Sex&theCity


UNA SERIE SUPERFICIAL LLENA DE PROFUNDIDAD
"Sex and the City" es una serie de televisión que examina la vida sentimental, sexual y social de cuatro amigas neoyorquinas, explorando temas a menudo considerados tabú. La serie, que debutó entre 1998 y 2004, es conocida por abordar discusiones sobre sexo, relaciones, monogamia, bisexualidad, maternidad, envejecimiento y, especialmente, la dinámica de poder entre hombres y mujeres, todo ello ambientado en el contexto de la vida social y profesional de la ciudad de Nueva York, pero visto desde una perspectiva femenina. La serie tuvo un enorme impacto cultural, ayudando a normalizar las discusiones sobre sexo y redefiniendo el rol de la mujer en la sociedad, dando espacio a las voces femeninas y diferentes perspectivas sobre el amor y las relaciones. Su único defecto es que su visión y concepción a menudo se evalúan centrándose en el lujo, las apariencias y el valor material de las cosas. Habla sólo de una realización material, y nada del aspecto interior o espiritual de la personalidad. Esto también hace que la pareja y su mundo sentimental carezcan de trascendencia y, por tanto, también sean superficiales, pero esto es precisamente lo que experimentamos en nuestra sociedad actual. Si lo analizamos, podemos encontrar una serie de temas realmente fascinantes y profundos, de lo contrario sigue siendo un mundo superficial que gira sobre sí mismo sin otro propósito que el de recopilar experiencias sin sacar provecho de ellas, sin crecer, sin evolucionar, como las masas en general.


DESPUÉS DE 25 AÑOS, ¿QUÉ HA CAMBIADO, LA CIUDAD O EL SEXO?
La historia no se puede escribir con los acontecimientos presentes. Debemos esperar que pase el tiempo para comprender las consecuencias y los efectos de un fenómeno determinado. Un experimento que todos aquellos que no sean muy jóvenes deberían probar es volver a ver Sex and the City después de 25 años. Las seis temporadas y quizás, si quieres hablar realmente en serio, incluso las dos películas basadas en la serie y un revival llamado "And Just Like That...", que explora las vidas de las protagonistas en los años siguientes. ¿Por qué? porque descubriremos que lo que en un principio era una propuesta de mentalidad revolucionaria quizás no era tan revolucionaria después de todo, porque los personajes quedan enredados en preconcepciones, prejuicios y condicionamientos sociales que aún hoy somos incapaces de superar y al final la ciudad sigue siendo la misma y también el sexo igualmente de traumatico, porque es la mentalidad de la gente la que no cambia a nivel social.

LOS DOS CUENTOS DE HADAS DE NUEVA YORK
La comparación entre "Sexo en Nueva York" y la película "Desayuno con diamantes" es casi obligada, dado el primer monólogo de la intrépida Carrie Bradshaw inmediatamente después del tema principal: «Bienvenidos a la era de la antiinocencia. Nadie desayuna con diamantes y nadie tiene historias que recordar. Desayunamos a las siete de la mañana y tenemos historias que intentamos olvidar lo más rápido posible». En la película "Desayuno con diamantes", Holly Golightly (Audrey Hepburn) es una socialité excéntrica e ingenua que busca su lugar en el mundo. Mientras tanto, lleva una vida salvaje de alta sociedad, excesos y pequeños trucos, que incluyen pasar tiempo con caballeros ricos que no ama. Sería pues el quinto personaje prototipo, similar a las cuatro protagonistas de Sexo en Nueva York: mujeres solteras y glamurosas que se cuentan sus sueños profesionales, sus dudas románticas y sus extraños problemas amorosos, todo ello salpicado de abundantes escenas de sexo más o menos explícito. Sexo en Nueva York es una película de culto porque marcó a una generación de mujeres que ya no buscan al Príncipe Azul, sino que construyen su propio camino y gestionan no sólo su propia vida sino también la de los Príncipes Azules que encuentran en el camino. Creemos que su forma de vida quedó entonces condensada en la famosísima progenitora Bridget Jones. En cierto sentido, Sex and the City es una celebración del cambio de estatus social y económico que experimentaron las mujeres en la década de 1990, pero al mismo tiempo demuestra brillantemente sus limitaciones y contradicciones.

LA PREGUNTA DE LA ESFINGE
¿Cómo llegamos a este lío? Hay miles de mujeres como ésta en la ciudad, quizá decenas de miles. Todos las conocemos y pensamos que son increíbles: viajan, pagan impuestos, gastan 400 dólares en un par de sandalias de moda y están solas. Es como la pregunta de la Esfinge: ¿por qué hay tantas mujeres solteras maravillosas y ningún hombre soltero maravilloso?
- Carrie -
Así empieza Sexo en Nueva York, con una pregunta bastante existencialista sobre el significado de lo que los humanos consideran fantástico en sus vidas, es decir, el matrimonio, que es como una ratonera: los que están dentro no saben como salir, y los que están fuera (los solteros) no ven la hora de entrar. La respuesta de la Esfinge a la pregunta de Carrie sería compleja: quizá a los hombres no les interesan las mujeres fantásticas porque la mayoría solo quiere divertirse, o quizá el instinto animal del hombre no fantástico le ha enseñado que el matrimonio no es más que una construcción sociocultural que a la larga no tiene nada que ver con el sexo. Así, fantásticas mujeres solteras y fantásticos hombres casados descubren que el amor, la única fantasía posible, es lo que los divide y los aísla dentro de una estructura social donde el amor no es fantástico porque está vacío de espiritualidad y es visto solo como un requisito burocrático de la pasión y del sexo en particular.

UN BUEN PERIODISTA SIEMPRE EXPLICA BIEN LO QUE NO SABE
Carrie Bradshaw, narradora de cada episodio, es presentada como un ícono social vagamente intelectual, porque hace reflexiones muy profundas pero a menudo las concluye de manera completamente superficial porque siempre termina abajo, en su fijación amorosa o psíquica por los zapatos de $400 con los que camina kilómetros para regresar a casa a pie porque no tiene $10 para un taxi. Carrie escribe una columna titulada Sexo en Nueva York en el semanario neoyorquino conocido en la ficción como New York Star, una columna en la que elabora y narra, junto a las suyas propias, las vicisitudes sentimentales de sus inseparables compañeros de aventuras, y éste es el tejido de toda la serie. Carrie es el prototipo de amiga narcisista, cuya personalidad se caracteriza por una fuerte dependencia de las relaciones, pero utiliza estas relaciones para construir su mundo periodístico y ponerse en el centro de la atención de todos, protegiéndose así de su soledad descontrolada. Ella proyecta psicóticamente el vacío de no poder encontrar un hombre digno, en unos zapatos caros, por lo que ante la ausencia de amor se llena de zapatos y ropa (tengo el armario lleno y no sé qué ponerme), y asì cae en un vórtice maníaco de compras, de ahí su incapacidad para administrar sus finanzas y una tendencia a centrarse excesivamente en sus propios problemas. Mr. Big es su talón de Aquiles, a medio camino entre el cinismo y el romanticismo, volviendo siempre a él para hacer lo que ella siempre criticaría en otras mujeres: renunciar a su independencia.

FARE SESSO COME UN UOMO, CIOE' SENZA SENTIMENTI
Non capivo. Tutti gli uomini segretamente volevano le loro donne promiscue e sentimentalmente distaccate? E se davvero stavo facendo sesso come un uomo, perché mi sentivo tanto insicura? 
-  Carrie - 
Le donne emancipate partono dal presupposto di essere sessualmente trattate soltanto come oggetti di piacere, sicché l'uomo riesce quasi per istinto naturale ed animale a disassociare l'amore dal sesso, quindi a fare sesso senza sentimenti, il che è in parte vero, perchè il sesso appartiene alla sfera fisica mentre l'amore è un risultato spirituale, psichico, interiore. Aver legato l'amore che è la fine di un viaggio, al sesso che è lo scatto di partenza, ha reso i rapporti umani squilibrati, falsi, schizofrenici, nevrotici, di conseguenza spesso si deve fingere l'amore per poter fare del sesso. E' il moralismo sociale che ha negato alla donna la sua dimensione di trasgressione, lecita soltanto per le donne libertine, mentre la donna per bene si priva di questa dimensione indispensabile per il suo uomo. Virginia Woolf l'aveva intuito bene, come Carrie: le donne per bene privano l'uomo del suo istinto più puro e selvaggio, quello animale senza il quale non possono essere poi buoni, mentre la donna libertina e pervertita glielo ridà questo istinto. Non è quindi da meravigliarci che gli uomini, soprattutto quelli per bene, cercano anche di nascosto un po' di trasgressione. 

LA PUTTANA E' SOLO UN UOMO SENZA SCRUPOLI
Carrie si ritiene un'antropologa del sesso e cerca di capire l'uomo facendo sesso come un uomo, cioè senza sentimenti. Le si presenta l'occasione perfetta: incontra Kurt, un suo ex che incarna perfettamente l'ideale di uomo che desidera solo sesso senza impegni ed aveva fatto di lei solo un passatempo sessuale illudendola. Carrie lo seduce e gli paga con la stessa moneta: lo usa come un oggetto. Questo la rende potente e confonde questo potere con il femminismo, ma non è che un altro maschio in veste di donna, la donna si abbassa al livello del maschio e copia i suoi difetti, quelli che lei tanto critica e disprezza. In moltissime occasioni nella serie le donne non fanno altro che il gioco dei maschi, sono  donne che pensano come gli uomini, questo non è parità o uguaglianza di diritti ma appiattimento di criteri e pareggiamento di vizi e difetti. Carrie alla fine scopre che Kurt non solo non si sente offeso, ma contento di essere stato usato e lei viene delusa dalla sua falsa parvenza di potere sull'uomo. Poi Carrie incontra Mr Big, un camaleontico sentimentale che mette in scacco matto le teorie di lei, confessandole che un uomo può fare sesso con sentimenti solo se è innamorato. Qui sorge l'amore come quella eterna promessa alla quale è piacevole e convenevole credere.

NON CI SONO DONNE BRUTTE, SOLTANTO MAL VESTIRE
Carrie Bradshaw ha rovinato un intera generazione di ragazzine che hanno visto in lei un prototipo di femminilità imitabile, ma non lo è. Ecco qui i 5 falsi miti che l'icona di Carrie ci ha lasciato: 
1. Carrie è una donna comune, niente di particolare, neppure la si può catalogare come una bellezza, soltanto che è sempre ben vestita e ben truccata, poi sopra ha un arcobaleno di acconciature di capelli che le stanno tutti bene, sia corti che lunghi, mossi che lisci, esce la mattina dalle lenzuola con i cappelli come se fosse uscita dal parrucchiere; poi sotto sempre scarpe che la sollevano di personalità, ma non si può vivere sempre su tacchi 12. 
2. Nella serie vediamo che mangia di tutto, ma ha degli addominali e dei muscoli delle cosce che sembra un’atleta olimpica. Ditemi ora quante false speranze questa cosa può inculcarci? 
3. Un altro suo falso mito: riesce a vivere scrivendo una rubrica di un giornale e questo le permette di avere in affitto un monolocale e spazzarsela tra le più costose feste e locali dell'alta società (per la cronaca: un bel articolo viene oggi pagato 50 dollari, solo se lo fai per i più prestigiosi giornali, altrimenti ti danno soltanto 10 dollari, mentre un monolocale costa non meno di 500 dollari). 
4. Mentre tutte le donne disperatamente cercano l'amore della loro vita, a Carrie invece la insegue disperatamente Mr Big il cui mistero è che quest'uomo nella realtà non esiste e di chi sarebbe la colpa se tutte lo aspettano?.
 5. L'amicizia per una donna è metà della sua anima, lei invece di una ne ha 3 amiche ed è lei il collante e centro narrativo della loro unione eppure è la più egocentrica e si evolverà sempre in negativo (And Just Like That) fino a diventare una scrittrice famosa ed snob ed a nessuno piacere stare con uno snob. Ciò su cui ci illude, però, è che amici, fidanzato e chiunque intorno possano tollerare davvero certe sue uscite e comportamenti così isterici ed infantili. Chi si comporta come Carrie Bradshaw, in realtà, viene mandato spesso a quel paese, ma per fortuna sua lei ha delle vere amiche.
In conclusione: Carrie è la figura perfetta di un femminismo che non è reale, non è concludente, non è giusto e non è possibile , quindi tanto meno imitabile.

L'ASPETTO BRUTTO DELLA BELLEZZA
"Se solo una foto di una donna poteva mettere in crisi delle persone altrimenti razionali, esattamente che potere aveva la bellezza? .... Trovo molto interessante che quattro belle donne in carne ed ossa possano essere intimidite da delle fantasie inconsistenti (come lo sono le foto di modelle pubblicitarie). Questa riflessione che si fa Carrie, solleva il grandissimo problema psichico che oggi la pubblicità a imposto alle donne che devono rientrare dentro certi canoni di bellezza, altrimenti non esistono, sì, dovrebbero nascondersi e non farsi vedere così brutte. Ma è la stessa donna che promuove questa atroce battaglia contro il suo corpo, ogni volta che critica e giudica altre donne... e questo è uno dei passatempi preferiti delle donne. Infatti è la vecchiaia l'inferno delle donne perchè non vi è posto per la bellezza, il loro paradiso. Carrie accidentalmente e per caso passa la notte soltanto a dormire con un modello, Derek e scopre che pur bello è un ragazzo solo e comprende che la bellezza è fugace, ma fa un paragone superficiale: "Ho iniziato a capire che essere bella è come avere un appartamento con affitto controllato che si affaccia sul parco: completamente ingiusto e solitamente concesso a chi lo merita meno... Mi rimangio quanto detto. La bellezza è fugace, ma un appartamento con affitto controllato e vista sul parco è eterno." Come spesso avviene non c'è posto per la bellezza interiore, quella che resta per sempre oltre l'appartamento. Carrie fa delle riflessioni profonde ma delle conclusioni molto superficiali. E' qui dove ironicamente appare Mr Big emette di nuovo in scacco matto a Carrie: "Ci sono un mucchio di donne fantastiche in questa città (soprattutto modelle), ma il fatto è che dopo un po’ vuoi stare con quella che ti fa ridere" cioè con quella che ha l'anima bella, la bellezza interiore. 

TI AMO, MA AMO DI PIU ME STESSA - Samantha -
Samantha ha un‟agenzia di pubbliche relazioni, è la più sicura di sé e la più sessualmente disinibita:
è quella che, nelle sue parole, fa “sesso come un uomo” cioè senza coinvolgimenti sentimentali, perchè anche se è sicura di sé e sessualmente libera, ha una profonda paura delle relazioni sentimentali. È nota per la sua franchezza, il suo carisma e la sua indipendenza. E' sicura di se stessa ed ama se stessa, il che la rende a molti odioso, ma lei sa che questo è pira invidia del suo splendore di spontaneità, cosa che la gente falsa non sopporta. Samantha è spesso sfrontata e diretta, ma anche molto leale verso le sue amiche. È sempre pronta a sostenere le sue amiche, anche quando le loro scelte sono diverse dalle sue. Si definisce trysexual ovvero disposta a provare tutto almeno una volta, per questo  si concede anche all'amore lebo perchè, come dicono le sue amiche, non ci sono più uomini secondo le sue aspettative. Samantha nel corso della serie si evolve, inizia a confrontarsi con le sue paure e ad aprirsi alla possibilità di una relazione più profonda ed ala fine imparerà ad amare e lasciarsi amare. Anche se non imitabile, resta contrariamente uno dei personaggio più ammirati ed amati della serie. 

Il tipo giusto è un’illusione, bisogna cominciare a vivere la propria vita. 
- Samantha -
Se analizziamo questa frase potremmo inizia a capire il buco nero di illusioni in cui Samantha si è da sola imprigionata: per lei l'uomo giusto non esiste, è un illusione, quindi in alternativa lei fa di tutta la sua vita un'illusione: vivere come un uomo deluso che sfida tutto e tutti. Carrie disse: "Samantha aveva il tipo di illusa fiducia in se stessa che ha portato uomini come Ross Perot a candidarsi alla presidenza". Mentre Ross Perot pensava che con i soldi poteva fare tutto, Samantha pensava che tutto poteva acquistarlo attraverso il sesso, ma anche questa era un illusione. 

Una delle cose migliori del vivere in una città come New York è andarsene. 
- Carrie -
Nella ricerca di una identità personale, ognuno di noi assorbe l'ambiente che lo circonda e prendiamo da esso alcuni surrogati che colmano i nostri vuoti: la forza della mia squadra di calcio, la bellezza del mio attore preferito, l'armonia del mio grupo musicale, i mistero della chiesa dove prego, la potenza della mia città e così via. Tutte queste etichette sono soltanto del palliativi che noi indossiamo per sentirci meglio. Sex and the City è un inno di grandezza alla città di New York e meglio di chiunque a creare un icona del sublime su New York è stato Woody Allen. Non dimentichiamo che in questa serie il punto focale e centrale è l'isola di Manhattan che in qualche modo riflette simbolicamente quello che tutti noi siamo: isole che cercando di  relazionarsi senza mai perdersi nell'altro perchè siamo per primis persi in noi stessi. Nella massa per persone si dissolvono, non hanno più personalità, ma incapaci di affrontare la loro solitudine interiore si sentono bene e sicuri accalcati gli uni insieme a gli altri in queste giungle di cemento chiamate metropoli, pur restando sempre soli nel loro interiore. 

IO SONO SINGLE PER SCELTA DEGLI ALTRI
Uno dei temi ricorrenti nella serie è il confronto e la lotta tra single e sposati. Carrie ha inquadrato bene la situazione quando dice: "forse la lotta tra single e sposati è come la guerra in Irlanda del Nord: siamo praticamente uguali, ma in qualche modo siamo finiti su fronti opposti". I single si vantano della loro libertà ed indipendenza, ma spesso sono alla ricerca di relazioni (è l'istinto naturale al confronto, unica via per crescere interiormente), mentre gli sposati si vantano della loro stabilità e fedeltà, ma spesso dimostrano la nostalgica mancanza di essere più liberi ed indipendenti. Infondo il problema è la paura di stare da soli con sé stessi, è quella che ci spinge a rimanere in relazioni sentimentali non soddisfacenti, oppure ad affogarci di impegni, attività sociali e lavorative, distrazioni con i social-network e ricerca di compagnia e passioni usa e getta. Quello che non si dice è che sia single che sposati devono affrontare la propria solitudine, anche gli sposati spesso si trovano da soli pur restando in compagnia, perchè la solitudine è uno stato d'animo indispensabile per la propria identità, soltanto chi sa stare da solo con se stesso può stare in compagnia, altrimenti lo stare da soli diventa una condizione psichica quando la si subisce e non la si supera. 

Forse tutti gli uomini sono una droga: 
a volte ti fanno deprimere e a volte, come adesso, ti fanno sballare. 
- Carrie -

IN AMORE NESSUNO E' MAGGIORENNE
"Gli uomini sulla quarantina sono come il cruciverba della domenica del New York Times: insidiosi, complicati, e non sei mai veramente sicuro di aver indovinato la risposta" Carrie fa un po' i calcoli sulla bilancia dell'età, gli uomini cosiddetti maturi in verità sono troppo vissuti o feriti, quindi schivi e mai decifrabili. Charlotte l'aveva intuito: "Più il tempo passa e più la nostra selezione si riduce a un gruppo ristretto, purtroppo". Quel gruppetto ristretto è composto da persone o troppo ferite con troppe delusioni o persone con un carattere insopportabile per cui mai nessuno se le ha prese, oppure persone ormai consolidate nella loro solitudine da single matricolati. Questo porta le donne di una mezz'età a giocare con i ventenni come disse Carrie: "Per caso i ventenni sono come l’ecstasy? Samantha, Miranda e io ne eravamo delle consumatrici occasionali, di ventenni, ma non ci stavamo ficcando in qualcosa che ci avrebbe travolte? Eravamo attratte da uomini più giovani per varie ragioni, ma non potevo evitare di chiedermi: loro che vedevano in noi?" I giovani vedono nelle donne mature sesso libero, donne che sanno quello che vogliono, delle mentore con cui far esperienza, imparare e crescere, freudianamente vedono anche in loro la madre senza tabù. Fare sesso con donne o uomini giovani è un tabù perchè non si vuole ammettere che in loro si cerca la propria giovinezza ormai persa. Carrie conclude a ragione: "Ero appena entrata in un capitolo interessante della mia via: ero troppo grande per i ragazzi del mio passato e troppo giovane per gli uomini del mio futuro".


LA MENTE APERTA FUNZIONA A 360°, COME IL SESSO?
Uno tra gli episodi più memorabili è il 4° della prima stagione, quando Charlotte è insicura e presa dal dubbio su una richiesta di rapporto anale. La notizia è una bomba al sedere di tutte e quattro le amiche, sicchè creano immediatamente la roccaforte di consiglio femminile. 
Le pratiche sessuali sono una questione di gusto e nei gusti non ci sono disgusti se ognuno rimane nel proprio parere e senza voler imporre mai agli altri il proprio gusto, è una questione personale e soggettiva. Carrie non si sbilancia, fa la giornalista quindi più domande che risposte. Miranda invece in quanto avvocato vede il sesso anale come una questione di dominio e potere: " Se te lo mette lì ci sarà uno squilibrio di potere e alla fine o vince lui o vinci tu. Allora, una scuola di pensiero dice che “chi ha l’uccello ha il potere,” ma il problema è: se te lo mette nel culo, ti rispetterà di più o ti rispetterà di meno? Questo è il punto!" Ma la donna ha anche il potere di dire di no e questo ha creato un tabù di fronte al quale il potere dell'uomo soccombe sempre. Infatti spesso si dice sodomizzare perchè viene visto in modo sbagliato come un sottomettere l'altro alla forza, non si valuta la sua componente di piacere consensuale per entrambi. Resta quindi una visuale tipicamente animale. Samantha invece è più pratica, funzionale, senza inibizioni e da le risposte più fluide e naturali, come un bambino, quando lei parla è sconcertante: "Sentite, io dico solo che anche quella è una parte del corpo che è stata creata per essere sperimentata. Sperimentare è favoloso... Davanti, dietro, che importa, un buco è un buco". E Charlotte? ... Charlotte è spesso una finta tonta che si nasconde dietro il suo legale puritanesimo, ma aveva capito l'essenza del problema e lo dimostra nella sua risposta:
"Ho paura che se non lo faccio, mi lascerai, e se lo faccio, allora sarò la ragazza che dà il sedere. E non voglio essere la ragazza che dà il sedere perché, insomma, gli uomini non sposano la ragazza che lo fa di dietro. Chi ha mai sentito parlare della Signora che fa l'anale?" Vedete il problema morale: alla donna per bene è stata negata la possibilità di vivere la sua dimensione trasgressiva, per questo l'uomo che ne ha bisogno si trova nell'amante la trasgressione, mentre la sposa finisce per essere soltanto madre die figli e, psicologicamente l'uomo non prova piacere nel fare sesso con la figura materna, per questo il matrimonio a lungo andare diventa la tomba del sesso. Charlotte si chiedeva da quando le relazioni fossero diventate così complicate. Rimpiangeva il tempo in cui la cena era seguita dal dessert, non dal lubrificante.

SIAMO TUTTI PROSTITUTE - Karl Marx -
Carrie si sente in debito con Amalita dopo che le ha regalato un paio di scarpe salvandola da una carta di credito senza fondi, per questo non può rifiutare un suo invito a cena. Amalita è una donna affascinante che frequenta locali e feste di alta classe, per Carrie quindi un onore accettare l'invito. Ciò che Carrie non sapeva è che questi doni sono una trappola perchè in verità Amalita è una pappona che aggancia donne di classe peer offrirle ai suoi clienti ricchi in maniera discreta, silenziosa e diplomatica. Carrie morde l'amo e resta ammagliata in quella cena da un attraente architetto francese e passa la notte assieme a lui. La mattina, trova 1000 dollari sul comodino: la parcella per le sue prestazioni. Carrie senza saperlo ha fatto la puttana di alto bordo. Karl Marx diceva che tutti vendiamo sempre qualcosa: il contadino vende la forza delle sua braccia, il cantante vende la sua voce, la modella vende la sua immagine, la prostituta vende passioni, il prete vende speranze, il politico vende promesse e così via. Carrie, cosa ha venduto? la sua ingenuità, la sua solitudine, la sua riconoscenza o semplicemente ha ripagato le sue scarpe avendo indietro altri 1000 dollari di interessi sessuali. La riflessione tra amiche ha delle conclusioni affascinanti:
- Carrie: Avevamo un legame fantastico. Poi mi lascia dei soldi. Non capisco. Cosa c'è di così speciale in me che grida "puttana"?
- Miranda: A parte i mille dollari sul tavolino?
- Samantha: Il denaro è potere. Il sesso è potere. Quindi, ottenere soldi per il sesso è semplicemente uno scambio di potere.
- Miranda: Non dare retta a Camille Paglia, la sgualdrina del negozio di ferramenta.

– Samantha: È un nostro diritto usare qualunque mezzo pur di arrivare al potere.
– Miranda: Beh a parte l’andare a letto.
– Samantha: Se non è proprio quello che ti aiuta a competere? 
– Charlotte: Ma andiamo, sarebbe sfruttamento! 
– Samantha: Di uomini quindi è senz’altro lecito.
– Carrie: Insomma tu invochi un doppio standard: le donne possono usare anche la loro sessualità per progredire, ma gli uomini non dovrebbero approfittarsene. Ho capito bene? 
– Samantha: Dico solo che uomini e donne hanno le stesse possibilità di successo. Segui bene il mio ragionamento. Dunque, il denaro è potere, anche il sesso è potere, quindi un’operazione denaro per sesso è soltanto uno scambio di potere.
– Miranda: Attenta, questa si chiama mistificazione.
- Samantha: Mia cara, gli uomini danno e le donne ricevono, biologicamente è scritto così. 

IL BUCO NERO DELLO SHOPPING
"Decido di approfondire una mia teoria secondo cui fare shopping è un modo di liberare il subconscio creativo". Questa frase di Carrie come al solito è una sua autosuggestione mentale con la quale si convince di fare il giusto e finisce per combinare qualcosa di sbagliato. Tutto ciò crea crea una dipendenza (alcool, sesso, droga) è patologico quindi anche l'amore è una patologia se è una dipendenza e lo è anche la mania compulsiva di fare Shopping. Lo shopping può portare a una sensazione iniziale di eccitazione e piacere, che però svanisce rapidamente, lasciando spazio a sensi di colpa, vergogna e rimorso. La pressione sociale, pubblicità e modelli di consumo possono influenzare il comportamento, ma in fondo è un disagio interiore e psichico della persona:  Ansia, depressione, bassa autostima, senso di vuoto e insoddisfazione possono essere fattori scatenanti o aggravanti. 
D'altra parte la gratificazione consumistica è il leimotiv della vita delle quattro protagoniste e, in particolare di Carrie, ovvero la figura che più fatica a determinare il suo successo economico e lavorativo. Carrie è un disastro nella gestione delle sue finanze, tanto che nella quarta stagione, quando è costretta a comprare il suo appartamento, è l’amica Charlotte a prestarle i soldi necessari. Nonostante ciò, gran parte dello stipendio di Carrie continua a finire in scarpe e borse firmate. Secondo una lettura un po’ radicale, si potrebbe dire che Sex and the City ponga delle domande sulle conseguenze che il capitalismo ha nella vita privata di questo nuovo esercito di donne attraenti, libere e ricche.

LA VAGINA E' IL PORTALE DELL'ESISTENZA
Neville Morgan è un artista dello stato di New York che chiede a Charlotte di visitare il suo fienile. Charlotte viene invitata a fare da modella per l'artista che sta realizzando una serie di dipinti sulla vagina: un'esperienza rivoluzionaria! "La fica. La forza più potente dell’intero universo. La sorgente della vita, di ogni piacere e della bellezza" Questa teoria del pittore Neville potrebbe sembrare strampalata, eccentrica, persino una giustificazione di una fissazione morbosa e sessuale, ma in verità il grembo della donna è la sorgente dell'esistenza umana e la parola "vulva" viene dal vuoto che è la stessa configurazione dell'universo dove un buco nero è la sorgente dal nulla di tutto quanto esiste.
E' esilarante la fine del capitolo quando nella galleria tutte le amiche sono curiose di scoprire nella collezioni di quadri, quale fosse quello che appartiene alla figa di Charlotte... ma lo sorpresa è che Charlotte è così grande nella sua personalità che Neville ha dipinto per lei persino un trittico 
PS: Il trittico, essendo composto da tre parti, può estendere il significato dell'opera, permettendo di esplorare temi o dettagli aggiuntivi che non sarebbero possibili in un'unica immagine. 
"Dicono che un quadro valga mille parole, ma in questo caso, io ero senza parole" - Carrie -

NON C'E NIENTE COME LA PUBBLICITA NEGATIVA - Samantha -
"Non preoccuparti, tesoro, non preoccuparti! 
Nessuno a New York si accorge di un autobus finché non sta per investirlo!"
Questa frase consolatoria che Samantha rivolge a Carrie nasconde la verità. Cosa fa Carrie nei suoi articoli? Schizza fango, lacrime, dolori, dubbi e schiaccianti verità a tutti i cittadini per le strade di New York, proprio quello che l'autobus fa con lei stessa quando il grafito di un pene come microfono in bocca da la parola a Carrie di capire che è lo stesso amor e sesso ad investirla. 

CALCOLARE LA PASSIONE SENZA PASSIONE
Un altro meraviglioso dialogo tra donne. Carrie sta per uscire con Mr Big, ma il suo vestito scoperto scopre a grida la sua voglia di sesso. 
– Charlotte: Io credevo che facessi sul serio con lui. Non puoi andarci a letto al primo appuntamento! 
– Samantha: Eccola con le sue regole. Le donne che hanno scritto quel libro non se le scopava nessuno. Hanno inventato queste stupide teorie per far sentire in colpa quelle che scopano.
– Charlotte: Se fai sul serio con qualcuno devi tenerlo sulla corda per almeno cinque appuntamenti.
– Carrie: Ah, sono aumentati! 
– Charlotte: Certo! Perché il numero di appuntamenti da far trascorrere senza fare sesso è direttamente proporzionale all’età della donna.
– Miranda: Lascia stare la matematica, basta che non lo scopi la prima volta e va tutto bene.
– Carrie: La terza volta.
– Charlotte: Troppo presto. Se vai a letto con un uomo al primo appuntamento la relazione sarà solo sessuale.
– Samantha: Guarda la realtà. Un tizio ti può lasciare lo stesso, sia che lo scopi la prima volta o che aspetti la decima.
– Miranda: E quando mai hai avuto un decimo appuntamento?
– Charlotte: Almeno a quel punto sei coinvolta emotivamente. 
– Samantha: Esatto, insomma, non è meglio saperlo subito se il sesso funziona prima di stare male emotivamente? 
– Miranda: Il romanticismo non esiste senza del buon sesso!
- Carrie: Rimandare la gratificazione non è segno di maturità?  Non posso farmi condizionare dalle regole. Io seguo le mie emozioni! Insomma, molte delle più grandi storie d’amore sono cominciate andando a letto al primo appuntamento, credo.








Charlotte, romantica e conservatrice, è sempre alla ricerca del vero
amore, di un principe azzurro che tarda ad arrivare (“Esco con uomini da quando avevo 15 anni,
sono esausta, lui dov‟è?”), con il quale pensa di formare una famiglia ed acquistare una casa
nell‟esclusiva località balneare degli Hamptons. Charlotte,
che da sempre cerca il principe azzurro, si trova a divorziare dall‟uomo perfetto e a trovare
“perfetto” un uomo poco attraente e poco raffinato, che però la ama sopra ogni altra cosa


Miranda, infine, razionale e concentrata sulla
carriera, è un avvocato di successo con una visione estremamente cinica della vita e degli uomini,
pronta a lavorare 15 ore al giorno pur di diventare socia dello studio legale nel quale lavora. Miranda, che rimane incinta al di fuori di una relazione di coppia stabile,
finisce per sposare il padre del bambino, perchè nessun‟altra opzione di lieto fine è considerata
plausibile. Il lavoro, così importante per lei, passa in secondo piano rispetto alla famiglia, così come
fa il suo amato appartamento trendy nel cuore di Manhattan, al quale ella rinuncia per trasferirsi in
un terratetto a Brooklyn, assai più consono all‟idea dominante di dimora familiare americana.


I comportamenti delle quattro donne ostentano un‟idea di emancipazione assodata, quasi data per
scontata, visibile attraverso una serie di atteggiamenti legati ad una gestione del corpo e della
propria sessualità „libera‟. In realtà le protagoniste non raggiungono mai un effettivo affrancamento
dalla visione consolidata della femminilità e dei rapporti uomo-donna, ritornando sempre all‟interno
delle categorie tradizionali e legittimando continuamente i modelli dominanti. Alla fine dello show televisivo, tutte e quattro le amiche si sono “accasate” o sistemate secondo i canoni: hanno cioè un uomo accanto. L’arco narrativo resta intrappolato nel racconto fiabesco, culminante in una relazione amorosa stabile e felice. Sicuramente ogni personaggio della serie evolve e cresce, ma si arriva sempre alla stessa scelta, alla stessa destinazione. Inoltre, per quanto Carrie cianci sempre di autostima, non è mai lei a scegliere: si fa semplicemente guidare dagli uomini.


archetipo contemporaneo per donne single e lavoratrici” e bisogna affrontare l’idea che ciò non sia un bene perché sdogana la rappresentazione di una donna adulta, sicuramente capace di molte cose, ma completamente inabile a prendersi cura di se stessa, oltre il suo guardaroba e i suoi capelli. Viene da chiedersi su quante donne questa idea abbia avuto conseguenze emotivamente dannose.












l'episodio più assurdo è sicuramente quello nel quale Samantha si innamora di un bellissimo ragazzo nero, Chivon. La sorella di Chivon, Adeena, non gradisce e la storia si impantana in un tentativo di giocare la carta del reverse racism talmente imbarazzante che preferiamo dimenticarlo. Così come preferiamo dimenticare il commento finale di Carrie: “The problem was not Samantha’s white pussy. It was the fact that Chivon was a Black pussy who wouldn’t stand up to his sister”. Insomma, per la prima volta nella serie ci fanno vedere una donna nera di successo, bellissima e realizzata. Ma è una st***a.







Anche la gratificazione sessuale che le quattro protagoniste cercano in continuazione può essere vista in termini puramente consumistici: il sesso è uno scambio economico, che si paga in Cosmopolitan, viaggi a Parigi e costosi regali di Mr. Big. Personaggi come Samantha vivono il sesso in termini quantitativi, termini che puntano all’eccesso. Sex and the City in questo è stato incredibilmente rivoluzionario. Per la prima volta sugli schermi, le donne hanno parlato senza filtri di vibratori, orge e orgasmo femminile, ma anche di sterilità, malattie a trasmissione sessuale e cancro al seno. Sex and the City ha normalizzato il discorso sul sesso, portandolo in tv con naturalezza.




Pur nella sua dirompente modernità, quello che Sex and the City non è riuscita a fare è separare l’autodeterminazione femminile dal modello “donna bianca e ricca”. Tuttavia, in quest’analisi non bisogna cadere nella trappola temporale: ricordiamoci che la serie è un prodotto degli anni ’90, un decennio che, seppur avanzato, dall’altro è stato culturalmente conservatore. Giudicare la serie con i parametri odierni sarebbe ingiusto




“Non posso credere che tu esca con un politico, non vai nemmeno a votare!”
dice Charlotte a Carrie che aveva appena trovato un nuovo fidanzato in una puntata che si apre con
queste parole: “Pensavo che formassimo una bella coppia: io esperta di moda, lui esperto di
politica. In effetti non c‟è molta differenza: entrambi ricicliamo idee stantie facendole sembrare
originali ed ispirate”


Le protagoniste considerano la politica un argomento noioso e una „cosa da uomini‟, come ben
dimostra il dialogo che si svolge durante uno dei numerosi brunch in cui parlano di politica
(Miranda: “Da quando ti interessi alla politica?” Charlotte: “È un modo interessante per conoscere
uomini interessanti”) e del criterio con cui scelgono a chi dare il loro voto presidenziale (Samantha:
io voto sempre in base alla bellezza dei candidati. Il paese va molto meglio quando c‟è un
bell‟uomo alla Casa Bianca, 3:2).
Il potere ostentato dalle protagoniste rimane, quindi, relegato ad ambiti „tipicamente‟ femminili,
confermando e legittimando l‟esclusione delle donne dalla sfera pubblica.


2 PUNTI DI VISTA
Chi guarda questa serie in maniera superficiale vede soltanto una serie frivola che intrattiene strumentalizzando il sesso e la solidarietà tra donne, promuovendo l’emancipazione femminile, ma Sex and the City è molto di più: È un crudo e crudele scorcio sull’ottica femminile, accompagnato da una pungente ironia e una sincera introspezione emotiva. Ci vuole uno sguardo davvero introspettivo per capire tra le righe di questa serie le infinite sfaccettature della psiche delle donne, quelle che Freud chiamava il continente perduto. Carrie, Samantha, Charlotte e Miranda sono come i punti cardinali, 4 modi e mondi di vivere e vedere sia il mondo dell'amore che l'amore del mondo, per cui c'è spazio per tutti dove ritrovarsi, rispecchiarsi e riconoscersi. 



DONNE E CUCINA
Carrie non ha mai preparato un pasto, non possiede una pentola e nel forno conserva i maglioni. Per
Miranda in cucina si prepara il caffè e al massimo si aprono i pacchetti dei take away che
costituiscono la cena quando non si va al ristorante. La cucina di Samantha viene inquadrata
solamente quando la sua compagna del momento (l'artista brasiliana) in un impeto d‟ira rompe tutti
i piatti che riesce a trovare, mentre quella di Charlotte assurge al ruolo di protagonista solamente
quando lei, per dimostrare all'uomo che ama di poter essere una buona moglie, gli prepara
un elaborata cena kosher.
In Sex and the City la cucina, tradizionale topos spaziale della femminilità9
, viene deliberatamente
svuotata delle presenze femminili per mostrare l'elevato grado di emancipazione delle protagoniste. le donne, liberate dalle catene dei ruoli femminili tradizionali,
facciano bene a non saper cucinare e a fare di questo un vanto in una plateale assimilazione di
comportamenti tradizionalmente maschili come aperta dichiarazione di uguaglianza.




L'ETA IBRIDA TRA I 30 E I 45 ANNI
Si parla tanto di indipendenza femminile, si predica il girl power, si lanciano hashtag virali e si scrivono articoli sul femminismo, eppure c’è ancora un’impalcatura sociale che ci spinge, arrivate a una certa età, a trovare una “sistemazione”. Ma sono state tante ragazzine, non ancora maggiorenni, che sono cresciute coll'icona moderna di queste 4 donne di Sex and The City, 4 modelli dove chi più e chi meno, era facile trovare un identificazione: Dalla ragazza “per bene” del gruppo, Charlotte, gallerista con la fissa del matrimonio perfetto, a Miranda, avvocatessa di alto livello molto insicura del suo aspetto, a Samantha, pr di grido, sessualmente molto attiva e disinibita, fino a Carrie, che filosofeggiava con piglio ironico sulla vita sessuale moderna da una colonna di giornale newyorkese, prendendo come spunto le sue fallimentari vicende sentimentali e sessuali, mentre spendeva tutta la sua vita nelle apparenze della moda. Se il modello di donna proposto dalle prime stagioni prendeva infatti le mosse da uno spunto di rivoluzione e rivendicazione sessuale, già le ultime se ne facevano progressiva negazione culminando in pellicole in cui, al centro della scena, vi erano personaggi superficiali dalle personalità egocentriche e consumistiche, barricate proprio sulla cima di quegli stereotipi che inizialmente sembrava si volessero abbattere.




CARRIE UN ETERNA ASPIRANTE FEMMINISTA INCONCLUSA
Carrie è una specie di pentola a pressione che, per non dispiacere troppo a nessun maschio, il più delle volte si mostra leziosa come una bambina che ha appena saputo dell’arrivo di Babbo Natale. Le sue esternazioni fuori da questo registro ne fanno il prototipo della donna che a un certo punto esplode e fa “cose pazze”, troppo emotiva, nevrotica, impulsiva, irrazionale, poco oggettiva e incline a farsi dominare da sentimenti ed emozioni: una terribile macchietta sempre in attesa che arrivi un uomo a salvarla, cosa che infatti succede più volte e fa pure da conclusione al racconto televisivo.
Per ogni cosa che lei fa o che le succede, anche la più tremenda, Carrie ci monta su un numero da stand up comedian a cui Samantha, Charlotte e Miranda devono assistere e partecipare: il risultato è spesso – e ancora – divertente, ma per niente confortante, perché nega sia una presa di coscienza magari triste ma necessaria per evolvere




AMICIZIA TRA DONNE, MA DAVVERO?
La componente data dall’amicizia tra donne è stata spesso celebrata come il plus della serie, ma questo tratto è invece il più irrealistico di tutti. Questione di prospettiva narrativa, Carrie è voce di tutto ciò che accade a lei e alle sue amiche, ma il suo personaggio contribuisce a creare un’idea estremamente tossica dei rapporti amicali che per lei significano soprattutto due cose: mettere sé stessa al centro di ogni discorso; avere qualcuno da vedere quando è triste perché il maschio di turno non si è fatto vivo. Carrie non supporta o ascolta davvero nessuno, ma richiede costantemente approvazione, attenzione e aiuto anche finanziario, perché ha un problema di gestione del denaro. Senza mai mettere a fuoco che la maggior parte dei suoi crolli è motivato dalla fine di una delle sue relazioni tossiche, non accetta di essere odiata neppure dalla moglie dell’uomo con cui ha una relazione e di cui provoca il divorzio, tenta una terapia psicologica, ma l’unico esito è incontrarvi un altro uomo interpretato da Jon Bon Jovi; prova a cambiare look, abitudini, frequentazioni, ma non accresce in empatia o intelligenza emotiva. La stessa cosa avviene quando i suoi rapporti amorosi vanno bene: allora Carrie è la più felice, sagace e alla moda del gruppo e non importa molto se una delle sue amiche sta crescendo un bambino da sola o l’altra ha il cancro: lei ha un uomo. Lei che dovrebbe rappresentare una giornalista esperta di sesso e relazioni, più la narrazione va avanti più lei si dimostra di mentalità poco aperta e molto giudicante.

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