempre esté dispuesta a complacerlos. Carrie, por otro lado, exige constantemente aprobación, atención e incluso ayuda económica. Cuando las cosas no van bien, crea un drama que roza la histeria. Sin embargo, cuando sus relaciones románticas van bien, Carrie es la más feliz, inteligente y moderna del grupo, y no importa mucho si una de sus amigas cría sola a un hijo o si la otra tiene cáncer: ella tiene un hombre y eso le basta.
Los hombres son mucho más cómplices porque sus vínculos se basan en cosas sencillas. La amistad entre mujeres es realmente difícil; el rencor, la envidia y la rivalidad que surge de mil cosas (la ropa, la belleza, el físico, el amor, las opiniones) son su pan de cada día.
PD: Las protagonistas confiesan que en su vida privada, fuera de la serie, nunca han sido amigas; de hecho, incluso Carrie y Samantha han tenido serias discusiones y problemas en la vida real.
- Charlotte: Sé que existe esa persona perfecta ahí fuera que me hará sentir completa.
- Miranda: ¿Eso significa que si no la encuentras, te sentirás incompleta? Es peligroso no encontrarla.
- Carrie: Para empezar, la idea de que solo exista una alma gemela para mí me dan ganas de suicidarme. Prefiero pensar que hay más de una.
- Samantha: Yo, por ejemplo, he tenido cientos.
- Carrie: ¡Claro! Pierdes una y enseguida llega otra, como los taxis.
- Charlotte: No, te equivocas, no funciona así.
- Carrie: ¿Ah, dices?
- Miranda: Si buscas la plenitud fuera de ti misma, significa que no te bastas a ti misma.
- Charlotte: ¿Y tu te bastas a ti misma?
- Carrie: Hoy en día, incluso demasiado.
- Samantha: Para mí, lo más triste de un alma gemela es que es inalcanzable. Todos estamos condenados al fracaso.
EL FALSO MITO DEL ALMA GEMELA
Desde el mito andrógino de Platón, hemos creído que una parte de nosotros se ha separado y se ha encarnado en otra persona, nuestra otra mitad, nuestra costilla faltante. Nada más lejos de la realidad. Somos, en esencia, un ser capaz de autorrealizarnos. No necesitamos a otro para estar completos, pero sí necesitamos a otro para sentir lo que nos falta. Pero nadie puede llenar nuestro vacío. No estamos hechos para ser el corcho en la botella de otro ser. Carrie reflexiona: «Alma gemela, dos palabras, un concepto fundamental. La creencia de que alguien, en algún lugar, tiene la llave de tu corazón y la casa de tus sueños. Solo tienes que encontrarla. Mientras tanto, ¿dónde está esa persona? Y si amaste a alguien y no funcionó, ¿significa que no era tu alma gemela? ¿Era solo un concursante de ese concurso espectacular llamado "Felices para siempre"? Y si con el paso de los años, cambias de caja y los concursantes disminuyen, ¿también disminuye la probabilidad de encontrar a tu alma gemela? Almas gemelas: ¿realidad o instrumento de tortura?». De hecho, el alma gemela es esa parte de nosotros que aún no hemos desarrollado y es la que nos completaría.
EL NARCISISMO DEL AMOR
Si vemos al otro como un reflejo de nosotros mismos, entonces tendemos a creer que nuestra alma gemela es esa persona que hace todo lo que deseamos y por lo tanto debe renunciar a su vida por nosotros, tener nuestra vida o vivir para nosotros; de esa manera, la ahogamos. Charlotte había adivinado:
"No te rías, pero quizá seamos almas gemelas la una de la otra. Y dejemos que los hombres sean simplemente esos chicos increíbles y guapos con los que podemos divertirnos" (parecen palabras de Samantha)
Un alma gemela es esa parte de ti que aún no conoces, la que te haría libre e independiente, tu otra dimensión; así que no es otra persona, sino quien sea, quien puede ayudarnos a descubrirnos; por eso prosperamos con personas que nos hacen crecer. Las personas no existen para completarnos; sería indecente y denigrante que existieras para la realización de otro; ontológicamente, un ser humano es potencialmente capaz de encontrar su propia identidad por sí solo, de realizarse en sí mismo y por sí mismo. Los demás son una ayuda necesaria, pero nunca esenciales ni indispensables. De hecho, Carrie lo comprendió cuando escribió: "Más tarde esa noche, pensé en Narciso, aquel tan obsesionado con su propia imagen que se ahogó en ella. ¿No tenía amigos que le daban una visión más equilibrada de sí mismo? Claro, es extraño". Podemos ver a nuestros amigos tal como son, pero cuando se trata de nosotros mismos, por más objetivos que intentemos ser, nunca podremos vernos con claridad.
LO PEOR NO TIENE LÍMITE
Al ver la serie, da la impresión de que Samantha es una mujer sexualmente maníaca, desmesurada, incluso vulgar, y, por otro lado, que Charlotte, su polo opuesto, es puritana, infantil, recatada y moralista. Esto es en parte cierto, y por eso Samantha y Charlotte a menudo no conectan; de hecho, chocan; son polos opuestos. Pero hay un episodio fantástico en el que Charlotte busca a sus viejas amigas, aquellas que eran como ella: educadas, modestas, con una etiqueta social impecable, pero cuando les revela su deseo sexual, se quedan impactadas, y Charlotte descubre a la Samantha que lleva dentro. Lo mismo le ocurre a Samantha, quien se topa en una tienda con una mujer, Claire Anne, desinhibida, libertina y desvergonzada. Samantha cree haber encontrado por fin a una mujer que la refleja y la comprende. En cambio, Claire Anne va más allá, es tan descarada que practica sexo oral en un restaurante delante de todos, un acto que incomoda incluso a Samantha, quien descubre una sombra de decencia y modestia en sí misma, su lado Charlotte escondido. Son estos lados ocultos, estas sombras, las que hacen amigas a Samantha y Charlotte; son la sombra de la otra y el reflejo de esa dimensión oculta que ninguna quiere revelar.
EL SEXO NO ES GARANTÍA DE AMOR
– Miranda: Yo, en cambio, llevo un tiempo en huelga.
– Charlotte: ¿Qué quieres decir?
– Miranda: O sea, ya no tengo sexo.
– Samantha: No es una huelga, cariño, es una crisis nerviosa.
– Carrie: Al día siguiente, pensé en lo que había dicho Samantha. Ella no tenía sexo porque quería una relación. Y yo tenía sexo aburridísimo, con la esperanza de convertirlo en una relación. Así que aquí estamos: tenemos una relación sin sexo y sexo sin relación. ¿Qué tiene más probabilidades de sobrevivir? No pude evitar preguntarme. ¿Qué fue primero: el óvulo o el sexo?
El eterno dilema entre tener sexo y hacer el amor, como si el amor fuera un requisito moral y una garantía de seriedad para tener sexo y empezar una relación seria. De esta manera, simplemente han obligado a quienes necesitan sexo a mentir, diciendo que también desean amor, y siempre han infundido pasión, un instinto natural, con el amor, que es un largo viaje interior de conocimiento y espiritualidad. El amor y el sexo pueden ir de la mano, pero por naturaleza, no crecen juntos. Uno es un instinto natural que surge inmediatamente con la pasión (el sexo), el otro es una conquista interior y espiritual que surge tras un largo y arduo camino de crecimiento (el amor). Pero a la gente le encantan las mentiras; se sienten seguros creyendo que el sexo es fruto del amor y por eso al primer "te amo" para la cama.
ENTRE EX Y SEX
Uno de los temas más incómodos, intrincados e irritantes en una pareja es el pasado con sus ex. Esto se debe a que el ex siempre es un punto de referencia, de encuentro, de conflicto, de comparación y, por lo tanto, de incertidumbre y juicio. Hasta que nuestro ego se libere, tenderá a sentirse amenazado por las sombras tanto del pasado como del futuro. Una persona insegura siempre se compara con su ex (¿era mejor, más guapo, tenía mejor rendimiento sexual que yo?, etc.). Saber que tu ser querido amó a alguien más que tú hace que tu amor sea totalmente impotente y estéril, y esto nos aterra. Carrie escribe: «Nueva York está embrujada: ex amantes, ex novios, y es inevitable que te encuentres con todos los fantasmas con los que tienes asuntos pendientes hasta que los resuelvas... Cuando una relación muere, ¿podemos liberarnos realmente de los fantasmas? ¿O siempre nos persiguen los fantasmas de nuestros amores equivocados? ¿Qué podemos hacer? ¿Aferrarnos a la vieja filosofía de perdonar y olvidar? E incluso si una pareja pudiera perdonar, ¿podría realmente olvidar para siempre? ¿Podemos perdonar si no olvidamos?»
El problema no es perdonar ni olvidar; quienes olvidan son los que no tienen buena memoria, y eso no es una cualidad. El verdadero perdón no usa el olvido como anestesia; más bien, es necesario recordar nuestros errores para aprender dónde tropezamos y caímos. Perdonar significa mirar las viejas heridas a la cara y dejar de sentir el dolor; por lo tanto, cicatrices, no heridas. De hecho, podemos concluir con la sabia Samantha: «Nadie quiere saber de los amores pasados de su mujer. Lo que pasó ya no importa». Estas son las palabras de una persona segura de sí misma.
UN PARÉNTESIS ABIERTO PERO NUNCA CERRADO
Creemos que una relación lésbica era necesaria en las innumerables experiencias de Samantha, también debido a la amplitud de los temas sexuales que aborda la serie. Sin embargo, llamar lesbiana a Samantha es reductivo y engañoso, ya que se define como trisexual, es decir, abierta a todo y a todos (el término más común es pansexual, ni siquiera bisexual), pero no es una lesbiana de verdad en el sentido estricto. Incluso Carrie se confundió cuando dijo: «Nos pillaste un poco desprevenidas con lo de las lesbianas». Pero Samantha señaló: «Es solo una etiqueta, como Gucci o Versace». Analizando esta relación con detenimiento, podemos decir que la serie carecía de la capacidad de representar una relación lésbica creíble, porque las lesbianas también pueden ser apasionadas y no todas son adictas a las bañeras, los masajes y las miradas tántricas. Este hecho es valioso porque le permitió a Samantha descubrir otra dimensión del cuerpo y el sexo: la espiritual de la conexión y la intimidad, y no solo un cuerpo sin alma. Sin embargo, se delata cuando María se revela como una mujer posesiva, celosa y violenta como un hombre (rompiendo todos los platos de Samantha en medio de una crisis de pareja). Este cliché de la lesbiana celosa e insegura no puede generalizarse a todas las mujeres lesbianas, de lo contrario seguiría siendo un estereotipo horrible y dañino. Habría tenido más sentido que Sam solo hubiera tenido sexo ocasional con mujeres, en lugar de tener una relación seria con una, porque no todos los homosexuales son monógamos. Por esta razón, creemos que María es solo un paréntesis abierto en el mundo lésbico, pero no puede cerrarse porque el mundo lésbico es algo más, muy rico y diverso, y no solo el que María representaba.
Cuando los hombres hacen gestos atrevidos, generalmente se consideran románticos. Cuando las mujeres los hacen, a menudo se las considera desesperadas o psicóticas... Y dadas las circunstancias actuales, no pude evitar preguntarme: ¿Acaso los hombres son solo mujeres con los cojones? Creo que los cojones son para los hombres lo que los bolsos son para las mujeres. Es solo un bolso pequeño, pero nos sentimos desnudas en público sin él.
– Carrie -
SAMANTHA, NO LA RECONOZCO
Tenemos que admitir nuestra simpatía por Samantha: es franca, sincera, práctica y, hasta ahora, la que ha demostrado ser más sensata y abierta a las debilidades de sus otras amigas. Pero cuando se enamora, se vuelve tan prejuiciosa como Charlotte, tan histérica como Carrie y tan rígida como Miranda. El amor para ella es su talón de Aquiles, los celos la atacan y se convierte en su neurótica habitual. No tiene tiempo para sus amigas en apuros e incluso se vuelve vulgar. Sus declaraciones sexuales abiertas no son vulgares, pero colocar o empapelar las calles de Nueva York con volantes declarando la infidelidad de Richard sí lo es. Esta acción descabellada, típica de una histeria femenina psicótica, es indigna, de mal gusto y de baja calidad; es la única vulgaridad que hemos visto en Samantha. Richard fue sin duda uno de los mejores novios de toda la serie. Era un hombre de mente abierta, al igual que Samantha. Creía haber encontrado en ella a una mujer digna, pero ella se transforma y se cierra en sí misma al ser alcanzada por el veneno del amor, así que les confiesa a sus amigas: «Creo que soy monógama. Me habéis infectado». O mejor dicho, más que infectada, también está corrompida, porque durante el tiempo que estuvo enamorada, estuvo poseída por un demonio que la hizo incluso susceptible como Charlotte, voluble como Carrie y perdida como Miranda. En resumen, Samantha, por favor, no te enamores, te estás convirtiendo en una mala mujer.
PD: Cuando encuentres a tu verdadero amor, Smith, nunca cometerás esos errores tontos e infantiles del amor, con Richard aprendió la lección.
4 LETRAS PARA 4 MUJERES
En nuestro análisis diario de esta serie, también especulamos relacionando curiosamente cada letra del título con cada una de las cuatro protagonistas:
SEX = Samantha destaca por su ingenio en las relaciones, especialmente en las apasionadas y sexuales. Es una hedonista pura, sin tabúes, sin filtros, tan transparente que a muchos les cuesta ver en ella el alma de esta serie. El alma no es Carrie, sino Samantha, como lo demuestra la secuela de la serie (And Just Like That), que sin Samantha ha perdido su agallas, empuje, pulso e imprevisibilidad.
AND = Miranda es la conjunción, pues es el punto de apoyo y encuentro. Es Miranda quien, con sus juicios, les recuerda que deben seguir las reglas, no dejarse llevar demasiado, aguantar, no rendirse. Miranda es quien une.
THE = Charlotte es el artículo que se usa para definir y determinar; de hecho, siempre se muestra muy segura de sí misma. En inglés, sin embargo, "The" por sí solo (como Charlotte) no está claro (si es un artìculo masculino, femenino, singular o plural). En otras palabras, se trata de la característica de Charlotte: ser voluble, indeterminada, insegura e incluso incomprensible.
CITY = Carrie es el emblema de Nueva York. Como una ciudad, parece fascinante, pero solo es apariencia, moda y espectáculo; como una ciudad, es ruidosa y peligrosa (emocionalmente). En Carrie, es fácil perderse, sin saber adónde ir, porque las opciones siempre son múltiples en una gran ciudad. Proclama grandeza, por eso se nos presenta como la protagonista, pero la vida real transcurre en las afueras o en el campo, legos de Carrie, por eso està destinada a estar sola.
¿SABES QUÉ ES UN MANIPULADOR PSÍQUICO?
Cuando Carrie se unió a la revista Vogue, su jefa, Enid Mead, era una mujer inflexible que le dictaba las reglas y era extremadamente crítica con su trabajo. El editor, Julian Fischer, se presentó inicialmente como un hombre maravilloso y confiable que intentaba ayudar a Carrie haciéndola sentir cómoda. Pero su disponibilidad era una táctica de conquista; la estaba poniendo in remojo (baño María) para ganarse su confianza. Increíblemente perspicaz, Julian analiza a Carrie y descubre su herida psicológica (Carrie fue abandonada por su padre cuando tenía 4 años), y entonces Julian le asesta un golpe fatal a Carrier: «Cuando un padre se va sin una razón, te pasas la vida haciéndote preguntas sobre los hombres». Aquí hay manipulación psicológica, le desnuda el alma, deja al descubierto su herida, su niña interior, y Carrie, obviamente, se sumió en una profunda duda existencial: «Esa noche me encontré reflexionando sobre los padres, o la falta de ellos. Algunos dicen que la relación de una hija con su padre es el modelo para todas sus relaciones posteriores con los hombres. ¿Es solo psicología barata, o hay algo de cierto en ello? Y si el modelo era imperfecto, ¿significa eso una vida de relaciones imperfectas? No pude evitar preguntarme: al final, ¿cuánto te moldea el modelo de un padre?». Créanlo o no, los niños absorben los parámetros de las personas con las que crecen en sus primeros años, para bien o para mal; son como un lenguaje emocional. Julian tenía razón: Carrie se portaba como una niña caprichosa y buscaba un padre que la mimara. Así que Julian, sabiendo cuál es la enfermedad de Carrie (zapatos = Padre), se la ofrece como cura (la lleva al almacén de Vogue, el templo de los zapatos y la ropa) y, desvistiéndose, se le insinúa, equivocando por completo el enfoque: "¡Cielos, vístete, Julian, podrías ser mi padre!". Carrie busca el amor de su padre, no sexo. Julian calculó mal la medicina: estaba caducado, pasado de moda para Carrie, una mujer que quiere estar a la moda.
HAGAMOS JUSTICIA A LA ABOGADA
Ya dijimos sobre Carrie que no hay mujeres feas, solo mal vestidas. Así que, aunque Carrie no era una mujer hermosa, se vestía, se maquillaba y peinaba bien, y lucía absolutamente deslumbrante. Miranda, en cambio, solía aparecer con un aspecto horrible que la hacía parecer torpe, mayor, corpulenta, torpe y extraña, incluso un poco marimacha (la sudadera con capucha que le cubría la cabeza es un buen ejemplo). Sin embargo, cuando su maquillaje y ropa eran perfectos, Miranda lucía una mujer bellisima. Obviamente, Miranda, aunque era la menos hermosa de las cuatro, era la menos superficial, y era quien criticaba a las demás mujeres por sus diversas obsesiones (Samantha por el sexo, Charlotte por la moral y Carrie por la moda). Tiene sentido que se la muestren como alguien que prioriza otras cosas sobre verse atractiva todo el tiempo. Pero la verdadera razón de este look es otra: detrás de las cámaras, en la vida real, Cynthia Nixon (Miranda) en su vida privada tiene un estilo andrógino (bisexual y lésbico) y a menudo discutía sobre estilismo con Patricia Field, la diseñadora de vestuario de la serie.
¿SABÍAS QUE... LA VERDADERA CARRIE BRADSHAW EXISTE?
La famosa serie de televisión Sexo en Nueva York se inspiró en un libro homónimo escrito por la periodista Candace Bushnell en 1997. La novela se basa en la vida de la autora y está claramente dirigida a un público femenino joven. El libro toma su título de la columna semanal que Bushnell comenzó a escribir en 1994 para el New York Observer. La novela tuvo mucho éxito gracias a la serie de televisión. Hay algunas diferencias con la serie de televisión:
Carrie Bradshaw no es la protagonista del libro, es solo uno de muchos personajes; Charlotte York no es una estadounidense puritana, sino una ninfómana inglesa, periodista, no galerista; Miranda Hobbes es una ejecutiva de televisión, no abogada; Samantha Jones no es gerente, sino productora de cine; Stanford Blatch no es un cazatalentos, sino un artista; y no es un hombre feo, bajo y calvo, sino un chico guapo, alto y con el pelo largo y rizado. Además, las tres amigas del protagonista no tienen tanto espacio como en la serie: en el libro, Stanford y otros amigos, que aparecen ocasionalmente en la serie, tienen mucho más espacio.
Pero leer el libro es como leer la columna de Carrie en Sexo en Nueva York. Ejemplo:
- Las mujeres desordenadas son mejores en la cama: si entras en el apartamento de una mujer y nada está fuera de lugar, ya sabes que no querrá quedarse en la cama todo el día y pedir comida china para comer en la cama.
- Eres demasiado joven para querer acostarte conmigo, y para cuando tengas la edad suficiente para entenderlo, yo seré demasiado mayor para acostarme contigo.
- Cada vez que un hombre me dice que es romántico, me dan ganas de gritar: simplemente significa que tiene una visión romántica de ti, y que en cuanto te vuelvas real y dejes de formar parte de sus fantasías, se decepcionará. Esto es lo que hace que el romance sea peligroso; es mejor mantenerse alejado de él.
ME SIENTO PERDIDO POR ESO NO PUEDO PERDERTE
Muchas personas enamoradas no necesitan creer en ti, pero necesitan poseerte para creer en sí mismas. Hay dos ejemplos claros que encontramos en la serie: El primero es Mr. Big, cuya vida se puede definir como A.C. (Antes de Carrie) y D.C. (Después de Carrie). Al principio, era un tipo cauteloso, tranquilo, calculador, diplomático, distante, claro en sus acuerdos y decidido a no comprometerse. Pero más tarde, cuando Carrie se involucra y él deja a su esposa Natasha, se vuelve tóxico e invade la intimidad de Aidan de una manera verdaderamente infantil e invasiva (recuerden la pelea a puñetazos entre Big y Aidan en el barro). Carrie y Big tienen una enfermedad en común: solo se necesitan el uno al otro cuando el otro ya no los necesita. Es como no querer buscar al otro, sino màs bien la confirmación de que se buscan a sí mismos cuando se sienten perdidos a través del otro. Miranda hace lo mismo con Skipper: lo desdeña, lo ignora, lo desprecia, pero cuando lo ve con una chica, inmediatamente lo encuentra encantador (Skipper, ¿vas al gimnasio por casualidad?). En otras palabras: «No te quiero, pero necesito que me necesites, extraño que me extrañes, no te deseo, pero quiero lo que me haces sentir cuando me deseas». Por lo tanto, podemos decir que esta actitud no solo es tóxica, sino también verdaderamente neurótica.
LA QUINTA MUJER DE SEXO EN NUEVA YORK
Un personaje importante, aunque no principal, es Stanford Blatch, el amigo gay de Carrie Bradshaw. Tiene una apariencia muy estereotipada (bajo, con sobrepeso y calvo), pero aporta a la serie una perspectiva gay sobre la vida, el amor y el sexo. También es el modelo a seguir y mentor de Carrie, como si le diera y le dijera lo que una mujer no puede. Los hombres gay, en general, cuando son muy maduros, poseen cierta plenitud psicológica, precisamente porque pueden ver las situaciones desde ambas perspectivas (masculina y femenina). De hecho, cuando Carrie no soporta a los hombres y está cansada de las mujeres, busca a Stanford y encuentra en él un refugio psicológico y emocional. Stanford fue su confesor espiritual; era sensato, sarcástico y poseía la cualidad única de un marcado contraste entre su elegancia y su sencillez humana. Buscaba la autenticidad en todo:
- Stanford: No quiero parecer un don nadie ahora que tengo a alguien.
- Carrie: Ah, ¿entonces está bien ser un don nadie cuando no tienes a nadie?
- Stanford: Bueno, al parecer no eres nadie hasta que alguien te quiere.
Una de sus escenas más intensas y memorables es cuando explota ante el egoísmo quejoso de Carrie, teñido de auténtica y dolorosa independencia:
"Basta, estoy harto. Te he escuchado hablar de Aidan durante... ¿qué?... ¿diez manzanas y dos años? Y he sido un público maravilloso. Pero cuando te pregunto por mi Marcus, solo recibo un 'amable'".
EL FENÓMENO MIRANDA
El personaje más evolucionado, el más polifacético, el más rockanrolesco, es sin duda Miranda. Es una abogada de éxito que ha hecho de su trabajo la piedra angular de su vida, pero es un trabajo cuyo entorno está lleno de hombres tiburones, como ellos, se convierte no solo en un tiburón, sino también en un poco masculina. Por eso, tiene una visión muy cínica de las relaciones y de los hombres, y no se anda con rodeos: «Si recibes dinero de un hombre, le das el control de tu vida» (Miranda). Es la mujer dura y ruda de Sexo en Nueva York y no escatima en críticas a sus amigas: «¿Por qué terminamos como solteronas y solteronas, y los hombres se convierten en solteros y playboys?». Pero ella, que criticó la vida matrimonial y los hijos como una amenaza, es la primera en quedar embarazada. En esta ocasión, revelará su lado más tierno y dulce, reprimido durante años tras su fachada de mujer de carrera sin tiempo para el amor: «Es increíble. En un tribunal, una duda razonable puede absolverte de asesinato. En un compromiso amoroso, te hace sentir como una criminal». (Miranda) Pero seamos sinceras: el matrimonio y la maternidad han eclipsado a Miranda. Era de esperar que en tiempos tan oscuros, como suele ocurrir, cayera en la adicción al alcohol. El punto de inflexión llega cuando inicia una relación con una mujer y descubre que es queer ("Queer" es un término de origen inglés que significaba ser "raro" o "bizarro". Hoy en día, se usa como un término general para quienes no se identifican como heterosexuales. Lo eligen quienes desean rechazar las categorías binarias y tradicionales de género y orientación sexual, o quienes exploran su identidad y no quieren etiquetarla). Los buenos entendedores creo que ya lo intuyeron desde la primera temporada (recuerden el beso con la mujer en el ascensor, fingiendo ser lesbiana para conseguir un puesto entre los abogados màs importantes). Puede que les parezca extraño, pero las mujeres que se declaran muy feministas, a menudo un gran porcentaje (obviamente no todas), son queer. ¿Será casualidad, simple coincidencia o factor psicologico? En definitiva, solo las mujeres saben lo que significa un corte de pelo y un cambio de color: Miranda, en su etapa más decisiva, se deja el pelo de gris, símbolo de vejez y sabiduría, y vuelve a su pelirrojo natural de joven cuando por fin se siente ella misma y màs libre.
¿ES CIERTO QUE LOS PERROS SE PARECEN A SUS DUEÑOS?
Existe una teoría que dice que los perros se parecen a sus dueños, tanto física como caracterialmente. Esto sucede porque las personas eligen incoscientemente perros con características que reflejan las suyas. Además, con el tiempo, los perros desarrollan una personalidad y hábitos similares a los de sus dueños, absorbiendo e imitando sus estados de ánimo y estilo de vida. Los perros son animales sociales que se adaptan a su entorno y a las personas que los rodean. Cuanto más tiempo pasan juntos perros y dueños, más convergen sus personalidades y hábitos. Pero en el caso de Samantha, también existe la teoría contraria: es ella la que se parece a un perro en el que se ve reflejada, y gracias a esta identificación, decide tenerlo como mascota. En cualquier caso, es un suceso realmente hilarante en la película.
NUEVA YORK REFLEJA LOS PENSAMIENTOS DE CARRIE
El amor es un juego, y la ciudad es nuestro tablero. Las luces de la ciudad iluminan mis deseos más oscuros. En Nueva York, el amor puede ser tan complicado como un par de tacones. El sexo es como un par de zapatos: si no te queda bien, no lo usarás. Cada vez que me enamoro, pienso en cuántos pares de zapatos me costará. En Nueva York, las relaciones son como las estaciones: cambian con cada mes. A veces, la ciudad puede ser tan solitaria como una noche sin sexo. A veces, el amor y el sexo son solo una forma de escapar de la realidad. El amor verdadero puede ser tan raro como encontrar un taxi libre a las 3 a.m. Las citas en esta ciudad son como los taxis: siempre estás esperando el correcto. Las mejores lecciones de amor se aprenden en la cama. En el amor, siempre hay espacio para un poco de locura.
El sexo en Nueva York es una mezcla de emoción y peligro.
- Carrie -
El amor en Nueva York debería ser tan romántico como un cuento de hadas: siempre lleno de esperanza. Cada encuentro debe ser como un baile: lleno de gracia y pasión. El sexo debería ser un acto de amor, no solo una necesidad. La intimidad es más que solo sexo; es una conexión profunda. El sexo es especial cuando se comparte con la persona adecuada. Las relaciones significativas requieren tiempo y dedicación. Las relaciones deben ser como las obras de arte: cuidadas y apreciadas. Cada relación es un nuevo viaje hacia el corazón. Las buenas relaciones requieren honestidad y confianza. La elegancia es clave, incluso en la vida amorosa. Sueño con el príncipe azul en un lugar tan encantador como Central Park. La ciudad es hermosa, pero el amor verdadero la hace aún más especial. En Nueva York, cada cita debería sentirse como una película romántica. Un beso bajo las luces de la ciudad puede ser mágico. En el amor, siempre hay que buscar lo mejor en la otra persona.
- Charlotte -
MIRANDA PESA UNA BALANZA DE JUSTICIA ENTRE PROS Y CONTRAS
Las relaciones modernas pueden ser complicadas, pero no imposibles, pueden ser difíciles, pero también pueden ser gratificantes; son como un trabajo; requieren esfuerzo y dedicación. Las relaciones saludables requieren honestidad y comunicación, pero las expectativas pueden arruinar incluso el mejor encuentro. La confianza es la base de cualquier relación exitosa. El verdadero desafío es equilibrar el amor y la carrera. Las mujeres deben ser valoradas por su mente, no solo por su cuerpo. Las mujeres pueden ser fuertes y vulnerables al mismo tiempo. Las mujeres deben tener el control de sus propias vidas amorosas. La independencia es sexy, incluso en una relación. A veces, el amor se encuentra en los lugares más inesperados. En Nueva York, a veces hay que jugar duro para conseguir lo que quieres. En Nueva York, el amor es como una montaña rusa: lleno de altibajos. La vida amorosa no debería ser una batalla; debería ser una danza. El verdadero amor se basa en la igualdad y el respeto mutuo. El sexo es más satisfactorio cuando ambos están en la misma sintonía. El sexo sin compromiso puede ser emocionante, pero también vacío. El sexo no siempre tiene que ser emocional; a veces, es solo físico, puede ser liberador, pero no es la única forma de conexión. El sexo casual tiene su lugar, pero el respeto es primordial. El amor no debe ser una carga; debe ser una elección. A veces, el amor significa saber cuándo dejar ir. En esta ciudad, el amor puede ser un lujo, pero no debe serlo. La amistad puede ser el mejor fundamento para una relación romántica.
- Miranda -
LA MENTALIDAD DE SAMANTA VIENE DEL FUTURO, ES PROFESIA,
POR ESO NO ES FACIL ENTENDERLA, TANTO MENOS ACEPTARLA
No creo en los límites; el placer es lo más importante. Cada encuentro es una oportunidad para aprender algo nuevo. Las relaciones son divertidas, pero el sexo es aún mejor. El sexo es una aventura y yo estoy aquí para disfrutarla. No hay nada más sexy que la confianza en uno mismo. El sexo sin ataduras es liberador y emocionante. Las mujeres pueden ser sexualmente liberadas sin ser juzgadas. La química es lo que hace que el sexo sea realmente inolvidable. Cada experiencia sexual debería ser única y emocionante. La vida es demasiado corta para no disfrutar del placer. Los hombres pueden ser solo un pasatiempo, y eso está bien. El sexo es una forma de autoexpresión. El amor no siempre es el objetivo; a veces, es solo el sexo. No pido disculpas por ser quien soy: una mujer sexualmente empoderada. La diversión es la clave, y Nueva York es el lugar perfecto para encontrarla. Cada encuentro casual tiene su propio encanto. El sexo es como un buen cóctel: hay que saber mezclarlo. En la vida, lo más importante es disfrutar cada momento.
- Samantha -
Quizás sean nuestros errores los que determinan nuestro destino. Sin ellos, ¿qué formaría nuestras vidas? Quizás si nunca nos desviáramos de nuestro camino, no nos enamoraríamos, no tendríamos hijos, no seríamos quienes somos. Al fin y al cabo, las estaciones cambian. Las ciudades también. La gente entra en tu vida y se va. Pero es reconfortante saber que las personas que amas siempre están en tu corazón. Y, si tienes mucha suerte, a solo un vuelo de distancia.
Carrie
¿Eres más romántica como Charlotte o realista como Samantha? Pero si es realmente realismo, entonces el amor romántico no debería existir, así que ¿sería también pesimismo?
EL PERTURBADOR ENCANTO DE ALEXANDER PETROVSKY
Cuando Carrie conoce a Alexander, él no parece preocuparse por ella; de hecho, es esquivo. Esto, sin embargo, se vuelve extremadamente atractivo debido al complejo de inferioridad de Carrie (el abandono de su padre). Carrie se muestra ingeniosa, cuenta chistes, pero él la toma por un alivio cómico. Su fama fue un incentivo para Carrie; creo que ella quería ver si podía estar a la altura de toda esa grandeza rusa. De hecho, les dice a las chicas que no es nada serio, pero en cambio cae en la trampa, enamorándose inconscientemente. Él fue honesto y sincero desde el principio sobre sus intenciones con Carrie. No intentó cambiarla. Abordó el tema de sus hijos con respeto y madurez. Ella decide seguirlo a París, y la ciudad se convierte en una jaula de oro para ella: inmensa, donde se siente perdida, libre, pero al fin y al cabo una jaula, aunque sea de oro. Carrie ha sido tolerante e incluso comprensiva con su horario de trabajo: en ese momento, el trabajo era lo primero y Carrie, lo segundo. Pero cuando Carrie descubre que un grupo de fans parisinos le organiza una fiesta, él se hace la víctima y la convence con delicadeza de que cancele la velada. No quiere que lo abandonen, pero cuando ella lo acompaña al trabajo, èl la abandona. En ese momento, al soltar la mano de Carrie, ella también suelta su corazón. Intenta hacerle entender, y él la abofetea, solo para decir "fue sin querer" (accidentalmente). Mientras que en Nueva York era un tipo serio y elegante, en París se revela como un auténtico imbécil. La bofetada que le dio a Carrie la envió literalmente a los brazos de Big. La ex mujer de Aleksandr le había insinuado a Carrie que el cambio de su marido era inusual y realmente creemos que toda su madurez es la clásica disponibilidad que tienen todas las parejas enamoradas, pero luego debajo reveló el hombre que era: un manipulador emocional con un toque de misterio y encanto poético.
El amor es la única marca que nunca pasa de moda… Busco un amor total, ridículo, incómodo, agotador, que te consuma y te haga pensar en nada más… Qué felices éramos antes de decidir que queríamos vivir felices para siempre…
Carrie
¡Estáis locos para casarse!
¡El matrimonio lo arruina todo!
Miranda
Con estas palabras, Miranda desmanteló por completo el castillo de arena que Carrie había planeado para su boda; para Big, en realidad era un "circo". Le había dicho repetidamente a Carrie: "Solo te quiero a ti", pero ella quería, como siempre, toda la pompa y solemnidad: 200 invitados, vestidos de Vogue, fotos en las portadas de las revistas, entrevistas, etc. Carrie se casaba consigo misma. Incluso ella, tras el fracaso, se devanó los sesos intentando averiguar el motivo de la cancelación de Mr. Big, y llegó a creer que se había centrado demasiado en la fiesta y no en él. Él lo había centrado todo en la sencillez, la intimidad, los valores; ahí, por fin, estaban los valores del amor, no las apariencias, las fiestas, los invitados, la materialidad. Pero Carrie no quiso escuchar, así que la ausencia de Mr Big en la boda fue su cruel respuesta. "Sé que lo arruiné todo, pero siempre te querré...". El Sr. Big tenía dos matrimonios fallidos a sus espaldas; sabía que todo ese drama circense era inútil para la relación, pero Carrie era una niña que necesitaba ser el centro de atención, como todos los que siguen las "modas", incluso en las bodas. Son fiestas para los demás, para el qué dirán, y no para sí mismos. Como dijo la sabia Samantha: "Ya me conoces, no creo en el matrimonio para nada, pero el bótox, eso siempre funciona".
Miranda también dio en el clavo con una reflexión psicoanalítica cuando dijo: "¡Los hombres que se casan son los que extrañan a su madre!". Imaginen si se casara con una mujer que no sabe ser madre, pero que aún es solo una niña (como Carrie). En una pareja, en parte actuamos como padres para el otro, es como seguir criando al otro, pero esto se convierte en un fracaso si solo funciona la transferencia psicologica parental en una sola de las partes; la otra es la pareja infantil que lo arruinará todo tarde o temprano.
¡STEVE, NECESITAS UN ABOGADO!
Antes de analizar la traición de Steve, necesitamos tener una visión detallada de la situación. Solo así podremos entender cómo Miranda, a pesar de tener la sartén por el mango, se da el golpe a sì misma, oscilando entre lo correcto y lo incorrecto. La situación es muy realista y refleja lo que les sucede a algunas parejas que llevan mucho tiempo juntas. Las parejas con estilos de vida diferentes pueden distanciarse, y la traición puede ocurrir. Miranda no tuvo sexo con él durante seis meses, y cuando lo intentaron, ella le dijo: "Termina rapido". Esto no es una excusa para Steve, pero lo impulsó a buscar sexo fuera de casa. El sexo es una necesidad; si no alimentas a tu perro, no lo culpes si va comer en la basura del vecino. Miranda, que siempre ha sopesado los pros y los contras, como buena abogada, esta vez se ciega y no ve que fue ella quien lo engañó en primer lugar: negarse a sí misma la intimidad es una traición. Cuando ella busca la comprensión con sus amigas, todas se vuelven en su contra. Samantha dice que quiere hacerlo todos los días, Charlotte, asustada, tiene sexo con Harry cuatro veces esa semana, y Carrie finalmente le dice a Miranda que dejar a Steve fue un grave error. El hecho es que la negligencia de Miranda hacia Steve no justifica la traición, pero el remordimiento y la confesión espontánea y sincera de Steve le dan una excusa para condenar también a Miranda. Es triste que Steve, un amante del hogar, el niño y la familia, haya terminado en esa traición. Me parece una narrativa poco auténtica; fue forzada y artificial para generar drama en la película, pero, por desgracia, esto se ajusta perfectamente a la situación actual de nuestra sociedad.

SAMANTHA EN EL INFIERNO DE DANTE
La historia entre Samantha y Smith es tierna, poética, romántica, transgresora, pervertida... de todo. Es una historia maravillosa. En cierto modo, ella lo guía, lo desteta, lo ayuda a crecer como hombre y artista. No comete los mismos errores ni los mismos horrores con él que con Richard; de hecho, no hay celos; incluso lo impulsa a buscar otro amor. Él está dispuesto a raparse la cabeza cuando sabe que ella está en quimioterapia contra el cáncer. Sorprendentemente, le compra el anillo que tanto anhela. Es un amor que lleva a Samantha a ver el mundo desde una perspectiva diferente, descubriendo una parte más profunda de sí misma. Y lo más sorprendente es que Samantha logra serle fiel: «Era oficial: desde que conoció a Dante (el nuevo vecino que se acostaba cada noche con chicas diferentes), ¡Samantha lo pasó fatal! ¡Perdón... pero mi perro se equivocó y se subió a tu bastón... eh... balcón!». Con esta tímida excusa y un desliz freudiano, Samantha expresa toda la violencia con la que niega su instinto sexual de ser fiel a su amor. Sin embargo, su alma libre no podía traicionarse por mucho tiempo, así que decidió con gran madurez terminar ese amor, siendo amigos y amantes, como debe terminar un amor verdadero, con las puertas abiertas y nunca cerradas.
Tus veintes son para divertirte, Louise...
¿Tus treintas? Para aprender lecciones.
Tus cuarentas, para pagar todas las bebidas.
- Carrie a Louise -
PARÉNTESIS DE AMOR
Algunos amores son verdaderamente eternos; por muy interrumpidos, frustrados o aislados que sean, permanecen en el corazón para siempre. Carriè es el Sr. Big de Aiden. Siempre se han encontrado en los momentos más inoportunos e inapropiados, pero siempre en el lugar correcto, incluso en un remoto país del Este como Abu Dabi, en los Emiratos Árabes Unidos; una coincidencia más que fortuita, diría milagrosa. Y aquí Carrie hace una confesión sorprendente, porque aunque está casada, demuestra que sigue sin ser feliz: «Creo que echaba mucho de menos lo que yo era antes, y Aidan era una parte fundamental de eso. Y sí, quería coquetear, y sí, quería la atención, pero no quería el beso. En el momento en que besé a Aidan, recordé quién era yo antes. Alguien que correteaba por Nueva York como una loca, intentando ser amada por el único hombre al que amo. Y ahora me ama de verdad, y quiere sentarse en un sofá en Nueva York conmigo. Y espero de verdad que mi pasado no haya arruinado mi futuro. Además, ¿qué tiene de malo un sofá?». Ahora se da cuenta de que fastidiar a Big porque quiere relajarse en su sofá viendo una película en blanco y negro no tenía sentido, porque tiene que perdonarse a sí misma por el beso traicionero, tiene que aquietar su conciencia, y por eso ahora todo en Mr. Big es tolerable e insignificante (para ocultar el significado de ese beso). Por esta razón Aiden regresará nuevamente en la secuela And Just Like That, para demostrarle a Carrie que el amor nunca muere y que se puede amar a mucha gente porque nuestros corazones tienen tantas habitaciones como un burdel.
LAS REGLAS PARA TERMINAR:
1. Destruye todas las fotos donde él salga sexy y tú feliz.
2. Miente. Es más fácil que admitir la verdad.
3. No pises tiendas hasta que estés emocionalmente estable.
4. No dejes de pensar en él, ni un instante, porque entonces aparecerá.
5. La más importante de todas. No importa quién te rompió el corazón ni cuánto tiempo te lleve sanar, nunca lo lograrás sin tus amigos.
- ¿Por qué tienes que coger el autobús si ya estás en él?
- ¡Totalmente de acuerdo!
Carrie estaba pasando por uno de los momentos más oscuros de su vida: sin amor, sin apartamento, sin dinero... encontrarse teniendo que coger el mismo autobús que anunciaba su columna era la máxima ironía, pero simbólicamente era como decirse a sí misma: todavía tienes mucho que aprender sobre el amor y el sexo. Ese cartel en el autobús: «Carrie Bradshaw sabe de buen sexo», sigue siendo, como toda buena publicidad, una verdad a medias, a medio camino entre la mentira y el deseo.
Me follaste mal una vez, eres idiota. Me follaste mal dos veces, idiota yo. Es una filosofía de vida.
- Samantha -
En pocas palabras la filosofia de Samantha es impecable: el ciclo se cierra cuando llega otra persona que te coge mil veces mejor que el de antes. Samantha como siempre estaba muy adelantada a su época y la admiro muchísimo por frases como esta. Carrie nunca podría haber dicho algo así. Miranda, quizás sí. Charlotte, de ninguna manera.
"Pueden reconstruir un motor a reacción, pero cuando se trata de mujeres... ¿qué tiene de misterioso? ¡Es mi clítoris, no la esfinge!"
Miranda, te pregunto, ¿qué tiene de misterioso? Son hombres, sabes cómo parir un hombre, algo más grande que un motor a reacción, y además, ¿acaso las madres no saben cómo enseñar a los hombres a entender el clítoris? No, las madres no suelen hablar de estas cosas con sus hijos; son las vírgenes santas, tan sagradas como las esfinges.
IN VINO VERITAS
In vino veritas es un proverbio latino que literalmente significa: "en el vino está la verdad". Esto significa que cuando una persona está ebria, se relaja y puede revelar fácilmente hechos y pensamientos veraces que nunca diría sobria. Esta fue la táctica que Miranda usó para dejar que Charlotte desahogara su dolor. Solo puedo tolerar a Charlotte cuando es desinhibida, transparente, sin la falsa armadura de los principios morales. Sus diálogos son espléndidos, especialmente el final, que vale la pena la película entera:
- Miranda: Ser madre es una tortura absoluta.
- Charlotte: Sí, pero los beneficios lo valen.
- Miranda: Vale. Estamos a 17.200 kilómetros de todos.
- Charlotte: Mmm.
- Miranda: Puedes decírmelo. Yo también soy madre.
- Charlotte: ¿Qué cosa tengo que decir?
- Miranda: Todas las cosas que piensas pero no puedes decir en voz alta. Vale. Hablaré primero. Por mucho que quiera a Brady y lo quiera más que las palabra... ser madre no es suficiente. Extraño mi trabajo. No me vas a dejar aquí sintiéndome sola como la peor madre del mundo, ¿verdad?
- Charlotte: Vale. Bueno... quiero a mis niñas.
- Miranda: Lo sé.
- Charlotte: Pero... me encantaba no tenerlas cerca. Necesitaba un respiro.
- Miranda: Sí, exacto.
- Charlotte: Rose llora todo el día, todos los días. Me está volviendo loca.
- Miranda: Te he estado observando durante meses. No sé cómo lo haces.
- Charlotte: A veces voy a la otra habitación, cierro la puerta... y la dejo gritar. ¿No es horrible?
- Miranda: No, esto es supervivencia. Toma un sorbo.
- Charlotte: ¿Y puedo decirte algo más? Me siento culpable. Me siento muy culpable, porque lo único por lo que siempre recé fue por tener una familia. Y ahora tengo a estas dos hermosas niñas.
- Miranda: ¿Y?
- Charlotte: Me están volviendo loca.
- Miranda: Toma un sorbo.
- Charlotte: Y siento que estoy fracasando. Siento que estoy fracasando constantemente.
- Miranda: No estás fracasando. Ser madre es difícil.
- Charlotte: Ay, Dios mío. Es tan difícil. Y tengo ayuda a tiempo completo. ¿Cómo se las arreglan las mujeres sin ayuda?
- Miranda: No tengo ni idea. (Levanta su copa para hacer un brindis). Por ellas
- Charlotte: Por ellas.
- Charlotte: Y cuando yo... Oh, no, no puedo. No puedo. Es horrible.
- Miranda: Toma un sorbo. Déjate ir.
- Charlotte: Cuando oí a Samantha decir que Harry me hubiera podido engañar con Erin... Sí. Mi primer pensamiento fue: "No puedo perder a la niñera".
¡MIRANDA, NECESITAS UN ABOGADO!
Steve se había resignado a una vida sin sexo, sin emociones y sin sueños. No podía creer que una noche Miranda quisiera tener sexo después de tantos años de abstinencia, pero en realidad ella solo quería poner a prueba su pasión por Che Diaz con un hombre. Miranda, quien sembró el caos al enfrentarse a la traición de Steve, ahora es quien le devuelve el favor y quiere guardar silencio (siempre lo ha tratado con condescendencia, arrogancia y orgullo), pero Che Diaz la obliga a decir la verdad si quiere su amor.
La salida del armario de Miranda Hobbes fue impulsada principalmente por la actriz Cynthia Nixon, quien, al firmar el contrato de la secuela, solicitó esta evolución del personaje, porque así es ella en la vida real: activista LGBTQ+, queer, esposa de una mujer con la que se casó después de años de matrimonio con su primer marido, y madre de un hijo, Samuel, con quien vivió toda su transición. Por lo tanto, en la secuela de 2022 (And Just Like That), la búsqueda de Miranda, la abogada dura y racional, con respuestas rápidas y un hombro donde sus amigas podían llorar, es imposible: la Miranda Hobbes de hoy es más consistente que la de hace veinte años con respecto a un único punto de referencia: la actriz que la interpreta: Cynthia Nixon. En todo caso, el error se cometió antes: ¿quizás Nixon no era la persona adecuada para interpretar a Miranda? ¿O quizás la interpretó tan bien que mostró la evolución completa de un personaje, de principio a fin? Así que pensar que fue una decisión puramente publicitaria es superficial. Pensar que fue una elección que abraza la mentalidad actual, que necesita concienciar sobre temas importantes para la comunidad como la inclusiòn de genero, es posible, pero aun así fue deseado por la actriz que interpreta a Miranda. El problema es que esta Miranda es deprimente y deprimida, habla sin parar y desorientada, una mujer muy madura con los problemas de una jovencita.
PD: Honor y felicitaciones para Steve, quien al concederle el divorcio a Miranda le dijo "quiero que seas feliz", frente a todas esas feministas que lo crucificaron (como Miranda en primer lugar) cuando èl la engañó, después de haberle advertido a Miranda que necesitaba pasión, mientras ella permaneció cobardemente en silencio.
DESIGUALDAD TRIANGULAR
En geometría, existe una regla sencilla para nombrar un triángulo verdadero: la suma de cada uno de sus lados debe ser mayor que la longitud del tercer lado. Si no se cumple esta condición, las medidas no pueden formar un triángulo verdadero. Lo mismo ocurre en los triángulos amorosos. A lo largo de la serie, hemos visto dos triángulos donde se cometió el error fatal de no colocar a la persona invitada y menos experimentada en el centro (el tercer lado). De hecho, tanto Charlotte como Miranda se sintieron excluidas, desplazadas e invasivas. Cualquiera que cree un triángulo amoroso debe tener presente esta regla muy sencilla: colocar a la persona menos experimentada en el centro de la atención y de esta manera se involucra y se anima a relajarse y dejarse llevar.
MEN HATTAN
¿Qué pasó con los hombres de Sexo en Nueva York y su secuela, AJLT? Siempre se ha dicho que esta es una serie hecha para mujeres. Obviamente, trata sobre el universo femenino, pero precisamente por eso, creemos que también es una serie sobre todo para hombres, porque les brinda la oportunidad de comprender el complejo mundo de la psique femenina. Aunque todas las actividades giraban en torno a las emociones que las mujeres experimentaban con los hombres que seleccionaban meticulosamente, en su mayoría, los hombres de esta serie se reducen a hazmerreír, mentirosos, traidores y bastardos, con algunas excepciones donde, peor aún, cuanto más amables parecían, menos importantes eran: la sensibilidad y la timidez de Skipper se perciben como simplones e idiota; la mentalidad abierta de Richard se presenta como oportunismo; la belleza juvenil de Smith finalmente parece inadecuada para la madurez de Samantha; Robert Leeds, el médico negro que frecuentaba a Miranda, ha desaparecido con su amabilidad como un fantasma sin valor; Steve era la marioneta vudú crucificada de los desórdenes psiquicos de Miranda; Trey MacDouga, aunque bueno, no era tan importante para Charlotte como tener un hijo; y, finalmente, el único bueno que sobrevive, pero permanece condenado al infierno infantil de Charlotte, es Harry, indispensable para que Charlotte pueda crear su propio mundo familiar de cuento de hadas. Pero, como vemos en AJLT, Harry es solo un accesorio más en la casa de Charlotte, que hace y dice todo lo que sus tres mujeres quieren y no quieren. Finalmente, no hace falta señalar por qué los hombres de Carrie resultan ser tan tóxicos como ella (Big, Aidan, Jack Berger, Alexander Petrovsky).
Podemos concluir que los hombres, todos personajes secundarios, en la serie son accesorios que pasan de moda, menos brillantes que los zapatos y la ropa, mientras que los personajes femeninos se reflejaban en su interior, revelando lo que querían y lo que no, y humillándolos cuando era necesario; porque, en realidad, ¿qué necesitaban hacer para desacreditar el mundo masculino, dado el destino insignificante de todos los hombres de esta serie?
«Bienvenidos a la era de la antiinocencia.».
El dilema de siempre por la mañana: un armario lleno de ropa y nada que ponerme...
(Carrie Bradshaw.)
"Buscaba un vestido de $7 para usar con mis zapatos de $300".
(Carrie Bradshaw).
LOS GRITOS RESONANTES DE CHARLOTTE
Hay muchas ocasiones en las que Charlotte grita sin motivo alguno, es su forma de expresar emociones. En la secuela, hubo un momento en el que, de repente, lanzó un grito tan aterrador que Carrie y Miranda sufrieron un salto de infarto, mientras que Charlotte solo gritaba porque recordaba el compromiso de Anthony. Pero ¿por qué gritan precisamente las mujeres en estas ocasiones, haciéndolas parecer estúpidas, infantiles, como auténticos gansos locos?
Genéticamente, el macho tiende a actuar en peligro, mientras que la hembra grita pidiendo ayuda.
Estos son instintos que aún no se han eliminado de nuestra naturaleza cavernícola. En un contexto tribal, donde los hombres están cazando y las mujeres se quedan para proteger a los niños, el grito de una mujer alertará a muchos de un ataque a la aldea. Pero incluso los recién nacidos, incapaces de expresarse con palabras, se comunican con llantos, gritos y gemidos, y muchas personas, incluso al crecer, siguen llorando y gritando sin motivo alguno. Muchas mujeres también gritan en conciertos o, en general, cuando ven a su ídolo; gritan cuando se encuentran con una amiga; gritan cuando algo las impacta (una araña, un ratón, un apagón de luz) o ante algún suceso. Nuestra dimensión psíquica femenina (la parte Yin) es más emocional y, por lo tanto, las personas con una carga femenina fuerte y desequilibrada (esto también se aplica a los hombres y se observa a menudo en algunos hombres homosexuales) expresan sus emociones con mayor claridad gritando y llorando, especialmente con voces agudas, que nos resultan más penetrantes. Por eso también se utilizan instrumentos o voces más agudas para la melodía de una canción, mientras que los tonos más graves se suelen usar para la armonización. No es casualidad que, incluso durante el sexo, las mujeres griten, jadeen y chillen más que los hombres. Así que, por un lado, estos gritos son una regresión infantil que se puede regular con consciencia, pero por otro, son instintos puramente naturales de nuestra emocionalidad pura y predominantemente femenina.
Carrie Bradshaw: "Vamos, chicas, ¿de verdad somos tan cínicas? ¿Dónde quedó el romance?"
Samantha Jones: "Mmm, ya es cosa del pasado."
¿De verdad creéis que las mujeres pueden tener relaciones sexuales como los hombres?
(Carrie Bradshaw)
Hubo un momento en la serie en el que todos los hombres eran considerados insensibles, tramposos, mujeriegos y mentirosos, y las mujeres de Sexo en Nueva York se preguntaban: "¿Qué pasó con la dimensión emocional y sentimental masculina?". Irónicamente, incluso se sugirió que un hombre sensible, delicado, comprensivo y atento (y, por lo tanto, con una dimensión psíquica Yin femenina desarrollada) debería ser gay, no heterosexual:
Skipper: "Soy demasiado sentimental".
Carrie Bradshaw: "¿Tal vez eres gay?"
SEXO SIN AMOR
El dilema era cómo tener sexo sin complicaciones, es decir, sin el amor que requiere compromiso y dedicación. Por eso, el SMr. Big le dijo a Carrie: «Ah, ya veo, nunca te has enamorado».
Esta respuesta es más una provocación que un juicio. Así que Carrie le devuelve la espina y le pregunta al Mr. Big: «¿Alguna vez te has enamorado?» (Have you ever been in love?). Y la respuesta de Mr. Big, por desgracia, no se puede traducir con su singular excepción en inglés: «Abso-fucking-lutely», lo que sería como decir no solo «absolutamente sí», sino también "jodidamente" con una excepción, para bien o para mal.
Carrie Bradshaw: "Eres tan linda, cariño".
Miranda Hobbes: "¡Ser linda no es nada en esta ciudad!"
Charlotte York: «En algunas culturas, las mujeres bajitas y pelosas se consideran hermosas».
Samantha Jones: «...¿Por qué me miras, disculpa?».
De repente, me sentí como si llevara pachulí en una habitación llena de Chanel.
(Carrie Bradshaw)
Charlotte York: "Jamás me acostaría con un hombre casado".
Samantha Jones: "Quizás lo hayas ya hecho sí. Los anillos de boda se quitan, ¿sabes?"
Charlotte York: "Odio estar en la mesa con mujeres casadas. Todas te miran como si fueras..."
Carrie Bradshaw: "¿Perdedora?"
Miranda Hobbes: "Leprosa".
Samantha Jones: "Put@".
«Sono letteralmente fottuta. No sul serio sono stata scopata in tutti i modi in cui puoi esser scopata».
(Samantha Jones.)
Quiero tener mi dinero a la vista: todo colgado en mi armario.
(Carrie Bradshaw)
Mr. Big: No seas una perra.
Carrie: No lo soy. Solo estoy siendo yo misma.
Las conductas abusivas de Miranda hacia Steve eran intolerables, ya que ella lo infravaloraba muchísimo, no daba importancia a sus cosas… pero un hombre que te deja por el suelo sus calzoncillos cagados se hace un chiquillo que necesita una madre y ahì todo se complica, porque Miranda no quería hacer la madre ni al mismo hijo, un trauma que tuvo que aceptar con mucha fatiga.
EL AMOR TRANQUILO NO LE DA DOPAMINA, LE DA MIEDO
Las mujeres con historia de trauma relacional no toleramos fácilmente el amor estable:
No hay drama, no hay dopamina
No hay lucha, no hay adrenalina
No hay incertidumbre, no hay sentido de propósito
El cuerpo confunde la calma con el abandono inminente.
TU CUERPO BUSCA LO FAMILIAR, NO LO SANO
Acá está el punto: cuando crecés en ambientes donde el amor vino con condiciones, caos o distancia emocional, tu sistema nervioso aprende a asociar eso con conexión.
Carrie Bradshaw: «Lo sai cosa sei? Una puttana».
Stanford Blatch: «Quanto vorrei che fosse vero».
«In una città dalle optioni infinite, a volte non cè niente di meglio che averne una sola».
(Carrie Bradshaw.)
«C'era una volta in una magica terra chiamata Manhattan una giovane donna innamorata».
(Carrie Bradshaw.)
Charlotte York: «Mi ha chiesto di fare una cosa a tre».
Samantha Jones: «Oh sì sono i pompini degli anni novanta».
Charlotte York: «Quali sono quelli degli anni ottanta?».
Samantha Jones: «Il sesso anale».
«Ti piacciono i pavoni?».
(Charlotte York.)
«I rapporti a tre vanno tanto perchè sono facili; il difficile è trovare l'intimità».
(Carrie Bradshaw.)
[Durante yoga]
Charlotte York: «Credo di essermi rotta la vagina».
Carrie Bradshaw: «Scusa ho tirato troppo?».
«Quindi per trovare l'uomo ideale, bisogna metterlo al mondo?».
(Miranda Hobbes.)
«Sono in uno stato confusionario eovarico».
(Carrie Bradshaw.)
«Se scopa sul mio divano giuro che me lo ricompra».
(Samantha Jones.)
«Se partorisce sul mio divano giuro che me lo ricompra».
(Samantha Jones.)
«Per forza la città non dorme mai sono tutti troppo impegnati a farsi scopare».
(Carrie Bradshaw.)
«C'è un momento in ogni rapporto in cui il romanticismo lascia il posto alla realtà».
(Carrie Bradshaw.)
[Riferita all'astinenza di sesso]
«Vi avverto signore, se raggiungo i quattro mesi, io mi faccio una di voi».
(Miranda Hobbes.)
«E' strano come ogni tanto la normalità ti metta a disagio».
(Carrie Bradshaw.)
«Valentino, Escada, Oscar de la Renta. Che cos'hanno in comune Dio e la Moda per andare così d'accordo? E alla fine eccolo lì, con il suo Armani anche la domenica, Mr Big».
(Carrie Bradshaw.)
«Non è divertente? Sembra una via di mezzo tra l'inferno e un bordello».
(Stanford Blatch.)
[Rivolta a Mr Big]
«Dimmi che sono quella giusta».
(Carrie Bradshaw.)
«Poi se ne andò e io piansi per una settimana. Poi mi accorsi che ce l'ho la fede. Fede in me stessa».
(Carrie Bradshaw.)
seconda stagione
«Quando vivi in un isoletta come Manhattan, le probabilità d'incontrare colui che ti ha spezzato il cuore, sono incredibilmente alte. E le probabilità d'incontrarlo quando hai un aspetto orribile, sono ancora più alte. Quando hai appena rotto con qualcuno, certe strade certi luoghi perfino certe ore del giorno sono da evitare. La città diventa un campo di battaglia deserto, pieno zeppo di mine emotive. Devi stare molto attenta dove metti i piedi, se non vuoi finire a pezzi».
(Carrie Bradshaw.)
«Se Big avesse un pò di classe avrebbe traslocato. Qui c'ero prima io!».
(Carrie Bradshaw.)
«Io James e il suo minuscolo pene, siamo davvero una famiglia felice!».
(Samantha Jones.)
«Miranda era una tifosa sfegatata degli Yankees e io di qualsiasi posto dove potesse bere e fumare alle 2 del pomeriggio senza essere giudicata».
(Carrie Bradshaw.)
Samantha Jones: «Incredibile avete visto che pacco?».
Miranda Hobbes: «E' la conchiglia di protezione».
Samantha Jones: «Beh tesoro, la sua conchiglia straripava».
«L'avevamo fatta con una usa e getta prima che mi venisse in mente che anche noi avremmo potuto essere usa e getta. E li su due piedi, creai la prima regola del lasciarsi: distruggere tutte le foto in cui lui ha un'aria sexy e tu sembri felice».
(Carrie Bradshaw.)
«Il rito del sabato mattina: caffè, uova e una sessione di pettegolezzi privati».
(Carrie Bradshaw.)
Samantha Jones: «Di un pò, tu esci con quel tipo da tre settimane e ancora non gli hai visto le palle? Oh dai bambina vuoi darti una mossa?».
Charlotte York: «Va bene, ma perchè gli uomini fanno così? Insomma è da selvaggi! Come si sentirebbero se noi ci toccassimo in pubblico?».
Carrie Bradshaw e Samantha Jones: «Ne andrebbero pazzi».
«Regola del lasciarsi numero 3: finchè non si è emotivamente stabili, non mettere piede nei negozi».
(Carrie Bradshaw.)
«E infine la regola del lasciarsi più importante di tutte: non conta chi ti ha spezzato il cuore o quanto ci vuole per guarire, non ce la farai mai senza le tue amiche».
(Carrie Bradshaw.)
«Finchè non avesse trovato l'uomo perfetto, Charlotte avrebbe avuto il cane perfetto».
(Carrie Bradshaw.)
«Incredibile, avevo invitato il mio ex e la sua donna alla mia festa di compleanno. Come se invecchiare non fosse già abbastanza traumatico».
(Carrie Bradshaw.)
«Mentre lo guardavo andare via, capii che l'unica cosa che non ero riuscita a dire a Mr Big era: Non ti ho ancora dimenticato».
(Carrie Bradshaw.)
«Samantha non credeva al primo appuntamento, ma credeva nel fare sesso subito dopo».
(Carrie Bradshaw.)
«Gli uomini sono tutti strani!».
(Miranda Hobbes.)
«Quella sera Charlotte vide Dio sette volte. Per una non praticante era stato un ottimo venerdì».
(Carrie Bradshaw.)
[Rivolta a Samantha Jones]
«Ma come? Abbiamo passato la vita a cercare di nascondere il grasso che abbiamo sul sedere, e tu te lo vuoi mettere in faccia?».
(Miranda Hobbes.)
«Santo cielo! Ma che ne è stato dell'invecchiare con stile?».
(Miranda Hobbes.)
«Charlotte non ha una relazione, solo orgasmi multipli».
(Miranda Hobbes.)
«Per Samantha la chirurgia era come essere da Barney: una volta entrata tanto valeva fare compere».
(Carrie Bradshaw.)
«Da qualche parte là fuori, c'è un altro piccolo fenomeno che potrà amarci, capirci e baciare le nostre tre teste per farci stare meglio e nel frattempo, abbiamo sempre Manhattan».
(Carrie Bradshaw.)
«L'orgasmo per me non è fondamentale in un rapporto».
(Miranda Hobbes.)
Charlotte York: «Domandate a queste donne se a 40 anni è divertente passare la notte in discoteca. Ma chi ci sta tutta la notte?!».
Samantha Jones: «Chi ha 40 anni?!».
Miranda Hobbes: «Sapete che gli dico? Un bel Vaffanculo col punto esclamativo».
Samantha Jones: «Sono proprio bastardi».
Charlotte York: «Già sì! Vaffanculo».
Carrie Bradshaw: «Charlotte dice le parolacce?».
«Sanno ricostruire un motore di un jet ma quando si tratta di donne ... che c'è di così misterioso è un clitoride non la Sfinge!».
(Miranda Hobbes.)
Stanford Blatch: «Tartini: vodka aromatizzata al mirtillo, assaggia!».
Carrie Bradshaw: «Manco dal giro per 4 giorni e mi inventano un nuovo drink».
«Josephine era la sorella di Havier, erede della firma Havier. In un giorno si era trasformata da brutto anatroccolo in Donatella Versace. La morte l'aveva resa decisamente bella».
(Carrie Bradshaw.)
«Fammi capire hai rimorchiato un uomo al cimitero?».
(Miranda Hobbes.)
«Come puoi sapere quanto tempo ti rimane? C'erano tante di quelle cose che non avevo fatto: non ero mai stata in Grecia, non avevo finito di tinteggiare il bagno, la mia carta di credito non era ancora esaurita. Diavolo, a volte mi sembrava appena di vivere».
(Carrie Bradshaw.)
Charlotte York: «Mi ha invitata a una commemorazione sulla tomba di sua moglie. E' importante».
Carrie Bradshaw: «Da quando i cimiteri sono diventati così mondani?».
Carrie Bradshaw: «Nel paradiso ci credi? Secondo te com'è fatto?».
Mr Big: «Un letto enorme, e qualcuno che ti dice "Dai vieni"».
«E' una delle cose strane di New York: non sai mai se un taxi può salvarti o ammazzarti. O entrambe le cose».
(Carrie Bradshaw.)
«E fu un altro Deja vu. Io e Big sulla porta e emozioni contrastanti».
(Carrie Bradshaw.)
«Non sapevo se era un suicidio. Sepevo solo che io e Big c'eravamo reincarnati e non mi ero mai sentita così viva».
(Carrie Bradshaw.)
«Sapevo che era sbagliato: vedere l'uomo che era emotivamente non disponibile con cui avevo troncato 6 mesi prima, ma il senso di colpa faceva da afrodisiaco. Non mi ero mai sentita tanto viva e sexy in tutta la mia vita».
(Carrie Bradshaw.)
«Gli uomini tradiscono per la stessa ragione per cui i cani si leccano le palle: perchè ci riescono».
(Samantha Jones.)
«Un drink al punto G. Il lesbo-bar più in voga del momento».
(Carrie Bradshaw.)
Samantha Jones: «Qualcuno mi spiega che cos'è questa fissa che hanno gli uomini ultimamente di rasarti il pube?».
Miranda Hobbes: «Dai, è ovvio! Vogliono una bambina».
Samantha Jones: «Veramente nel caso di Tor è stato più come essere marchiate».
Miranda Hobbes: «Che cosa vorresti dire?».
Samantha Jones: «Mi ha rasato in un modo: me l'ha fatta a forma di fulmine».
Miranda Hobbes: «Ma dove li trovi certi tipi?».
Charlotte York: «Cioè una donna etero e una donna lesbica non possono essere amiche?».
Samantha Jones: «Certo che possono ma non puoi pensare di andare sull'isola delle Amazzoni e non adeguarti un pò».
[Rivolto a Carrie Bradshaw]
«Mi sei mancata tanto. Ufficialmente».
(Mr Big.)
«C'è solo uno spazzolino rosa in ogni set, e Big lo stava dando a me».
(Carrie Bradshaw.)
«Se sei single il mondo è il tuo buffet personale».
(Samantha Jones.)
Carrie Bradshaw: «Due persone che si conoscono da una settimana hanno annunciato il loro fidanzamento».
Mr Big: «E?».
Carrie Bradshaw: «Beh non lo so non ti sembra scioccante?».
Mr Big: «Siamo a New York, niente è scioccante. Abbiamo accettato di urinare in pubblico».
Carrie Bradshaw: «Credi nell'amore a prima vista?».
Mr Big: «Io credo nella lussuria a prima vista».
«Come si può credere nell'amore a prima vista in una città dove gli uomini ti si masturbano addosso in metropolitana?».
(Intervistata.)
[Rivolte a Samantha]
Charlotte York: «Io non capisco: come si fa a dimenticare uno con cui sei stata a letto?».
Carrie Bradshaw: «Credo che non si parli più di numeri a una cifra ...».
«Le cose con Big andavano bene: veniva a un matrimonio insieme a me».
(Carrie Bradshaw.)
[Rivolta a Mr Big con lo smoking]
«Che cosa posso dire se non: divino».
(Carrie Bradshaw.)
«Certe persone sanno che sono destinate a stare insieme. Io sapevo di essere destinata ad andare a casa e a mangiare la torta a letto con Big. Forse noi siamo più tipi da radiatore».
(Carrie Bradshaw.)
«C'erano una seconda volta in una mitica terra tra Carmaine & Malbary Street, due semplici mortali che si stavano divertendo un mondo».
(Carrie Bradshaw.)
«Il tuo silenzio puzza di discriminazione».
(Samantha Jones.)
«Gli dei mi puniscono perchè faccio sesso casuale».
(Miranda Hobbes.)
[Rivolta a se stessa e a Big]
«Quella sera stessa, smettemmo d'essere un mito e diventammo reali».
(Carrie Bradshaw.)
[Riferita a Mr Big]
Samantha Jones: «Se il fatto che guarda le donne è il tuo più grosso problema, allora sei fortunata».
Carrie Bradshaw: «Beh se è una cosa da poco, allora perchè non la pianta?».
Samantha Jones: «Tesoro, è un'aspetto dell'uomo che non puoi cambiare. E' nel patrimonio genetico come scorreggiare».
«L'unica cosa in versione non tagliata che Charlotte avesse mai visto era l'edizione integrale di Via col Vento».
(Carrie Bradshaw.)
Charlotte York: «Tutta quella pelle a grinze; sembrava uno Sharpei».
Carrie Bradshaw: «Era il primo che vedevi non circonciso?».
Charlotte York: «Così da vicino sì».
Miranda Hobbes: «Promemoria: si esco con l'uomo non con il suo pene».
Carrie Bradshaw: «L'85% non è mica circonciso».
Charlotte York: «Ecco! Stanno per conquistare il mondo».
Carrie Bradshaw: «Tesoro, si parla di peni, non di Godzilla».
«Se cambiare è così facile perchè per Big è così difficile?».
(Carrie Bradshaw.)
«In conclusione non si può cambiare un uomo, ma se c'è una luna blu si può cambiare una donna».
(Carrie Bradshaw.)
«Ecco alcune delle cose che amo di New York. Quella settimana di primavera in cui non fa ancora troppo caldo e gli alberi cominciano a germogliare. Gli uomini vestiti da uomini. Tre quotidiani e 12 colonne di pettegolezzi. Insomma per me è facile dire: Ti amo New York. Quello che non mi è facile dire è: Ti Amo Mr Big. La prima volta in cui capii di amare davvero Big fu una mattina davanti a una bella colazione».
(Carrie Bradshaw.)
«Puoi dire a un uomo: ti odio e farci la più bella scopata della tua vita. Ma prova a dirgli Ti amo e probabilmente non lo rivedrai mai più».
(Carrie Bradshaw.)
[Riferita alla relazione tra Miranda e il barman Steve]
Samantha Jones: «Direi che è la storia perfetta».
Carrie Bradshaw: «Sì, prima ti fa venire e poi ti prepare un Cosmopolitan».
Carrie Bradshaw: «Siamo nel 2000 Charlotte oggi non si può più parlare di proletariato».
Charlotte York: «Ma non vorrete mica farmi credere la nostra società non è più classista e che noi non lo siamo». [Fa un cenno alle massaggiatrici]
Carrie Bradshaw: «Va bene Maria Antonietta, ti sei spiegata».
Carrie Bradshaw: «Detesto Park Avenue, è come trovarsi in un paese straniero».
Mr Big: «Allora considerami come il tuo passaporto, piccola».
«Secondo me tutto quello che succede prima di dirsi ti amo, non conta niente».
(Carrie Bradshaw.)
«Per una donna non cè niente di più umiliante di una visita ginecologica».
(Carrie Bradshaw.)
«L'uomo avrà anche scoperto il fuoco, ma la donna ha scoperto come giocarci».
(Carrie Bradshaw.)
«Speriamo che sia un etero-gay almeno. Sarebbe un etero con molte buone qualità gay. Mentre se fosse un gay-etero sarebbe solo un gay che fa molto sport e non ti scopa».
(Samantha Jones.)
Carrie Bradshaw: «Ho fatto la cacca da Big, e secondo me è una gran cosa. Vuol dire che con Big mi sento così a mio agio da fare la cacca».
Charlotte York: «Non è una gran cosa, è la fine del romanticismo!».
Mr Big: «Ciao bellissima».
Carrie Bradshaw: «Ciao bel moro».
«Che cos'ha l'appartamento di Big? Non ci resta mai incollato niente come se avesse dell'anti-aderente per donne!».
(Carrie Bradshaw.)
[Rivolta a Samantha]
«Non riesco a decidere se tu rappresenti il nostro futuro o la nostra fine».
(Carrie Bradshaw.)
«Per poter sopravvivere a due decenni di appuntamenti galanti a New York, Samantha era diventata un potente ibrido l'ego di un uomo imprigionato nel corpo di donna».
(Carrie Bradshaw.)
«Vedi cosa succede quando il sindaco chiude tutti i sexy shop? Il sesso rispunta in cucina».
(Carrie Bradshaw.)
«Io non ho nessun feticcio!».
(Charlotte York.)
«Miranda aveva il chiodo fisso delle biografie storiche al punto d'aver passato l'ultimo week-end a letto con Filippo di Spagna».
(Carrie Bradshaw.)
«Le donne si rapportano al Loro con il Noi. Mentre per gli uomini il Noi è io e il mio uccello».
(Samantha York.)
«In amore c'è una linea sottile che intercorre tra il piacere e il dolore».
(Carrie Bradshaw.)
«Chi sono per giudicarti? Portavo la frangia negli anni 80».
(Carrie Bradshaw.)
«Charlotte si sentiva come Cenerentola ... in un libro di favole perverso e contorto di un universo parallelo».
(Carrie Bradshaw.)
[Rivolta a Mr Big]
«Perchè ti è così difficile, calcolarmi nella tua vita in un qualsiasi stupido modo?».
(Carrie Bradshaw.)
«Dopo aver fatto l'amore sapevo che era finita. Avevo veramente amato Big? O era solo dipendenza da dolore? Lo squisito dolore di avere qualcuno inaccessibile».
(Carrie Bradshaw.)
«Come fai a non avere ancora un analista? Siamo a Manhattan anche gli analisti hanno un analista!».
(Stanford Blatch.)
Samantha Jones: «Se facessimo continuamente pompini agli uomini governeremmo il mondo».
Carrie Bradshaw: «Inoltre avremmo le mani libere per salutare i dignitari di corte».
«Il mio rapporto con Big era del tipo autolesionista».
(Carrie Bradshaw.)
Carrie Bradshaw: «Noi vogliamo conoscere Weasley del duo "Weasley & Lesley" e post scritto gli piace Elvis Pristley?».
Charlotte York: «Mio fratello è molto importante per me e non ho nessuna voglia di sottoporlo alla santa inquisizione».
Samantha Jones: «Io faccio la Santa. [Riferita a Miranda] Tu fai l'Inquisizione».
[Rivolta a Samantha]
«La tua vagina è nelle guide turistiche di New York immagino! E' il posto più frequentato della città, è sempre aperta!».
(Charlotte York.)
«E' incredibile. Possiamo sentirci essenzialmente fantastiche, ma se gli occhi di un uomo non ci rimandano la stessa immagine, diventiamo mostruose».
(Miranda Hobbes.)
«Non riuscivo a capire, lui mi desiderava perchè durante la mia mossa "mi metto a portata di bacio" per sbaglio ero incappata di proposito nel suo "alzati e saluta la signora" e allora?».
(Carrie Bradshaw.)
«Le ventenne sono viziate e ingrate. Si credono padrone dell'universo».
(Samantha Jones.)
«Ecco un altro aspetto delle ventenni, sono molto premurose, puoi sempre contare su una di loro per farti tenere i capelli mentre vomiti».
(Carrie Bradshaw.)
«Quali sono le attrattive dei vent'anni? Niente rughe, muscoli tonici, l'eccitazione per le nuove esperienze, e la sensazione che la vita sia piena di infinite possibilità. Però ci sono anche appartamenti orribili, uomini sessualmente inesperti e imbarazzanti errori di abbigliamento».
(Carrie Bradshaw.)
«E' vero le ventenni sono favolose, ma finchè non ne vedi una con l'uomo che ti ha spezzato il cuore».
(Carrie Bradshaw.)
terza stagione
Miranda Hobbes: «Come siamo ridotte. Costrette ad attraversare le acque per rimorchiare».
Carrie Bradshaw: «Nota bene: non sto andando a State Island per rimorchiare, sto andando per giudicare!».
«Il traghetto in questa stagione vale pur qualche pettorale».
(Samantha Jones.)
«Chi avrebbe mai pensato che un'isoletta simile potesse contenere tutti i nostri ex fidanzati?».
(Miranda Hobbes.)
«Pronto 911, sto andando a fuoco».
(Samantha Jones.)
Miranda Hobbes: «Poi perchè i pompieri sono sempre così carini? Anche quando non sono un granchè sono sempre carini, perchè è così?».
Carrie Bradshaw: «Primo, perchè hanno un limite di peso, secondo è la sindrome dell'eroe sai li vedi su quei camion...».
Samantha Jones: «Quei camion rossi».
Carrie Bradshaw: «Che corrono a salvare qualcuno bloccato sul cornicione in fiamme».
Miranda Hobbes: «E poi hanno negli occhi quell'aria da sono un bravo ragazzo. Dev'essere quello».
Charlotte York: «Secondo me è perchè le donne vogliono solo un uomo che le salvi».
Carrie Bradshaw: «Frase che le donne single, indipendenti di oltre trent'anni non dovrebbero nemmeno pensare, figuriamoci dire a voce alta».
«Esco con uomini da quando avevo quindici anni, sono esausta, dov'è lui?!».
(Charlotte York.)
«Mi fanno male i capelli!».
(Charlotte York.)
«E se il principe azzurro non fosse mai arrivato? Biancaneve avrebbe per sempre dormito nella sua bara di cristallo? O dopo un pò si sarebbe svegliata, avrebbe sputato la mela, trovato un lavoro, sottoscritto un'assicurazione sanitaria e fatto un bambino grazie alla locale banca dello sperma?».
(Carrie Bradshaw.)
«Dentro ogni donna single, determinata e sicura di sè, c'è una delicata e fragile principessa che aspetta di essere salvata?».
(Carrie Bradshaw.)
«Senza uomini in vista decisi di salvare le mie caviglie da una vita noiosa comprando troppe paia di scarpe col tacco a strapiombo».
(Carrie Bradshaw.)
«Io voto sempre in base alla bellezza dei candidati».
(Samantha Jones.)
«Mi dava l'idea che ci fosse qualcosa di erotico nel rapporto fra Queil e Bush, sul tipo Batman e Robin».
(Samantha Jones.)
«Trovavo interessante che una discussione di politica alla fine diventasse sempre una discussione sul sesso e una questione sul sesso diventasse sempre una questione di politica».
(Carrie Bradshaw.)
Stanford Blatch: «Ho i biglietti per i Monologhi della Vagina».
Carrie Bradshaw: «Perchè?».
Stanford Blatch: «Anche se non mangio al ristorante mi piace tenermi al corrente delle specialità».
«A volte con l'uomo giusto devi fare delle concezioni, ci sarà sempre qualcosa».
(Samantha Jones.)
«Come newyorkese ci sono pochissime cose che amo di più del brunch domenicale: puoi dormire fino a mezzogiorno e riuscire lo stesso a ordinare ovunque delle uova, gli alcolici sono spesso compresi nel pasto e la domenica è l'unico giorno in cui escono le pagine sportive delle donne single, la rubrica matrimoniale del New York Times».
(Carrie Bradshaw.)
Miranda Hobbes: «Chissà com'era tremendo Enrico VIII allora».
Carrie Bradshaw: «Già, tu vai con la testa e lui te la fa tagliare».
Miranda Hobbes: «Ce l'hai un mattarello?».
Carrie Bradshaw: «Con me?».
Miranda Hobbes: «No, in cucina».
Carrie Bradshaw: «Stai scherzando? Adopero il forno come ripostiglio».
«Non si può leccare una passera a caso e un'altra no! Ho pagato e mi aspettavo di essere leccata a dovere!».
(Samantha Jones.)
«Io non sarò mai la donna dai capelli perfetti, che si veste di bianco e riesce a non macchiarsi subito e che scrive biglietti di ringraziamento. E non posso sentirmi uno schifo per questo».
(Carrie Bradshaw.)
Miranda Hobbes: «Sai le donne che si travestono da uomo sono molto alla moda al momento».
Carrie Bradshaw: «Ma non andavano di più i pokemon?».
Carrie Bradshaw: «Se non sono neanche sicura che la bisessualità esista? Io credo che sia solo una copertura sulla strada per Gaycity».
Miranda Hobbes: «Non è proprio accanto a RickyMartinville?».
«Lo vedi, i miei fianchi non si muovono, sono un uomo!».
(Miranda Hobbes.)
«Io ero Alice, nel paese dell'orientamento sessuale confuso».
(Carrie Bradshaw.)
«Non sopporto le notizie serie prima di mezzogiorno».
(Carrie Bradshaw.)
«Ma non è questo che fanno le coppie? Sostenere a vicenda i sogni stupidi?».
(Carrie Bradshaw.)
Samantha Jones: «Non può smerdarmi perchè sono bianca!».
Carrie Bradshaw: «Non avrai detto smerdarmi?».
«Le cose che un vero newyorkese aspetta con ansia si possono contare sulle dita di una mano. La mia lista comprende: l'appartamente perfetto ad affitto bloccato, i sufflè al cioccolato e i saldi nelle mie scarpe preferite».
(Carrie Bradshaw.)
«Forse le donne moderne hanno bisogno di un promemoria per ricordarsi che il romanticismo non è morto».
(Carrie Bradshaw.)
«Quando il tuo uomo si sente così a suo agio da non pulirsi più il culo, sei alla fine del romanticismo».
(Miranda Hobbes.)
«A quanto pare il Titanic di una donna può essere la Love Boat di un'altra».
(Carrie Bradshaw.)
[Rivolto a Carrie] «Bel vestito, ragazzina».
(Mr. Big.)
Miranda Hobbes: «Gli uomini sono come i taxi, quando sono disponibili la loro luce si accende. Un bel giorno si svegliano e decidono che sono pronti a sistemarsi avere bambini ecc. e accendono la luce. La prima che gli capita bum, è quella che sposano. Non è il destino, è pura fortuna».
Charlotte York: «Scusa, ma mi rifiuto di credere che l'amore sia un fatto accidentale».
Miranda Hobbes: «Tutta questione di tempismo, devi beccarli con la luce accesa!».
Carrie Bradshaw: «La maggior parte ha il giallo che lampeggia».
Miranda Hobbes: «O è fuori servizio. Possono portare in giro donne per anni e non essere disponibili».
Carrie Bradshaw: «Allora non ci dovrebbero stare al volante!».
Miranda Hobbes: «E non devono neanche stare accesi a lungo per poter saltare il fosso, la maggior parte delle donne ha la luce accesa dalla nascita».
«Godetevi i vostri flussi!».
(Samantha Jones.)
«Il tempismo è tutto?».
(Carrie Bradshaw.)
[Rivolto a Carrie] «Cazzo, non riesco a smettere di pensare a te. Ora lo sai».
(Mr. Big.)
«All'improvviso la mia vita era diventata tutta questione di tempi: tutte le cose giuste dette al momento sbagliato, il mio passato che tornava troppo in fretta, e il mio futuro che ci metteva troppo a tornare a casa».
(Carrie Bradshaw.)
Mr. Big: «Hai una sigaretta».
Carrie Bradshaw: «Ho smesso».
Mr. Big: «Noi due dividevamo sempre una sigaretta».
Carrie Bradshaw: «Beh, dividevamo molte cose che mi facevano male».
Mr. Big: «Cazzo, è che tu mi manchi!».
Carrie Bradshaw: «Che peccato!».
Mr. Big: «Ho commesso un errore». [La bacia]
Carrie Bradshaw: «Fottiti!».
Mr. Big: «Io ti amo». [La bacia]
Carrie Bradshaw: «Fottiti! [La bacia di nuovo] Fottimi».
Samantha Jones: «Ci vedi Manhattan? Noi abbiamo tutto!».
Passante: «Fottiti!».
Samantha Jones: «Ti piacerebbe».
«Quando Charles Dickens scrisse, Era il momento migliore era il momento peggiore, forse aveva una relazione con una sua ex che si era sposata».
(Carrie Bradshaw.)
«La nostra storia come i nostri alberghi, era passata da eleganza e bicchieri di cristallo, a squallore e bicchieri di carta».
(Carrie Bradshaw.)
«In questa stanza c'è una gran puzza di Carrie».
(Mr. Big.)
[Rivolta a Mr. Big] «E' così finita tra noi che ci vorrebbe una parola nuova per dirlo».
(Carrie Bradshaw.)
«Mi piacciono gli uomini in gonna, l'accesso è facilitato!».
(Samantha Jones.)
Carrie Bradshaw: [Rivolta a Charlotte] «Non ci sei mai stata a letto?».
Samantha Jones: «Tesoro, prima di comprare una macchina ci si fa un giro di prova!».
«E' difficile trovare persone che ti amino per quello che sei. Io ero stata così fortunata da trovarne tre».
(Carrie Bradshaw.)
«New York, tetra, grigia, triste. O lo ero solo io?».
(Carrie Bradshaw.)
«Là fuori da qualche parte, Big era di nuovo solo. Il cosmo forse non gioca sempre pulito ma di sicuro ha un gran senso dell'umorismo».
(Carrie Bradshaw.)
"Me estoy gastando una fortuna para vivir en un barrio que está de moda de día y es trans de noche." (Samantha Jones).
Últimamente internet parece dividido entre quienes aman a Samantha y quienes detestan a Carrie. Pero si algo nos enseñó Sex and the City es que todas somos un poco de cada una.
Samantha abrió camino hablando de deseo sin culpa, pero también tuvo actitudes cuestionables: juzgó la apariencia íntima de Miranda como si fuera su culpa que la engañaran, humilló a Charlotte en plena Quinta Avenida diciendo que “nada se le mueve ahí abajo”, y muchas veces impuso su forma de libertad como si fuera la única válida.
La amamos porque es fuerte, sí, pero también porque es contradictoria —como casi todas las mujeres que intentan ser libres en un mundo que las educó para complacer.
Y Carrie… Carrie no es la villana. Su “amor equivocado” por Big no la hace tonta, la hace humana. ¿Quién no se ha quedado atrapada en una historia que sabe que no le conviene? ¿Quién no ha confundido pasión con destino? Carrie representa a esa parte de nosotras que intenta entender el amor mientras aprende a amarse a sí misma.
No es perfecta, y por eso nos duele verla tropezar. Porque reconocemos ahí algo nuestro.
Quizás el problema no es Carrie o Samantha, sino la necesidad de tener heroínas impecables.
Las mujeres reales no lo somos. Y ahí está precisamente el poder de esa serie: mostrarnos que incluso las más seguras, las más brillantes, también dudan, se contradicen y a veces se equivocan por amor.
Al final, todas somos un poco Carrie buscando sentido en lo que duele,
y un poco Samantha fingiendo que nada nos duele.
Entre el amor propio y el amor romántico, entre la libertad y la herida,
seguimos aprendiendo a ser mujeres sin pedir perdón por sentir demasiado.
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LOS FRACASOS SE DEBEN ENFRENTAR
Es un hecho que la secuela "And Just Like That" decepcionó a casi todos los fans de Sexo en Nueva York, pero no deberíamos equivocarnos al hacer esta comparación: eran dos series en dos épocas diferentes, y nosotros, hijos del cine de Hollywood, siempre esperamos un final feliz de cuento de hadas, pero la vida a menudo es todo lo contrario. En este sentido, AJLT es muy realista, aunque cruel: las amistades más sólidas a menudo no duran para siempre (Samantha está ausente); Carrie le dice a Miranda: "Pensé que seríamos amigas para siempre", y cuando le escribe "Te extraño", Samantha no responde; Miranda, al no haber logrado resolver los problemas psicológicos de su juventud, se encuentra ya en el umbral de la vejez con una crisis de identidad, por lo que la vemos perdida y decepcionada, logorroica y neurotica como una jovencita; a pesar que la vida de Charlotte es como una postal, vive en la tediosa monotonía de las cosas frívolas e insignificantes, por lo que ya no aporta nada como personaje. Y en fin, Carrie, la eterna princesa en busca de su Príncipe Azul, se queda sola, creyendo tener razón en su vacío, que llena con armarios repletos de ropa y zapatos.
"And Just Like That" intenta retratar la madurez de los personajes, pero lo cierto es que con demasiada frecuencia tropieza con la autocomplacencia, las debilidades y los maestros mediocres, y así volvemos, como un ciclo, a viejos problemas y defectos que nunca envejecen, pero que se mantienen fuertes y poderosos como si fueran eternamente jóvenes: NO MADURAMOS SOLO ENVEJECEMOS. Crecer nunca ha sido un proceso lineal, y "And Just Like That" lo demuestra sin ocultar las contradicciones que acompañan a la adultez y la vejez. La esencia de la historia sigue siendo la misma: mujeres que, a pesar de todo, siguen eligiéndose, escuchándose, apoyándose y que hoy cuestionan las mismas incertidumbres de siempre.
Y ASI FUE... (And Just Like That)
Para los fans y amantes de la serie Sexo en Nueva York, la secuela, tras 17 años (de 2004 a 2021), fue una sorpresa llena de expectativas. Las mujeres por fin, al menos en su edad y experiencia, madurarían. Por lo tanto, esperábamos personajes bien definidos y plenos, llenos de la conciencia y la sabiduría que trae la vejez consigo, solo si... si la vida se vive bien y se integran todos sus aspectos, sea en el bien que en el mal. Se suponía que este spin-off demostraría que podemos ser felices incluso a los cincuenta sin traicionar quiénes somos ni quiénes hemos sido, pero el resultado parece demostrar justo lo contrario. La secuela tuvo un comienzo inestable: dos NO que anunciaban un final decepcionante inevitable. El NO de Samantha (No Sex), sin ella no hay brújula, ni punto norte, ni orientación de la serie original, y Samantha era un personaje tan poderoso que intentaron eclipsarla con otros dos personajes femeninos y fracasaron (Seema y Lisa son fotocopias descoloridas y manchadas de Samantha). El NO de Mr. Big (No City), porque su muerte prematura en el guion no fue planeada por la producción, sino debido a acusaciones de acoso sexual que involucraban al actor Chris Noth en su vida privada, así que para evitar el escándalo lo despidieron artísticamente. Sin Mr. Big, el personaje de Carrie sigue a la deriva y volverá a encontrar su talón de Aquiles en el regreso de Aidan (la peor reencarnación de Mr. Big). Pero las viejas amigas que podrían ayudar a la desafortunada chica a volver al buen camino ya no están como antes, viven ocupadas en sus vidas: Miranda se compromete a dar vida a la vida privada y real de la actriz Cynthia Nixon en su personaje, mientras que Charlotte, como siempre, es insignificante a pesar de tener una vida de cuento de hadas (un esposo fiel, hijas adorables, el trabajo deseado y mascotas amigables), pero ni siquiera el cáncer de próstata de Harry añade suspenso a la serie. Lo mejor de una serie es ese "quiero saber cómo termina", pero aquí no existe esa sensación, porque parece que todo ha terminado desde el principio.
No sexo + No ciudad = No secuela
SAMANTHA SE FUE COMO LOS DIOSES
EN EL MOMENTO MÁS GLORIOSO
Lo que voy a decir es simplemente una opinión personal, pero sé que mucha gente (sobre todo mujeres que no están en paz con el paso del tiempo) no estarán de acuerdo. ¿Por qué? Porque la vejez es un tabú, y sobre todo para las mujeres, es su infierno. Una diablilla como Samantha lo sabía bien, y por eso hizo bien en retirarse y renunciar a hacer la secuela (And Just Like That). El personaje de Samantha gira por completo en torno al sexo; ese es su potencial. Pero ¿cuál es el poder del sexo que lo hace tan poderoso? ¡La belleza del cuerpo! ¿Y cuál es la maldición de esta belleza? La vejez. La ecuación es clara: el personaje de Samantha ya no tenía potencial, fuerza ni lugar en esa secuela. Lo dio todo en la saga de Sexo en Nueva York, mientras que en las dos películas vimos cómo eclipsaba su gloria: "Es un desastre. Tengo un montón de testosterona de Australia en esa piscina y ya no siento nada ahí abajo. Es oficial. El estrógeno ha desaparecido de mi cuerpo...". Samantha no hacía más que luchar contra la menopausia, las arrugas, la flacidez del vientre, la piel seca, etc. No es un pecado, es la naturaleza, pero la condena proviene de una sociedad que no tolera ver cuerpos viejos, y mucho menos a personas mayores que quieren vestirse como jovencitas y aún intentan seducir y coquetear. Para mí, Samantha era el personaje más hermoso y mejor elaborado, la cumbre de la saga, pero después de 16 años en la secuela, no veo qué más podría habernos dicho su cuerpo a nivel sexual, después de los 60. Ojo: no digo que las personas ancianas no tengan vida sexual. De hecho, afortunadamente, mientras hay vida, hay pasión. Pero ya no a nivel público. Es un tabú condenado por la sociedad. Una persona mayor que se comporta sexualmente como una jovencita solo se arriesga a hacer el ridículo. Las personas mayores se ven obligadas a encubrirse, ocultarse y negarse a sí mismas. Es triste, pero esa es la realidad. Así que me alegro de no ver más a Samantha. Su decisión de alejarse e irse fue sabia, y como todo genio, terminò en todo su esplendor y gloria, como una diosa.
No siempre maduramos con la edad,
pero ciertamente siempre envejecemos,
y esa es la prueba de ello.
REGRESIONES INFANTILES
Tras el funeral de Mr. Big, Miranda y Charlotte se turnan para dormir con Carrie, un gesto amable para ayudarla a no sentir el vacío de estar sola por las noches. No todos son lo suficientemente maduros para afrontar y procesar el duelo en solitario. Pero Carrie, como siempre, demuestra no solo su debilidad de carácter, sino también regresiones psicológicas infantiles, deambulando por la noche a menudo por la casa y durmiendo sola en el sofá (¿qué hace Miranda durmiendo sola en la cama de Carrie?). Nos frustraron diciéndonos que sin amigos no somos nada, que siempre necesitamos amigos, es cierto, pero no nos enseñaron que necesitamos estar solos aún más en los momentos más esenciales de la vida, que no debemos buscar siempre el reconocimiento y la aceptación de los demás; todas las formas de dependencia son tóxicas y patológicas, incluso la amistad y el amor, porque no nos permiten crecer y nos mantienen dependientes e infantiles. El niño necesita compañía porque le teme a la oscuridad, porque tiene miedo, porque hay ruidos, porque no puede dormir, etc. Carrie también actúa así, a pesar de tener 55 años. Sus amigas, en cambio, se asombran de que Carrie no llore, es fría, muy apática, pero cuando descubre, por el testamento de Mr. Big, que le ocultaba algo, su ego la reaviva y empieza a comer, a salir, a buscar los misterios ocultos de Mr. Big e incluso consigue dormir sola en su antiguo apartamento. Carrie es egocéntrica hasta el final; recordemos que Miranda, en cuanto Mr. Big muere, acude a Carrie y Carrie le pregunta: "¿Y ahora qué pasará?". Miranda responde: "Se lo llevarán" (se refería al cadáver) y Carrie aclara: "No, me refería a ¿qué será de mí ahora?". Miranda piensa en Mr. Big, Carrie, cono siempre, en sí misma.
CARRIE... ETERNAMENTE EVASIVA
Uno de los defectos diplomáticos más importantes de Carrie es su evasividad. No quiere comprometerse directamente, no quiere expresar sus ideas con claridad y rehúye responder con precisión a una pregunta o petición. Ejemplos: Miranda confiesa que no ha tenido sexo en seis meses, Samantha dice que lo hace todos los días, Charlotte dice que dos o tres veces a la semana, ¿y Carrie? Se niega a decirlo. A menudo actúa como periodista: solo hace preguntas, pero evade las respuestas. En la secuela, cuando hace podcasts, los presentadores de radio hablan abiertamente sobre cuándo, cuánto, dónde y cómo se masturban, pero cuando le preguntan a Carrie, ella sonríe y se hace la tonta. Che Díaz le señala esto:
- ¿Y tú, Carrie?
- ¿Qué de què? ¿Qué quieres saber de mí? Ah, sí, ¿quieres saber de la mía, de mi masturbación?
- ¡Pues sí, de eso estábamos hablando!
- Ah... Me gustaría comprar una vocal si puedo... jaja, lo siento, no sé qué significa.
(Después, en el ascensor :)
- Mira Carrie, o sea, no puedes reírte solo, ¿sabes?
- Me atrae más cuando la gente llama para las relaciones. Hoy fuimos un poco más obscenos.
- Pero a veces puede pasar, pero tienes que estar al tanto, si no, te etiquetarán como una mujer de otro género, casada y recatada. Y tú no eres así.
- ¿Ah, no?
¡LO QUE NO SE HACE PARA SALVAR UN AMOR!
Esta frase, que da título a esta publicación, la pronuncia Miranda cuando el ex esposo de Che Díaz explica que, para satisfacer a su esposa, aceptó todo tipo de experiencias transgresoras, como triángulos amorosos. Pero esa frase, que parecía un cumplido, se convierte en la purga misma de Miranda, porque poco después, inesperadamente, la propia Che Díaz la arrastra a un trío con su ex. ¿Pero dónde está Miranda, la abogada que siempre hacía de juez, sopesando los pros y los contras? Che Díaz, quien la tranquilizaba: «Solo me acuesto contigo, Miranda», se revela gradualmente como un personaje ambiguo, todo lo contrario de lo que Miranda deseaba. De hecho, Miranda, quien había crucificado a su esposo Steve por infidelidad, ahora, tras ser infiel, se humilla aceptando un trío, fingiendo una mente abierta, cuando en realidad está implorando por los restos de la pasión de Che Díaz. En una entrevista, la actriz Cynthia Nixon afirma que, mientras veía Sexo en Nueva York, se sintió avergonzada de algunas cosas que hizo hace 20 años interpretando a su personaje de Miranda. En nuestra opinión, debería avergonzarse dentro de 20 años por cómo degradó al personaje de Miranda en la secuela, AJLT.
NO FUE AMOR A PRIMERA VISTA
Anthony y Stanford, amigos gays y contrapartes de Charlotte y Carrie, son otra relación importante en la serie Sexo en Nueva York. Son como el agua y el aceite, no pueden estar juntos, pero al final se mezclan y casan, lo que obviamente termina en divorcio. Mientras Stanford es un hombre gay con clase, buen gusto y atractivo, Anthony siempre es crítico, nervioso e histérico. Anthony desdeña a Stanford, quien ya sufre de inseguridades físicas y las deficiencias de quienes no "tienen ese aspecto gay". Sin embargo, al ser poco atractivo, Stanford tenía un novio atractivo, el bailarín de Broadway Marcus Adente. Sin embargo, se besan en una fiesta de Nochevieja y luego se casan, y Anthony proclama en su boda que Stanford es "el primer hombre que me acepta como soy". ¿Y cómo es Anthony? Infiel:
- Carrie: ¿Entonces de verdad puede engañare?
- Stanford: Sí, pero solo en los 45 estados donde nuestro matrimonio no es legal.
- Anthony: El se casa y puedo engañarlo.
- Charlotte: ¿Qué? ¿Puedes engañarlo solo porque eres gay?
- Anthony: ¡No, porque soy italiano!
Esta cita de Anthony es un cliché italiano. Obviamente, no se puede generalizar, pero se suele decir que los italianos son extremadamente fieles a sus familias, pero no siempre a sus esposas.
DE ARQUEÓLOGA SEXUAL A HALLAZGO ARQUEOLÓGICO
Una de las cosas que más me sorprendió fue la evolución sexual de Carrie, o mejor dicho, su involución, para ser más precisos. En la secuela, AJLT, se ha vuelto puritana, se irrita al oír hablar de sexo, incluso se escandaliza se percibe cierta pasión; es igual que Charlotte en Sexo en Nueva York. Ella, que una vez afirmó ser arqueóloga sexual, se convierte en un hallazgo arqueológico, no por su vejez, sino por su mente cerrada, caprichosa e infantil. Afortunadamente permanecerá sola (solterona empedernida). En la serie Sexo en Nueva York, su personaje brillaba gracias a su voz narrativa, obviamente impersonal porque casi nunca ponía en práctica los aforismos, reflexiones y hermosos pensamientos que escribía. Pero esa fue la fuerza trascendental y profunda de la serie. Sin embargo, en la secuela, la voz narrativa desaparece y Carrie actúa como todos los demás personajes, convirtiéndose en lo que es: un personaje simple e insignificante, presa de sus debilidades, traumas pasados nunca superados y un mundo rebosante de apariencias materiales brillantes y fascinantes.
PD: La verdadera arqueóloga sexual siempre ha sido Samantha, y en su ausencia en la secuela, se ha convertido en el verdadero tesoro arqueológico a buscar y desear.
AJLT
EL KARMA REGRESA PARA EQUILIBRAR LAS CUENTAS
Tras 13 años, Carrie y Aiden se reencuentran, reavivando su romance, pero Aiden enseguida empieza a mostrar el karma que lo dejó todo inconcluso y que Carrie tendría que pagar. La primera noche, se niega a entrar en el apartamento de Carrie porque es un lugar lleno de malos recuerdos, pero como Nueva York es tan grande, deciden dormir en un hotel. Lo que no se ve con claridad es la proyección neurótica y traumática de Aiden: no entra en su apartamento, sino que va a tener sexo con Carrie y entra dentro de ella, la fuente de los recuerdos. Aun màs, jura no volver a pisar ese apartamento. Empiezan con mal pie; él demuestra que no ha sanado. Y poco después, cuando decide, por motivos familiares, distanciarse de Carrie, he aquí que entra en el apartamento y se lo dice. Ella, ahora muy dispuesta y madura, accede a dejarle tomarse un tiempo libre y volver con su familia. ¿Y qué hace Aiden? Engaña a Carrie con su exesposa... Carrie ve en él su traición con Mr. Big, así que lo perdona porque, en el fondo, también se perdona a sí misma. Pero esta madurez que Carrie ha alcanzado no será suficiente para salvar su relación.
AIDEN: LA REENCARNACIÓN DEL KARMA DE MR. BIG
Duncan Reeves es un célebre biógrafo británico que se muda a Nueva York para trabajar en un nuevo libro. Al principio, mantiene una relación tensa con Carrie debido al ruido que ella hace al caminar por la casa con sus tacones altos, mientras él vive en el apartamento de abajo. A pesar de ello, ambos desarrollan un vínculo basado en su pasión compartida por la escritura. Pero Aiden se pone celoso y ve esta pasión literaria como un interés amoroso. La historia se repite: Aiden invade el espacio de Carrie y destruye toda su confianza. Carrie demuestra una madurez verdaderamente notable: tras dejarlo todo por él, incluso vender su apartamento, y adaptarse al tiempo y la distancia que Aiden requiere para criar a los hijos, no soporta esta desconfianza infantil y decide romper su relación. Pero lo hace con serenidad, consideración y sabiduría; no es la Carrie histérica y egocéntrica que estábamos acostumbrados a ver en Sexo en Nueva York. Su conclusión es lógica: «Quien vive en el pasado no puede tener un futuro», y así deja a Aiden en su pasado. Carrie ha demostrado que puede darlo todo y se queda sin nada, sola consigo misma pero en paz, y en esa paz se entrega a una noche de sexo literario con Duncan sin compromisos, el clásico rollo de una sola linda noche.
"Si mueres, te mataré."
- La exclamación de Charlotte al enterarse de que Harry tenía cáncer de próstata.
LA AUSENCIA DE SAMANTHA SE SIENTE
En la secuela, AJLT, Samantha está ausente, no partecipa. Para llenar ese vacío, se la menciona ocasionalmente y ha aparecido en forma de mensajes de texto. Una vez, Carrie le escribió: "Te extraño", y Samantha ni siquiera respondió. Otro día, Carrie cuenta una historia en su podcast de radio sobre cómo Samnatha la ayudó con un problema de higiene femenina. Luego, preocupada de que Samantha se enfadara con ella por hablar de un asunto tan privado, se lo cuenta, y Samantha responde con su habitual tono desenfadado y sarcástico: "I love that your vagina is getting airtime." (Me encanta que tu vagina esté saliendo tanto tiempo en antena). Un ingenioso juego de palabras difícil de traducir porque capta el ambiente radiofónico. Es como decir: "Me alegra que tu vagina esté saliendo en onda, al aire", es decir, que se está volviendo famosa, que es la protagonista, que está siendo escuchada. Esa era Samantha, inigualable.
LOS HIJOS TE HACEN CRECER
A menudo pensamos que somos nosotros quienes criamos a nuestros hijos, pero con ellos, vemos nuestros propios errores, nuestras limitaciones, nuestras deficiencias mentales y emocionales. En la serie, el mejor ejemplo es Charlotte: era tímida y muy susceptible, incluso delicada y frágil siempre que se hablaba de sexo. Sin embargo, en la secuela, con sus dos hijas, Lily y Rose, Charlotte cede y demuestra una mentalidad muy abierta, tanto moral como sexualmente, recordando que en su época, hablar de sexo en casa era impensable. Mientras que Lily es inquieta, rebelde, artística e independiente, Rose declara abiertamente que no se siente mujer, sino un chico, y por lo tanto no binaria. La escena sublime ocurre cuando Lily confiesa que va a una cita para perder su virginidad, pero en medio de una nevada, se encuentra sin condón. Llama a su madre, ¿y qué hace Charlotte? Sale corriendo bajo la nieve, llama a la puerta de varias farmacias cerradas hasta que encuentra el paquete de condones y se los lleva a su hija. No olvidemos que Charlotte llama a Carrie por teléfono para pedirle ayuda, pero Carrie, como suele ocurrir en estos casos (de antropología sexual), se muestra fría, distante, indiferente y poco altruista.
"Sembro una che dà importanza ai capelli? Li lascio diventare grigi e non mi importa che mi facciano sembrare vecchia." – Miranda
"Porque estar sola, en teoría, es muy diferente a estar sola en la realidad".
Carrie
El episodio final de la secuela, AJLT, comienza con Carrie saliendo a cenar sola y sorprendida cuando el personal del restaurante coloca un peluche gigante en la silla frente a ella para que no cene sola. Nuestra sociedad estigmatiza la soledad, considerándola un fracaso. Ni siquiera la novela que Carrie ha escrito, es aceptada porque termina con ella soltera y felizmente sola, porque la soledad no se considera un signo de felicidad; la novela estaría condenada al fracaso, y se ve obligada a terminarla con el clásico y obligatorio "final feliz" de todos los cuentos de hadas.
La vida amorosa de Carrie ha sido una narrativa dominante en Sexo en Nueva York y "Y así como así" (AJLT), así que ver a Carrie aceptar su soltería y estar contenta con sus amistades es otro tabú que la serie logra derribar y afrontar sin miedo. Hay una frase que Carrie dice al final que resume cómo se siente sobre su vida y su soltería: «Quizás un hombre, pero quizás solo yo». Charlotte intenta presentarle a un hombre, pero esto pone de relieve las expectativas que la sociedad tiene sobre las mujeres, especialmente las mayores, y cómo seguimos pensando que la soltería no es el destino final, sino una simple etapa que hay que superar o un fracaso no superado.
CUANDO CRECES, TU DOLOR SE HACE PEQUEÑO
Cuando Carrie regresa a casa después de la fiesta del Día Acción de Gracias, por primera vez en la serie, mira a su alrededor con admiración, con una dulce sonrisa. Luego, pone música, en concreto la canción "You're The First, The Last, My Everything", y baila en la cocina mientras se come su pastel sola. Es una escena tierna y maravillosa, porque Carrie ha cerrado el círculo y ahora está bastante contenta con su vida. Sin un interés amoroso ni un hombre a su lado, se siente plena en su vacío. Nada mejor para cerrar este análisis que sus palabras:
"Pensé que con el tiempo mi dolor disminuiría, que no me llenaría cada centímetro como lo había hecho durante tanto tiempo. Mi tristeza nunca disminuyó, pero crecí y crecí hasta que me volvì tan grande que el dolor solo parecía más pequeño. Y entonces me di cuenta de que había llegado el momento. No sigues adelante porque estés listo. Sigues adelante porque te has vuelto más grande que antes".
1998 - 2025
INICIO Y FIN DE UNA ERA
La fuerza de "Sexo en Nueva York" reside en su capacidad para retratar con audacia y realismo la vida amorosa y sexual de cuatro amigas neoyorquinas, abordando, sin filtros y por primera vez en pantalla, temas como los vibradores, las orgías, el orgasmo femenino, la infertilidad, las enfermedades de transmisión sexual, el aborto, el cáncer de mama, la homosexualidad, la independencia femenina, la búsqueda del amor, las relaciones y la carrera profesional. A menudo con un tono ligero, incluso superficial, pero solo quienes sepan leer entre líneas descubrirán una riqueza de temas profundos. En este sentido, "Sexo en Nueva York" fue increíblemente revolucionaria y marcó una era en las series de televisión, especialmente al normalizar la conversación sobre sexo, llevándola a la televisión con naturalidad y normalidad. Para nosotras, "Sexo en Nueva York" es la Biblia de la ligereza de ser mujer, adulta y llena de aventuras con amigas. Pero no deberíamos tomar todo lo que vemos en pantalla como una ley: "Sexo en Nueva York" es un manifiesto, y también una advertencia. Muchos de los amores y situaciones de las chicas son utópicos y deberían servirnos de advertencia para que no caigamos en las mismas trampas.
Pensábamos que la secuela, AJLT, sería un hermoso atardecer de la serie anterior, pero en cambio resultó ser una hermosa flor marchita, carente de fragancia y encanto. Dos frases podrían ser el marco que abre y cierra esta obra. En la primera, Carrie nos invita a la era de la anti inocencia. Era una Carrie que reflexionaba frente a su ordenador. Sus pensamientos eran verdaderos aforismos, a menudo idealizados y lejos de ponerse en práctica. De hecho, en la última frase, todavía frente a su ordenador, intenta convencerse de que ha logrado lo que pocos sabios logran, a saber, la plenitud de la soledad: la mujer se dio cuenta de que no estaba sola, sino que estaba consigo misma. Esta frase sigue siendo una de las muchas ideas hermosas y mistificadas de Carrie, ideales que en la práctica vemos que ni siquiera ella misma alcanzó, porque la verdadera soledad es plenitud, mientras que Carrie inspira y refleja el vacío.













































































































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